Penas y olvidos…
Durante las últimas semanas, y a raíz del aniversario número 20 del copamiento al cuartel de La Tablada por parte de un grupo terrorista, tuve la oportunidad de conversar con protagonistas, con víctimas, con testigos, y pude recorrer las instalaciones abandonadas de aquél campo de batalla.
Ahora, un poco más tranquilo… con esa perspectiva que da el día después, intento estas palabras como una reflexión.
Hay hechos inobjetables. Un grupo terrorista de argentinos y extranjeros, entró a matar o morir a un cuartel. Fue en 1.989, en las postrimerías del gobierno democrático del Dr. Alfonsín. Para entrar al cuartel, los terroristas fusilaron a los soldados conscriptos. Para cubrirse en la batalla, los terroristas se parapetaron tras soldados, vivos o muertos. El doctor Alfonsín estuvo en el campo de batalla, inmediatamente después de culminados los combates. La justicia de la democracia actuó inmediatamente con el Fiscal Pleé. Una veintena de terroristas fueron capturados, detenidos, enjuiciados y condenados. Todos los vecinos recuerdan vívidamente el horror. Todos los soldados conscriptos quedaron con secuelas. Todas las víctimas del terrorismo de la tablada, fueron abandonadas por el ejército… y por el estado. Todos los terroristas condenados, fueron indultados tras 10 años de detención. A 20 años del ataque terrorista la justicia, por orden del Ejecutivo, decide reabrir la causa, pero para investigar a los soldados y los policías que repelieron el atentado. El doctor Alfonsín nunca asistió a ningún acto recordatorio de quienes cayeron defendiendo la democracia durante su gobierno. Ningún partido político ha publicado una línea de recuerdo.
Hasta aquí, varios datos objetivos, inobjetables, sobre la realidad del atentado terrorista al cuartel de La Tablada.
Ahora un par de apreciaciones personales. Estuve este 20 de enero recorriendo el cuartel y las inmediaciones. El cuartel, que no ha sido demolido solo porque los españoles que compraron el predio no se animan a demoler un lugar histórico, está en total estado de abandono. La gente del barrio tiene el recuerdo de la tragedia en carne viva. Basta una sola palabra, un mínimo comentario, para que el recuerdo de ellos aflore a borbotones. Los empleados de la empresa de seguridad que custodian el cuartel abandonado y los supermercados linderos, cuentan que durante todo el año llegan víctimas o familiares de víctimas a pedir entrar al cuartel. Necesitan volver. Estar en el mismo lugar donde entonces los sorprendió la demencial violencia asesina de los terroristas.
Durante las últimas semanas, y a raíz del aniversario número 20 del copamiento al cuartel de La Tablada por parte de un grupo terrorista, tuve la oportunidad de conversar con protagonistas, con víctimas, con testigos, y pude recorrer las instalaciones abandonadas de aquél campo de batalla.
Ahora, un poco más tranquilo… con esa perspectiva que da el día después, intento estas palabras como una reflexión.
Hay hechos inobjetables. Un grupo terrorista de argentinos y extranjeros, entró a matar o morir a un cuartel. Fue en 1.989, en las postrimerías del gobierno democrático del Dr. Alfonsín. Para entrar al cuartel, los terroristas fusilaron a los soldados conscriptos. Para cubrirse en la batalla, los terroristas se parapetaron tras soldados, vivos o muertos. El doctor Alfonsín estuvo en el campo de batalla, inmediatamente después de culminados los combates. La justicia de la democracia actuó inmediatamente con el Fiscal Pleé. Una veintena de terroristas fueron capturados, detenidos, enjuiciados y condenados. Todos los vecinos recuerdan vívidamente el horror. Todos los soldados conscriptos quedaron con secuelas. Todas las víctimas del terrorismo de la tablada, fueron abandonadas por el ejército… y por el estado. Todos los terroristas condenados, fueron indultados tras 10 años de detención. A 20 años del ataque terrorista la justicia, por orden del Ejecutivo, decide reabrir la causa, pero para investigar a los soldados y los policías que repelieron el atentado. El doctor Alfonsín nunca asistió a ningún acto recordatorio de quienes cayeron defendiendo la democracia durante su gobierno. Ningún partido político ha publicado una línea de recuerdo.
