Alegato
final
Norberto Cozzani
Señor Presidente; Señora y Señores Jueces;
Señores Fiscales; Querellantes y Defensores.
Nada de lo que exponga en este momento final tiene por
objeto el reducir responsabilidades propias o ajenas.
Solo guía mi espíritu el contribuir con Memoria,
Verdad, Justicia y Dignidad, fiel a mis convicciones e ideales de siempre.
En la medida de mis posibilidades intenté e
intentaré contribuir a clarificar, los
hechos desgraciados y ojala nunca repetidos, de nuestra negra y triste historia
setentista, para que quede impresa en el expediente a favor de las actuales y
próximas generaciones.
Desde el inicio del debate manifesté mi distinto punto
de vista en lo relativo a la denominación “perseguidos políticos”, y al márgen
de las susceptibilidades políticas transitorias, el propio Mario Eduardo
Firmenich, opinó en igual sentido, o la señora Hebe de Bonafini quien se sintió
orgullosa de que sus hijos fueran maravillosos revolucionarios que tomaron el
fusil. No entiendo que se considere a miembros de grupos subversivos
“perseguidos políticos” sean del origen ideológico que fueran.
La Organización Político Militar Montoneros se dio a
conocer como tal en el año 1.970, en años posteriores se fusionó con el
Ejército Nacional Revolucionario y con la Organización Descamisados, hasta su
fusión con las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en 1.973.
Como decisión política, en una conferencia de prensa
realizada el 06 de setiembre de 1.974, el comandante Mario Eduardo Firmenich,
declaró la guerra revolucionaria interna al Gobierno Constitucional y anunció
el pase a la clandestinidad de la bien constituida Organización Político
Militar Montoneros.
Poco tiempo después y en ese sentido, la entonces
Presidente María Estela Martínez de Perón, con la firma de sus Ministros;
Damasco; Garrido; Emery; Corvalan Manclares; Ruckauf y Arrigui, dictó el
Decreto Nº 2.452, sosteniendo que,...”
El País padece el flagelo de una actividad terrorista
y subversiva que no es un fenómeno exclusivamente Argentina; ... que esa
actitud constitucionalmente configura el delito de sedición; ... que no se
trata de prescripciones o discriminaciones ideológicas, toda vez que, ... nada
justifica la asociación ilícita creada para la violencia y los hechos que la
produzcan o la fomenten...”
Luego hubo una sucesión de Decretos, Leyes y
Resoluciones, y un golpe de Estado cuando el pico de enfrentamiento estaba en
su punto más alto, tanto por el terrorismo de izquierda como por el de derecha.
Ante cada acto de violencia, mayor violencia.
Un sube y baja permanente en nuestro País, algo
histórico que algún día deberemos superar y conciliar definitivamente entre
toda la sociedad argentina, en favor de nuestros hijos, nietos y bisnietos.
De pronto el País se fue endemonizando, personalmente,
creo que nunca fuimos dos demonios. Dos son pocos, y si son coherentes
concilian rápido. Solo no hay conciliación entre leones y hombres; entre
lobos y corderos no hay concordia. Para acordar es fundamental creer que
existe verdad, en lo que dice el otro y viceversa.
Fuimos sin advertirlo, al menos en mi nivel, la
trastienda continuista de la “guerra fría”.
Así lograron que con mayores o menores
responsabilidades, y aún en la gran mayoría de los casos, sin ellas, nos
transformáramos en 30 millones de demonios.
Para alcanzar su declarado propósito de mantener lo
que definieron como una guerra popular y prolongada, los Montoneros y el E.R.P.,
decidieron profundizar la Junta Coordinadora Revolucionaria.
Esa junta era integrada por el P.R.T.- E.R.P.; las
F.A.R.; las F.A.L.; el M.I.R. chileno; los Tupamaros uruguayos; el P.C. de
Brasil conformado por 40 organizaciones y el E.L.N. de Bolivia.
Se reunieron así entre 40 y 50 mil hombres y mujeres, llenos
de ideales y coraje, que cada uno puede o no compartir, luchando en 5
países, bajo la orientación del Departamento América de la Inteligencia Cubana,
al mando del legendario Comandante Manuel Piñeiro, “Barbarroja”, y su esposa la
intelectual chilena Marta Harnecker, a quienes conocí ocasionalmente en el
Hotel Meliá Cohíba, de la Habana, en 1.996.
Su lema era, “... Argentina una Cuba más grande ...”.
