jueves, 6 de noviembre de 2008

"COMPAÑEROS DE MILITANCIA"

“Compañeros de militancia”….

Ah sí, usted los escucha y ellos lo repiten a cada rato.
Se les cae de la boca. Desde la presidentA, hasta el último perejil que escribe por Internet sobre los 70, todos repiten el mismo eufemismo: “Compañeros de militancia”.
Mire usted…ellos lo repiten y uno lo hace carne, y se acostumbra a la frase hecha.
Con este renacer setentista en busca de venganza, en cada “circo oral e impúdico” de los juicios “por la verdad” (que como todos sabemos, son mentira), la trouppe revanchista de figuritas repetidas y frases hechas que habla a los cuatro vientos, repiquetea más o menos el mismo discurso. Que los militares (ellos gustan decir “genocidas”) no dicen, callan, guardan silencio, niegan y bla y bla y más bla.
En los “juicios circos”, en los programas de televisión, en las entrevistas, en los cientos de documentales sobre los 70 bancados por el Estado argentino… siempre insisten en una misma y extraña postura… los “compañeros de militancia y sus ideales”, atacados por un “gobierno de genocidas”.
Pero ¿qué cuernos significa “compañeros de militancia”?
Junto a mis hijos adolescentes me senté a mirar por Canal 7 (es mi veta masoquista) el documental sobre Paco Urondo. “El vasco” de acá, “el vasquito” de allá…los entrevistados contaban la historia del escritor asesino, como si tratara de una novela de ciencia ficción. Como si el tipo no hubiera asesinado personas ni ordenado asesinar. Y sus “compañeros de militancia”, hablaban de Urondo como si hablaran de San Francisco de Asís. Bonasso y Vertbistky incluídos.
El documental de Paco Urondo, escritor y asesino, se volvió “real” solo en el momento de contar la muerte del ex jefe montonero.
Allí, el documental revela que Urondo estaba haciendo tareas de inteligencia terrorista por las calles de Mendoza, en un auto de la “orga” junto a su enésima “pareja”, a su “compañera de militancia” y a su pequeña hija, cuando fue cercado por la policía. Paco Urondo se tomó la pastilla de cianuro mientras manejaba, al mismo tiempo que su “compañera de militancia” tiraba tiros a diestra y siniestra por la ventanilla, y mientras su hija gritaba aterrada bajo el asiento…
Hablan sus “compañeros de militancia”. Yo escucho la frase hecha y me niego a tomarla por costumbre. Me propongo ahondar en ese término que escucho acostumbrado: “compañero de militancia”. Recién entoces caigo en la cuenta de lo que encierra el eufemismo.
A ver si me explico con este ejercicio de aproximación al término.
¿Quiénes mataron a la hija del capitán Viola, de 3 años, e hirieron de gravedad a su hermana de 5?, los “compañeros de militancia”.
¿Quiénes secuestraron a Larrabure, lo mantuvieron más de un año en cautiverio, lo torturaron, lo asesinaron y lo tiraron a una zanja?, los “compañeros de militancia”
¿Quiénes mataron por la espalda al profesor Carlos Sacheri delante de sus hijos cuando salía de misa?, por supuesto que, “los compañeros de militancia”.
¿Y al profesor Genta?... los “compañeros de militancia”
¿Quiénes asesinaron al juez Quiroga por la espalda en pleno centro porteño en venganza por haber el juez impartido justicia a los terroristas?... pues, los “compañeros de militancia”.
¿Quiénes colaboraron estrechamente en la Esma, para combatir al terrorismo en Argentina?... obviamente, los “compañeros de militancia”.
¿Quiénes fusilaron y quemaron vivo a Herculiano Ojeda, y acto seguido ametrallaron a Juan Barrios, de 3 años en la puerta de un banco de la Provincia de Buenos Aires?.... si, los “compañeros de militancia”.
¿Quiénes ejecutaron a cientos de compañeros de la orga por “desobedecer” o desertar?... y sí, los “compañeros de militancia”.
¿Quiénes secuestraron y torturaron y asesinaron a Sallustro, presidente de Fiat Argentina?, obviamente, los “compañeros de militancia”.

¿Y a Patrick Eagan, el cónsul Norteamericano en Rosario?... acertó, los “compañeros de militancia”.
¿Quiénes “buchoneaban” compañeros desde sus exilios dorados en Europa?, los “compañeros de militancia”.
¿Quiénes se hacen los idiotas ante la pregunta de quién mató a Rucci?...los “compañeros de militancia”.
¿Y a Alonso, y a Vandor?, los “compañeros de militancia”
¿Quiénes pusieron una bomba en un comedor de la policía y masacraron a más de 15 personas, muchos de ellos civiles?, los “compañeros de militancia”.

¿Quiénes acribillaron a Mor Roig, dirigente radical, mientras almorzaba en familia?, los “compañeros de militancia”.
¿Quiénes mataron a media docena de conscriptos mientras se bañaban, en el regimiento de Formosa?, los “compañeros de militancia”.
¿Quiénes metieron una bomba debajo de la cama de los padres de Paula Lambruschini, quién con solo 15 años voló en mil pedazos?, pues… los “compañeros de militancia”.
¿Quiénes huyeron al sur a militar en el cobro y ejecución de hipotecas, mientras otros luchaban, fusil en mano, por sus “ideales”?, los “compañeros de militancia”.
¿Quiénes se hacen los pelotudos cuando la historia pregunta por los responsables de los más de 1.500 argentinos que asesinó el terrorismo en los 70?... obviamente, los “compañeros de militancia”…
Habiendo hecho una somera aproximación al término, me permito una afirmación.
Cucarachas, ratas, cobardes, miedosos, mendaces, fallutos, asesinos, torturadores, secuestradores, buchones… ¿a quiénes les caben estos términos a la perfección?... por supuesto: a los “compañeros de militancia”

2 comentarios:

sandrodb dijo...

La diferencia, para vos, sabes cual es??????
Que nosotros, las victimas de vos y tus companeros de militancias, no tenemos miedo, por eso, aqui tenes mi nombre, Sandro Dal Bosco, hijo de el Ing. Reinaldo Dal Bosco, quien fue asesinado por tus companeros de militancia, en la puerta de nuestra casa por tus cobardes companeros de militancia, y no como vos y tus companeros de militancia, que sos tan cobarde y cagon, como todos tus companeros de militancia, que escribis llamandote Anonimo. Mira que tristeza, cagon, que en la vida vas a pasar sin que nadie sepa ni siquiera como te llamas, Anonimo cagon, como todos tus companeros de militancia, cagon

Anónimo dijo...

Antes y ahora, con los zurdos, no se habla, se procede