Hasta aquí, varios datos objetivos, inobjetables, sobre la realidad del atentado terrorista al cuartel de La Tablada.
Ahora un par de apreciaciones personales. Estuve este 20 de enero recorriendo el cuartel y las inmediaciones. El cuartel, que no ha sido demolido solo porque los españoles que compraron el predio no se animan a demoler un lugar histórico, está en total estado de abandono. La gente del barrio tiene el recuerdo de la tragedia en carne viva. Basta una sola palabra, un mínimo comentario, para que el recuerdo de ellos aflore a borbotones. Los empleados de la empresa de seguridad que custodian el cuartel abandonado y los supermercados linderos, cuentan que durante todo el año llegan víctimas o familiares de víctimas a pedir entrar al cuartel. Necesitan volver. Estar en el mismo lugar donde entonces los sorprendió la demencial violencia asesina de los terroristas.
“Acá mi tío perdió las piernas”. “Acá mataron a mi compañero y me hirieron a mí”. Acá murió mi papá cuando yo tenía 10 años…”. Es así todo el año, comentan vigiladotes y vecinos.
La plazoleta que recuerda a los caídos, está en total estado de abandono. Se han robado las placas, y no hay placas ni homenajes desde el año 2.000. De nadie.
Todo un gran manto de silencio oficial. Sospechoso.
Sólo el trabajo de un pequeño grupo de Víctimas, ha conseguido la monumental cobertura de los medios de prensa de todo el país, en este 20 aniversario.
Sospechosamente, ni los cabecillas del grupo terrorista, ni la cúpula del partido Radical de entonces, ni las actuales autoridades del Ejército, ni de la policía de la provincia de Buenos Aires, han querido recordar el hecho. Y es más, muchos intentaron boicotear el recuerdo y los homenajes.
Un estado tímido que calla. Un ejército timorato que se esconde. Una policía culposa que olvida. Un grupo terrorista impresentable, en libertad, que se llama a silencio por conveniencia. Un montón de Víctimas libradas a su suerte que intenta gritar… y 11 héroes que esperan no haber muerto en vano.
A 20 años del atentado, los terroristas están libres. Los que se defendieron, investigados. Las Víctimas, desamparadas. Y los héroes…olvidados.
Nos guste o no… es el país que estuvimos haciendo.
O peor, es el país que estuvimos dejando hacer.
La plazoleta que recuerda a los caídos, está en total estado de abandono. Se han robado las placas, y no hay placas ni homenajes desde el año 2.000. De nadie.
Todo un gran manto de silencio oficial. Sospechoso.
Sólo el trabajo de un pequeño grupo de Víctimas, ha conseguido la monumental cobertura de los medios de prensa de todo el país, en este 20 aniversario.
Sospechosamente, ni los cabecillas del grupo terrorista, ni la cúpula del partido Radical de entonces, ni las actuales autoridades del Ejército, ni de la policía de la provincia de Buenos Aires, han querido recordar el hecho. Y es más, muchos intentaron boicotear el recuerdo y los homenajes.
Un estado tímido que calla. Un ejército timorato que se esconde. Una policía culposa que olvida. Un grupo terrorista impresentable, en libertad, que se llama a silencio por conveniencia. Un montón de Víctimas libradas a su suerte que intenta gritar… y 11 héroes que esperan no haber muerto en vano.
A 20 años del atentado, los terroristas están libres. Los que se defendieron, investigados. Las Víctimas, desamparadas. Y los héroes…olvidados.
Nos guste o no… es el país que estuvimos haciendo.
O peor, es el país que estuvimos dejando hacer.
Horacio R. Palma
Imagen: Celtyv
Héroes de La Tablada
My. Horacio Fernández Cutiellos
Tte. Ricardo Alberto Rolón
Sarg. Ayte. Ricardo Raúl Esquivel
Crio. Insp. Emilio García García PPBA
Sarg. José Manuel Soria PPBA
Cabo 1º José Gustavo Albornoz
Sarg. Ramón Wladimiro Orué
Soldado Héctor Cardozo
Soldado Leonardo Martín Díaz
Soldado Julio Domingo Grillo
Soldado Roberto Tadeo Taddía
¡¡Presentes!!!.... ahora, ¡¡Y SIEMPRE!!
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