El periodista y ex – oficial montonero Juan Gasparini,
alias “Dr. Paz” ó “Germán”, tan buscado por nosotros durante el “Caso Graiver”,
mientras estaba oculto y negociando financieramente en la E.S.M.A. , señala en
su libro “Montoneros, final de cuentas”, “... Los balbuceos de la Patria
Grande, revelan el provincianismo dominante en la política exterior, cuando se
comienza a profundizar la relación con la Revolución Cubana...”.
En otro orden, cuando nadie había encontrado una fórmula
conciliadora militar, cuando aún persistía y persiste la disidencia entre
azules y colorados, asumió el General Videla, y la Junta
Militar centralizó la seguridad interna de la Nación
Argentina, en las tan secretas durante años ordenes de operaciones y su
reglamentación, concluyendo en el control operacional y dependencia directa de todas las instituciones
del País, la Gendarmería, Prefectura; Policía Federal; Servicio Penitenciario
Federal, y todas las Policías y Servicios Penitenciarios provinciales.
Entonces, como contraparte del Departamento América de
Cuba, le tocó a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, entre otras
cuestiones hoy consideradas gravísimas, custodiar exquisitos asados que
degustaban el General Eduardo Albano Harguindegui y el Secretario de Estado, de
los Estados Unidos Henri Kissinger, ello ocurría en los campos de Olavarría de
la señora Amalia Lacroze de Fortabat.
El orden público natural se había deteriorado, nuestro País se polarizaba cada día más,
y ese era el objetivo de los poderes reales, que no supimos ver en tiempo y
forma. Me preocupa que vuelvan a polarizarnos.
Por lo expresado es que no comparto lo de “perseguidos
políticos”. A eso sumo que mi padre si lo fue. Con licencia especial
en la Administración Pública Nacional, fue miembro del Gobierno Municipal del
Partido de 4 de Junio, desde 1.951 Lanús, y amigo de los hermanos Francisco y
Manuel Quindimil. Desde 1.955 y durante 15 años, le aumentaron sus
responsabilidades en el Ministerio de Obras Públicas de la Nación, pero nunca
su jerarquía, ni su sueldo, hasta que falleció con 33 años de servicio.
Lo que expreso ahora, los señores Fiscales, o quien lo
desee, lo pueden hoy probar con solo un llamado telefónico.
Perseguidos políticos fueron, el actual Intendente de Lanús, Dr. Darío Díaz
Pérez y su ex – esposa. También el Ministro de la Suprema Corte Bonaerense, Dr.
Luís Genoud. Al igual que vuestro colega el Dr. Isaac Danzki. En estos casos
tuve la inmensa suerte de poder ayudar, ayudar a mis amigos.
En el pasado año, el prestigioso Ministro de la Corte
Suprema, Dr. Eugenio Zaffaroni, manifestó que los imputados de “Lesa
Humanidad”, éramos personas “irrecuperables”, creo que es un error histórico
generalizar, siempre lo será. Creo que al margen de estos juicios, los hombres
y mujeres del Poder Judicial de la Nación tienen otra responsabilidad
histórica, que es, el separar la paja del trigo.
Almeida; Sica; Arguello; Antonini; Lencina, Patrault y
muchísimos otros, desarrollaron los últimos 30 años de sus vidas, sin ningún
problema judicial y mucho menos penal.
En lo personal, cuando en 1.988/89 comenzaron luego de
Rosario, los saqueos en el Gran Buenos Aires, junto con el actual Ministro de
Justicia de la Nación, Dr. Julio Alak, y el ingeniero Mario Cafiero,
organizamos un sistema de alimentación básico y gratuito, en todo el cordón
periférico de La Plata.
En esta ciudad no hubo saqueos. Entonces no era el Cabo, tampoco el
condenado en 1.986. Era el Gerente General del Frigorífico Gorina S.A., a
escasos kilómetros de este Tribunal.
Señores Jueces, la confrontación ya no debería ser
instrumento de poder. Creo imprescindible volcar los esfuerzos y las esperanzas
hacia un futuro que deberá construirse con lo mejor de cada argentino.
Considerando siempre, el tiempo, el hombre y sus circunstancias.
Se hace necesaria la pacificación y la conciliación, y
un sereno entendimiento. Las mentes de nuestros jóvenes deben poder analizar
los hechos pasados con mayor objetividad que sus mayores, muchos de los cuales
todavía conservamos algunos recuerdos dolorosos de los momentos vividos en las
últimas décadas.
