"Esto fue una guerra y tengo memoria"
Jueves 2 de Septiembre de 2010 | Graciela Saraspe, hija de Héctor Saraspe, asesinado por el ERP.
"Mi padre (en referencia a Héctor Saraspe) era un joven de 29 años, con dos hijas, que trabajaba en un empresa textil y, a la vez, atendía la cantina del Club Santa Lucía. El 20 de septiembre de 1974 coparon el pueblo. Cortaron las líneas telefónicas y se dividieron en dos grupos: uno fue a mi casa y otro al club, donde mi padre estaba jugando al dominó con otros amigos. Entonces, un cobarde con la cara tapada señaló a mi padre y le pegaron un tiro. Los invito a leer este libro (Los llaman... jóvenes idealistas), porque describe las atrocidades que cometieron. Hoy, los que están en el poder, deberían ser juzgados y estar presos. Esto fue una guerra. A mí nadie me la contó. Yo la viví. Yo también tengo memoria".
"Quiero una Argentina sin revanchas"
Jueves 2 de Septiembre de 2010 |
"Ibamos a comer a la casa de mis abuelos, que vivían en la calle Ayacucho al 200. Yo tenía cinco años. Mi padre (en referencia al capitán Humberto Viola) detuvo el auto en la puerta de la casa y comenzaron a acribillarnos. Salió del auto para defendernos y lo remataron con dos tiros en la espalda. Mi hermana (por Cristina Viola) también murió en el ataque. Yo tengo nueve operaciones en la cabeza y un injerto en la piern
a izquierda. En 1986 dejaron libre al asesino de mi padre y de mi hermana. Decían que limpiaba su celda. Yo, que iba al secundario, tenía terror de cruzarme con él en la calle. Era pánico lo que sufría. Pedimos justicia. No quiero una Argentina así para mis hijos: quiero una Argentina sin odios, sin revanchas".
"Pido a los jueces que sean imparciales"
Jueves 2 de Septiembre de 2010 | Maria Victoria Paz, abogada - preside la comisión de victimas civiles del Cetyv.
"Mi padre (en referencia al ingeniero José María Paz, asesinado en Tucumán durante un intento de secuestro en agosto de 1974) era un hombre alegre. Este es un tema acuciante de hoy, porque la Justicia debe resolver. Vivimos momentos difíciles en la sociedad. Apelo a los jueces para que contemplen esta situación con los ojos bien abiertos, que sean imparciales, que no se queden con esta historia cruel, injusta y perversa, porque no hay ningún derecho de tenernos sufriendo. Nuestro dolor se cerrará el día en que haya memoria, justicia y reparación. Es una marca, una herida, y cuando se niega en el discurso público, desde el poder del Estado, y de parte de un sector del periodismo, se pierde la identidad".
Jueves 2 de Septiembre de 2010 | Ramón Toledo Pimentel, procurador - integrante del Celtyv.
"Todos coincidimos en que nuestro dolor nos une, pero es un dolor del amor. Hemos derramado muchas lágrimas. Mi madre tuvo una gran entereza, porque no tan sólo perdió a su hijo el 17 de mayo de 1976 (en referencia al soldado Juan Angel Toledo Pimentel, asesinado por el Ejército Revolucionario del Pueblo), sino que 10 días después mi padre amaneció con un derrame cerebral y no pudo resistir el dolor y falleció el 13 de junio de ese año. No tenemos odio, queremos justicia. Mi hermano había solicitado una beca para estudiar en Estados Unidos y la confirmación llegó después de su muerte. Hoy hay una revisión de la historia. Hay políticos y hay periodistas que antes no se animaban a hablar: ahora lo están haciendo".
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