“Dejó de teclear
en su vieja máquina de escribir. Apoyó las dos manos en el escritorio y tiró
para atrás de un envión con sus piernas el sillón…” (Juárez – Federico A. Matteucci)
Ha
sido tan agobiante la noche de verano sin electricidad, que esta mañana decidí
levantarme temprano y emigrar hacia la plaza de mi barrio a leer el diario a la
sombra.
Es
muy temprano y me refugio en la sombra fresca a leer un diario “prohibido” por
el régimen. Pero la plaza coqueta enclavada en un “barrio gorila” me da la
suficiente confianza de que hoy no seré perseguido por ninguna ley
antiterrorista.
Entre
este rato de verano que, con abrazo fulminante de calor, ha hecho que la gente
se recluyera en las sombras… y entre la señora, que tras el postoperatorio anda
con la voz ausente por prescripción médica, pareciera que en el aire hay más
tiempo para otras cosas.
Es
lógico, los militontos… perdón perdón, los militAntes pasaron de la Cadena
Nacional a tiempo completo, a la Cadena de Oración detrás de una reja del
Hospital del Opus.
Por
suerte las oraciones de militancia profunda surtieron efecto, y parece que lo
de la señora pasó de un carcinoma… a un simple nódulo de poca monta. Mejor así.
Juez Oyarbide corriendo por la Costanera Sur
Por
eso es que las noticias de este ratito del verano son colaterales si se quiere.
Periféricas… como de la orilla. El régimen está haciendo la plancha hasta que
ella pueda volver a calzarse el trajecito negro de la emoción eterna.
Las
noticas apenas si cumplen con lo pactado. Los que defendían a Zaffaroni, el
juez de la Corte Suprema de Argentina, por tener ocho de sus departamentos
alquilados para prostíbulos, ahora critican a Macri porque parece que ha tenido
contactos con un polémico empresario que, dicen, regentea casas de “mala fama”,
como decaía mi abuelita que murió abrazada a la estampita de santa Evita, la
mujer del cáncer que sí fue.
Eso
y poca cosa más dicen las noticas en el diario prohibido. El juez Oyarbide, que
parece haber comprado todos los números para los sorteos de las causas que
comprometen al régimen nacional y popular, se mostró con un anillo de un cuarto
de millón de dólares empotrado en su dedo más kirchnerista… pero no importa,
pues sabemos que el señor en cuestión, tiene el traste blindado para este tipo
de opulencias fastuosas.
Presidente interino Boudou, en su Harley nacional y popular
Sí,
es verdad que también apareció un poco rutilante don Mariotto, el vice de
Scioli, el mismo que vendió su departamento en Marbella cuando le avisaron que
sería candidato a vice y debería dar la cara en los cordones pobres del
conurbano bonaerense. Mariotto ganó los titulares que el régimen había perdido
debido al reposo de la señora, anunciando que: como parte de su “batalla
cultural contra los medios hegemónicos, prohibía la compra de los diarios
Clarín y La Nación en algunos despachos oficiales de la gobernación,
incluyendo la Dirección de Prensa.
Y
como si como si eso fuera poco, también ordenó desconectar todos los
servicios de televisión por cable e
Internet de Cablevisión y Fibertel en los despachos de los diputados y
senadores de la provincia que vicepreside. Así, en un sencillo pero emotivo
acto de la comedia titulada: “la democracia soy yo”, muchos funcionarios de la
provincia de Buenos Aires no recibieron los diarios, y además, la síntesis
informativa de prensa que elabora la Dirección de Prensa del Senado bonaerense,
se distribuyó internamente sin los artículos periodísticos de los dos
diarios más importantes del país.
Esta
medida se suma a la distribución de medios solo “oficialistas” en Aerolíneas
Argentinas, y a la prohibición de vender Clarín en los kioscos del Mercado
Central que hace unas semanas decidiera el secretario de Comercio Guillermo
Moreno.
Bueno
bueno… no solo hay malas noticias en esta semana, claro que también hay
noticias dignas de elogio. Pues esta semana el Indec dio a conocer la inflación
de diciembre del año pasado, que fue apenas del 0,8%. ¡Aplausos y ovación!. El
modelo nacional y popular cerró así el año 2011 con una inflación bien de país
serio, prolijo y pujante: 9,5%.