La paz social es una condición esencial para cualquier
gobierno que se proponga un mejor futuro.
En los años setenta, muchos estábamos infiltrados de
utopía. Si luchar por un mundo mejor, por una sociedad más justa, es utopía; ¡Bienvenida
sea la utopía!- la utopía remite a las mejores intenciones del ser humano, es
algo que impulsa que genera pasión.
Quienes se aprovecharon de esa utopía, serán en la
historia la paja. Quienes la practicamos el trigo, ese será el irreversible
juicio de la historia.
Así las cosas. Es, en mi modesto concepto, necesario
diseñar un plan integral de conciliación, como antes lo hubo de muerte y
terror. Ninguna diatriba, ninguna amenaza debe arrendarnos de la voluntad de
estimular ese espíritu.
Jamás me hubiera involucrado, ni admitiría nunca el
participar de un plan criminal de eliminación de personas. Mucho menos de la
persecución política; ideológica o religiosa de nadie.
Si estaba convencido de que había que desterrar la
subversión económica y la corrupción institucionalizada, cuando vi que ello no
era posible a mi nivel, me fui. Creo no haberme equivocado pues hoy persiste en
delicados niveles.
Jamás imaginé que cometía un delito al detener a
alguien, pues eran órdenes superiores, el gobierno era de facto, y creí que
actuaba bien.
En el “Caso Graiver”, desde el principio hasta la libertad
de los imputados, nunca actuó un juez civil, sino el Poder Ejecutivo Nacional y
el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. La única intervención de la justicia
que estudié, fue lo relativo a los bienes sucesorios de la menor, María Sol
Graiver.
Cuando el prestigioso Claus Roxin, de quien tanto
escuché, habla de la autoría mediata por el dominio de un aparato organizado de
poder..., no duden Señores Jueces, que el Ejército Revolucionario del
Pueblo (E.R.P) y la Organización Político Militar Montoneros, eran en mi actual
concepto, aparatos organizados de poder, con formaciones militares, fábricas de
armas y explosivos, entrenamiento y apoyo económico logístico de estados
extranjeros.
A ello debemos sumar que expresaron públicamente, la
clara decisión de asaltar el poder que ejercía un gobierno, mejor o peor, pero
democrático.
De la elevación a juicio:
Creo que el Fiscal Sergio Franco se equivocó. Jamás
actué en diferentes dependencias policiales y mucho menos en otras fuerzas de
seguridad,... “dice el Señor Fiscal,... nunca tuvo asiento fijo en ellas” Soy
responsable de todo lo que manifesté durante el debate, pero nada va más allá.
Jamás tuve actividad en ningún otro espacio que no fuera la Dirección General
de Investigaciones y jamás integre ninguna “patota” itinerante, ha excepción de
las comisiones que he asumido.
Hablé durante el debate de alegatos de oído, y casualmente hubo de todos los
procesados en este juicio, un solo caso, que estuvo alojado tres o cuatro meses
en la Cría.1ra. de esta ciudad, esperando que cumpliera los 70 años, entonces
de inmediato lo enviaron a su domicilio, todos los demás fuimos del Tribunal
a Marcos Paz. En lo personal, los pocos meses que la justicia me otorgó de
libertad, se transformaron en 33 largos viajes en la Empresa Plaza, de Once a
la Terminal de La Plata, sin darme siquiera la posibilidad de presentarme cada
72 horas en la Comisaría de Policía Federal, de donde fijé mi domicilio
transitorio. No creo a esta altura de mi vida en
determinadas casualidades.
Solo los insensibles no miden cuanto esto duele cuando
uno, cualquiera fuera, ya suma 10 años de prisión efectiva, y no hablo de este
Tribunal, sino de la dirigida investigación previa.
Como ejemplo el Comisario Inspector Roberto Antonio
Cabrera, en sus últimas declaraciones debería haber dicho , en cuanto a
“...la presencia circunstancial...”, lo que seria
verdad, y no “...presencia...”, como acredita el Señor Fiscal en su elevación.
Sus declaraciones en la causa 44, ante el pleno de la
Cámara Federal, en 1.986, fueron bajo juramento, desconozco, si alguien las
cotejó.
El Señor Fiscal Federal, Dr. Franco, me acusa por 18
casos de tormentos, dice “... por parte de un funcionario que guarde...,
concursando materialmente entre si. Yo jamás tuve la guarda de ningún detenido,
ni presté servicios en lugares donde se alojara detenidos. Quizás sea esta una
cuestión técnica que observará la defensa oficial que me asiste, pero no siento
tener responsabilidades sobre la guarda de detenidos.
