domingo, 6 de enero de 2013

Miserables verdugos solapados del Capitán Astiz. Carta


Mi querida Lucrecia:

He leído conmovida tu sentida y desgarradora síntesis de los hechos, la cual me empuja a agregar reflexiones que brotan , quizás desenfrenadas, pero no por ello menos ciertas.
Tu hermano tenía 23 años, realizó entonces  siendo un chico una épica elección que le arrancó la vida. Cómo saberlo entonces ..cómo desconfiar desde su inocente esencia de la mano que lo guiaba y lo llenaba de ideales y valores y además le daba de comer.
Ja... quien podía predecirlo...
Miserables verdugos! Alfredo tenía 23 años, era absolutamente espléndido: brillante , lindo , canchero, fino, culto, ganador, pero sobre todo con un coraje y una nobleza inconmensurables.
Quedaría feo de mi parte resumirlo como "aquello de lo cual muchos hombres carecen"
Alfredo no necesitó de la Patria ni de la Marina , más bien ellos necesitaron de él.
Alfredo no fue solamente víctima de los terroristas ni de la prensa : el fué combatiente en su campo, respetuoso de quién ofrece su vida como enemigo y como par, convencidos ambos de la razón de su causa.
En cuanto a los periodistas, son buitres mercenarios, nada les importa menos que la verdad, lo mismo les da un roto que un descosido mientras les paguen la boca.
Alfredo tuvo una inteligencia y unas pelotas descomunales, pero fué más grande aún su lealtad y su inocencia. Y que quede feo... 
Lástima....esto lo perdió.
El brillante y admirable Capitán Alfredo Astiz fué en realidad una víctima de de la pusilanimidad, la envidia y el silencio de las Fuerzas Armadas de la Nación, de sus superiores, de sus compañeros, de los ciudadanos cuyo sistema de vida defendió. Ellos fueron sus reales verdugos. Los otras eran legítimos.
Quiera Dios que la culpa no le de descanso a sus traidores, a quienes lo abandonaron, a quienes no lo reivindicaron.
El podrá mantener la mirada en los ojos y la frente en alto ante todo aquel que lo enfrente.
Cristina nos queda grande. no no merecemos más.
Tampoco lo merecimos a él, le quedamos demasiado chicos.
A quienes lo saben y lo dicen, los abrazo desde el alma.
 
Alejandra Canale
Psicotraumatóloga
( Hija del Brig. Ator. Hector Nicolás Canale, fiscal General del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas , 1.986- Fallecido abruptamente en extrañas circunstáncias durante la investigación de esta causa)

4 comentarios:

capitan futuro dijo...

"Alfredo tenía 23 años, era absolutamente espléndido: brillante , lindo , canchero, fino, culto, ganador"(Y torturador) "pero sobre todo con un coraje y una nobleza inconmensurables" (Que no demostró ni por asomo en Malvinas).
Ser "fachero" o "ganador" no te exculpa de nada en la vida, menos si sos un cobarde que te la bancas un fardo con dos monjas y tres madres de plaza de mayo pero te haces encima frente a los Ingleses

Anónimo dijo...

Alfredo Asriz, me suena...este es el mismo tipo que secuestró y torturó a las monjas frencesas y le pegó un tiro por la espalda a la NIÑA sueca Dagmar Hagelin?. Un caballero sin lugar a dudas, ahora no lo recuerdo tan valiente en las Georgias.
El ANGEL DE LA MUERTE pasará el resto de su pérfida vida en la cárcel y será un ejemplo perpetuo de los niveles mas profundos de la miseria humana.
Saludos
AVOMPLA
PD: Mandale un saludo a Daniel Cardozo.

Anónimo dijo...

Excelente reseña de la vida del capitán Astiz. Felicito a a Alejandra que la escribió. Pero no es psicóloga, es counselor. Atte:

Anónimo dijo...

Publiqué un comentario anónimo pero , seguro por quedar bien con canale no lo publican. Así es todo de falso!!!