MUCHAS LAMPARITAS, Y POCAS LUCES
“El plan no es simplemente un cambio de bombitas” (Cristina Fernández)
Y tal vez mis palabras suenen desesperanzadas en esta noche. Pero créanme que tengo mis razones. Es que hoy a la mañana, mientras me preparaba para ir a trabajar, sonó el timbre de casa. Hora inusual. Atiendo. Del otro lado del portero eléctrico, alguien me dice que viene de parte del gobierno a entregarme dos lamparitas de bajo consumo. El hombre, muy amablemente, se ofrece a cambiarlas él, o dármelas en mano, siempre que yo le entregue dos lámparas convencionales en buen estado.
Si, reconozco que estaba avisado. Reconozco que lo dijeron mil veces por televisión y cien mil veces por radio. Pero una cosa es escucharlo, y otra muy distinta es vivirlo.
Estoy pensando….por unos segundos dudo. Dos lámparas, pero en casa hay un montón.
¿Le doy dos usadas?, ¿dos nuevas?… ¿agarro las dos que tengo más a mano?
Qué país de locos, hace unos meses, la madre de las batallas era la lucha cuerpo a cuerpo contra el tomate. Vencido el tomate, el gobierno la emprendió contra el pobre zapallito. El fin de semana pasado, tuve que dar mil vueltas para conseguir combustible en Gualeguay, y en la ruta, la mitad de los surtidores estaban con la mangueras cruzadas.
Ahora es el turno de las bombitas de luz. Dos Osram, por dos marcas pirulo hechas en china. La necesidad tiene cara de hereje. Y cuando al gobierno le conviene, chau “Compre Nacional”. La necesidad tiene cara de hereje, claro que sí. Pero los políticos no tienen cara. Pero no, no puedo hacer oídos sordos. Todo sea por el bien del país. Bajo, en la puerta del edificio, una veintena de vecinos hace cola junto a una Traffic para el luminario trueque. Me siento un idiota. Pero si me voy, me sentiré un traidor a la patria. Entonces me quedo.
Juan Carlos, el encargado del edificio, anda con una planilla sin membrete. “Palma, ¿cuántos aires acondicionados tenés?”...silencio. No entiendo la pregunta. Es decir, sí comprendo la pregunta, pero no sé a qué viene la pregunta.
Juan Carlos ve mi gesto y adivina, para eso, los encargados tienen un sexto sentido. Lo que pasa es que hoy me trajeron esta planilla, dice con su mejor tono componedor, dicen que es para el gobierno, quiere que le informe sobre la cantidad de aires acondicionados en cada piso.
Año 2.008. Argentina. En una esquina de Belgrano, la gente espera el trueque de lámparas de luz bajo consumo, mientras el encargado del edificio, como una “manzanera” de Duhalde, trabaja gratis para el gobierno haciendo encuestas sobre aires acondicionados. Ahora sonrío. No puedo dejar de pensar en la Cuba incapaz, en la China inevitable, o en la Unión Soviética AM (Antes del Muro).
Ni puedo no pensar improperios contra todas las generaciones pasadas que nos trajeron hasta aquí. Y aquí estamos. Atascados.
En los aeropuertos, los pasajeros la han emprendido contra las ventanillas vacías. Miles de ellos están varados en ese no lugar que es una terminal. Y nadie está dando explicaciones.
En las calles, hoy, hay veinte protestas que cortan el tránsito. La televisión muestra a los empleados de un casino, llegando a trabajar en lancha, pues los despedidos se han adueñado de puerta. Hace unas semanas el gobierno intentó poner orden. Nada más que eso. Pero no pudo, uno de los manifestantes casi mata a un oficial de la Prefectura. Poner orden…ni eso.
Qué curioso, pienso, tantas lamparitas ha comprado este gobierno para repartir…y tan pocas luces!!
3 comentarios:
Que cara de gil que tenés, NAZI FACHO!!!! Que casualidad que vos y el cura asesino escriban igual, por ahí los medios no se dieron cuenta, pero seguis siendo un hijo de puta igual.
para Anónimo: zurdo hijo de puta andate a la renegrida concha de tu madre.
Anónimo uno....me llaman el Honesto, tengo cara...y soy gil.
Gracias por las virtudes que destacas en mí.
Abrazo.
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