En su formal elevación a Juicio, el Juez Corazza,
habla en el punto 1, “...de los hechos ocurridos en “Puesto Vasco”, entre los
días 7 de marzo de 1.977 y el 18 de octubre de 1.977. Yo conocí “Puesto Vasco”,
supe de su existencia, a partir de la detención del Señor Juan Graiver y su
esposa Eva Gitnach de Graiver, que fue en los primeros días de marzo de 1.977,
posiblemente el 7 de ese mes. Luego en un tiempo que estimo no supero los 15/20
días posteriores, fueron detenidos el resto de las personas en relación al
“Caso Graiver”.
Deseo destacar de ello lo siguiente. En igual
elevación observo que los Crios. Inspectores Cabrera y Verdura son responsables
de lo sucedido en “Puesto Vasco”, entre el 19 de abril de 1.977 y el
18 de octubre del mismo año. Cuando el Ministerio Público
y testigos lo señalan desde marzo de 1.976, hasta el 29 de mayo de 1.978.
Personalmente, afirmo, que desde el primer detenido
que nuestra comisión especial entregó en “Puesto Vasco”, fueron sus receptores
los Oficiales Darío Delfín Rojas y Roberto Antonio Cabrera, el resto de la
dotación de ese lugar, eran los Oficiales López, a quién vi en una sola
oportunidad, Verduri, Catinero o Catinari, a quien también vi una sola vez y Andorno,
quien luego trabajó con el señor Etchecolatz en una empresa privada y tengo
entendido que falleció. Cómo en toda dependencia había un Jefe, un segundo y
tres Oficiales de servicio que se rotaban en turnos de 24x48 horas, igual que
no menos de 30/40 Suboficiales y Agentes.
En el año 2.008, me dictan una nueva prisión preventiva, por 4
casos nuevos correspondientes a “Puesto Vasco”. Personalmente creo que esto fue
hecho para prolongar mi prisión preventiva. Era el caso “José Cugura y otros”,
no conocí, ni participé en la detención de ninguno de los nombrados. Pero
observo que llamativamente, todo era por la presencia de esas personas en
“Puesto Vasco”.
Por esta y otras varias cuestiones es que me producen un
sabor amargo, los farsantes que hicieron alegatos de oído, los compradores
de manzanas verdes , los repartidores de ramos de flores y los miembros del aún vigente “Club de
Negocios”, todo para tapar sus propias y vergonzantes responsabilidades
penales.
Señores jueces, en el punto Nº. 22 de la sentencia
dictada en el marco de la causa 44/85, o causa Camps (ver Fj.543) dice, “...
disponer la formación de proceso por separado de acuerdo a lo establecido en el
considerando décimotercero, el que obra a fojas 538 y refiere que a lo largo de
la causa surgió la posible
responsabilidad de otras personas no incluidas entre
los procesados de la misma por los hechos que forman parte de su objeto...”.
Así como consta a Fj. 836/837, de la Cámara Nacional
de Apelaciones en lo criminal y Correccional Federal de la Capital Federal , en
cuanto dispone remitir copia integra de las actuaciones de la causa Nº 978,
caratulada “Raffo, José Antonio y otros s/tormentos”, al Juzgado Nacional en lo
Criminal y Correccional Federal Nº4, Secretaria Nº8.
En la causa 44/85, declararon a 2 mts. De mi persona,
aproximadamente 350 testigos, ninguno de ellos me imputó nada, a excepción del
llamado “Caso Graiver”, por el que fui condenado y cuya condena cumplí
íntegramente en prisión, sin ningún tipo de beneficio de los que la ley otorga. Yo
expliqué durante este debate de la forma más amplia posible esa situación.
Sin embargo en la elevación a juicio sobre la base de
un memorando falso en su contenido y exclusivo en la documentación, cuando en
iguales años no son menos de 1.600 los hombres y mujeres condecorados y
felicitados por las Jefaturas de Camps y Ricchieri, se me atribuyen gravísimas
responsabilidades, en el caso conocido como Chorobik de Mariani.
Mientras tenga vida, contribuiré en todo cuanto sea
posible con respecto a este hecho, como lo he practicado frente a este
Tribunal, pero considero importante destacar lo siguiente:
Siempre de la causa 44/85:
A fojas 3104/05, se presenta como querellante la Sra.
Chorobik de Mariani.