Obviamente
estas cifras son datos redundantes, pues son cifras que corroboran lo que cada
uno de nosotros vivimos en nuestros bolsillos, todos sabemos que las cosas
subieron menos del diez por ciento el año pasado. No se ría… vamos no se ría…
¿quiere comparar estos datos con los datos de las consultoras privadas?, pues
va a tener que buscar otro camino mi amigo, pues las consultoras privadas ya no
difunden sus cálculos sobre las variaciones de precios para evitar sanciones
del secretario de Comercio, don Guillermo Moreno.
Hago
un alto en las noticias de por aquí, pues necesito abrevar en otras aguas.
Necesito levantar la vista y otear el horizonte como para tener una referencia
distante. En Corea del Norte, donde hace algunos días falleció el líder Kim
Jong-il, se dictaminó una normativa digna de Mariotto y Moreno: Los ciudadanos
que no hayan participado de los funerales por el fallecimiento de
Kim Jong-il, se
enfrentarán a penas de hasta seis meses de arduo trabajo en el campo. Allí, los
tribunales populares condenarán a los que no hayan mostrado "suficiente emoción" en los funerales.
Ay no, mejor la Argentina… después de todo, aunque
con algunos problemas de sintonía fina, tenemos una democracia digna y un
régimen paternalista que nos cuida de los malos.
Pasa el tren justo a mis espaldas. Levanto la vista
y la brisa fresca de la mañana me hace olvidar la noche agobiante de sábanas
pegajosas. Todavía el barrio está sin luz. El semáforo que titila en amarillo
me lo avisa desde lejos. La plaza se ha poblado de gentes en sus mundos. Cada
plaza es una reunión absurda. Es una reunión absurda y ecléctica de corazones
distantes. Cada plaza es cómplice de miles de historias y de miles de almas
que, tal vez sin sospecharse, conforman el mundo.
En la esquina hay un señor vendiendo diarios. En los
juegos hay chicos jugando y madres conversando y padres sonrientes. Hay parejas
apasionadas que se besan y se abrazan sin reparos. Hay personas haciendo
ejercicio, y hay un borracho sentado en el piso tomando vino de una botella
envuelta en bolsa de nylon… es curioso, el borracho tiene más reparos con su
botella que los novios que se besan hasta la garganta. En el fondo de la plaza
hay una familia apiñada entre cuatro colchones y unos cuantos kilos de cartones,
son desamparados que viven en la plaza con la misma sonrisa que todos, pero con
esperanzas más ajadas. Son sobrevivientes de una sociedad autista, de un barrio
con vecinos que todos los días les acercan un poco de caridad compasiva y de un
gobierno sin complejos para exhibir sus lujos entre la miseria. El tren
atestado de gente hace sonar su bocina de estruendo. Frente a mí, un cartel muy
prolijo avisa: “A esta plaza la cuidan el gobierno y usted”. Sonrío, la plaza
está salvada. Cierro el diario prohibido, me sacudo el entumecimiento, ese
primer atisbo de otoño en mis huesos, que ha comenzado a ponerme “peros” ante
ciertos desarreglos de vida. Vuelvo a casa con renovada esperanza.
Punto y aparte. Dejé estos renglones finales para un
breve adiós a don Federico Matteucci, el decano de los columnistas gualeyos que
falleciera hace unos días. Despido entonces aquí a don Binóculo y no a don Matteucci,
pues a Binóculo fue a quien conocí.
Se fue don Binóculo…pero… “siempre hay un pero”
decía siempre Binóculo, nos queda el ejemplo de sus convicciones férreas,
compartidas o no, y de su vocación de escribir hasta que el cuerpo aguante.
¡Vaya esta columna de domingo, en homenaje al vecino de página de tantos
domingos insolentes! Una oración en silencio por su alma, y este abrazo escrito
y sincero a toda su familia y a todos sus lectores.
Horacio R. Palma
El Dia de Gualeguay
Gualeguay
Entre Rios
3 comentarios:
En este 2012, seguí sangrando por la herida del orto.
Hablando del "orteño" y el "juez de los anillos"... que lindo culitos que tienen él y sus custodios. Esos ya no sangran más, están menopáusicos. jajajajajajaja!
Deprimente la foto del Juez. En una época un juez no podía ni siquiera ser visto en salones de apuestas. Era la época en que nuestro país estaba ubicado sexto en el mundo. Claro, estos tipos, incluyendo los mediocres que nos gobiernan, ni siquiera eran tomados para barrer el piso.
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