A fojas 3146, la Cámara Federal, tiene por presentada
a María Isabel Chorobik de Mariani, como particular damnificada.
A fojas 3673, se deja constancia que el Tribunal
decidió avocarse a numerosas causas, entre las cuáles se citan, la 3160 “
Mariani,
Clara Anahí s/recurso de habeas corpus”, y la causa Nº
130.373 “ Chorobik de Mariani, María Isabel s/denuncia”.
A fojas 4350 el Fiscal Strassera ofrece prueba
testimonial (Chorobik de Mariani y Eduardo José Díaz) y documental (pide la
incorporación de las causas Nº129.342 del Juzgado Penal Nº1 de La Plata, y las
causas Nros. 3160/82 y la caratulada “Mariani Daniel Enrique s/homicidio del
Juzgado Federal Nº3 de La Plata.
A fojas 5933, el Tribunal despacha favorablemente
estas diligencias de prueba.
A fojas 6237 vta., el diario “La Prensa”, informa que
les es imposible remitir un ejemplar del día 25/11/76.
A fojas 6352, el Fiscal Strassera solicita se reitere
al Juzgado Penal Nº1, la remisión de la causa Nº129.342; al Juzgado de menores
Nº1, la causa Nº36.792 y al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas la causa
3160/82 del Juzgado Federal Nº3, en foja siguiente se despacha favorablemente.
A fojas 6563 vta., se dispone incorporar por cuerda el
expediente Nº36.792.
A fojas 7.190, se tiene presente un informe del
Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, respecto de la causa Nº3160/82.
A fojas 7253, se recibe desde Policía- el acta de
defunción de Osvaldo Sconza (corre agregada a fojas 7.254).
La defensa de Etchecolatz ofrece prueba sobre este
hecho: A fojas 7299 nota de Camps referido a este hecho; a fojas 7300 ofrece
como testigos del enfrentamiento del 24 de noviembre de 1.976
en la calle 30, entre 55 y 56 de la ciudad de La
Plata, a las siguientes personas, Comisario General Luís María González; Cabo
Cecilio Reinaldo Gómez; Cabo Néstor Buzzato; Sgto. 1 Carlos Alberto Luna;
Roberto Arturo López; Nelida Durante; Ana María Perrota; José María Pérez;
Beatriz Somoza de Vaminetti;
José Luna; Mabel Pacheco de Arturi; Dimas Lozada y
Mario Sartori; solicita la incorporación de los ejemplares de los diarios La
Nación, La Prensa y El Día con las noticias de este hecho y los expedientes
Nº19.320; 129.342; 3160 y 90.928.
A fojas 7362, la Cámara hace lugar a la prueba
ofrecida, limitando el número de testigos a cinco para que depongan sobre el
enfrentamiento. Esto implica que el enfrentamiento, al igual que la denuncia
sobre la bebé, fue motivo de juzgamiento.
A fojas 7420 corre el informe de la Jefatura de la
Policía de la Prov. De Buenos Aires, sobre los Policías víctimas de este
suceso. A fojas 7421 un informe sobre antecedentes de Diana Esmeralda Teruggi.
A fojas 7422, la Cámara tiene presente los informes
anteriores y con respecto del obrante a fojas 7420 dice: ...téngase presente lo
informado por la Policía de la Provincia de Buenos Aires, con respecto al
enfrentamiento del día 24/11/76 referente al caso Nº6...”.
A fojas 7584, la Sra. querellante Mariani ofrece
prueba sobre la desaparición de su nieta y el homicidio de Diana Esmeralda
Teruggi. Solicita las declaraciones de Camps; Sertorio; Etchecolatz;
Forastiero; Bussato; Eduardo José Diez; Jorge Silvani, Roberto Grillo; Luís
Vides; Daniel Del Arco; Julio César Garachico y los Monseñores Graselli y
Montes.
A fojas 7682 vta., se despacha esta prueba.
A fojas 7828, escrito de la Sra. Mariani aportando
datos de testigos.
A fojas 8323/8866, el Tribunal dicta sentencia
y con referencia a este caso y llega a la conclusión que, “...No obstante, las
diligencias llevadas a cabo por el Tribunal, que más adelante se habrán de
analizar, no alcanzan para acreditar el hecho denunciado,... hacen prudente
adoptar el temperamento absolutorio antes mencionado...”
A fojas 9510, la señora Chorobik de Mariani interpone
recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia disconforme con el
tratamiento del caso en que fueron abatidos 5 personas. La Cámara rechazó el
recurso.
En la causa 44, declararon, Eduardo José Díaz
(Fj.1338/1348); Nélida Durante de Espil (Fj.1349); Ana María Houcourite de
Perotta (Fj.1358); José María Pérez (Fj.1371); Beatriz Somoza de Vaninetti
(Fj.1376); Cecilio Reinaldo Gómez (Fj.1388); Néstor Rubén Buzzato (Fj.1398).
La ligereza del Fiscal Franco, al pretender en su
requisitoria de elevación a juicio que no se logró acreditar que desde el
inmueble del matrimonio Mariani se efectuaron disparos, no resiste el menor
análisis.
Señores Jueces, Señores Fiscales, con absoluta
tranquilidad moral y espiritual, reitero que yo no participé en este hecho.
Todo fue como lo declaré durante el debate.
En la elevación a juicio, hechos Nº2, se me incrimina
por un memo firmado por Camps, del cuál
desconozco que fecha tiene. Sobre ello deseo contribuir con lo
siguiente:
A)
A
fojas 2262, aparece la nota firmada por Camps,(solo una entre centenas). En
ella se felicita a Buzzato; Gómez; Vides y Cozzani.
B) En el legajo de Guallama, a fojas 2015/2035, consta que con
fecha 30/11/76, la Jefatura lo felicita.
También con fecha 22/12/76 y en el Día de
la Policía, se hizo acreedor de una Condecoración “ Orden de San Miguel
Arcángel. Todo consta en el libro de Orden del Día, correspondiente al 22 de
diciembre de 1976, a fojas 2226/2257,en una constancia figura a fojas 2247 vta.
Guallama. En la misma a fojas 2226 se acredita el fallecimiento del Agente
Sconza y los señores Gómez y Buzzato como personal herido a fojas 2227 vta.
Todos fueron condecorados, menos yó, que
sí lo fui en Diciembre de 1977, por otro motivo.-
Testimonio que brindé, dije y sostengo que jamás
presté servicios en “Puesto Vasco”, ni en ningún otro destino que no fuera la
Dirección General de Investigaciones, en la custodia del Director. Solo
concurrí de la forma y en las fechas que asumí en este debate.
Lo dicho en el punto precedente, es porque leyendo
tomé conocimiento de lo siguiente:
a) ALLEGA, Jorge Alberto, fue trasladado a
“Puesto Vasco”, en noviembre de 1.977.
b) GRAMANO, Amadeo, permaneció en igual
lugar hasta el mes de diciembre de 1.977 o, el 24 de junio de 1.978.
c) GUARINO, Juan Carlos, estuvo en “Puesto
Vasco” desde el 10 de noviembre de 1.977, hasta el 6 de enero de 1.978, junto
con los señores CHIESA y SLASKIN.
d) CHIESA, Alcides Santiago a fojas 22/32
del legajo Nº97, en “Puesto Vasco”, desde el 15 de octubre de 1.977.
e) El señor GOIN en igual lugar, hasta el 24
de agosto de 1.978.
· En igual elevación, el Dr. Corazza, dice,
...”también se pone de resalto la alta posición que Cozzani ocupaba durante la
comisión de los hechos, con la declaración del Dr. Julio Cesar Miralles, quien
a fojas 37/40 del legajo Nº 55 refirió que la comisión que lo detuvo, estaba
dirigida por el señor Beto Cozzani, habiéndolo individualizado cuando ya estaba
el dicente en libertad.
Su hermano Carlos Miralles a fojas 41/48
de igual legajo, manifiesta que fue detenido junto con Julio Cesar y
textualmente, “...al atender la puerta ingresa un señor que se titula ser Beto
Cozzani, que representaba fuerzas policiales de la Provincia de Buenos Aires...”.
Jamás desde 1.986, negué esas
detenciones, como se sucedieron los hechos, la forma y hasta donde nos
ordenaron conducirlos, que reitero fue el patio de Bomberos en la entonces
jefatura.
Nunca usé un nombre que no fuera el mío,
porque no tenía porque. Nunca hubiera actuado de forma encubierta o con nombres
de fantasía, porque no creía estar cometiendo delito alguno, pues si así fuera
no lo hubiera hecho, y cuando comencé a olfatear cuestiones ajenas a mis
principios, pedí la baja y me fui. Desde 1.978 hasta hoy, jamás tuve que ver
con algo relativo a la seguridad. Pero soy conciente que el conjunto de
escritos y manifestaciones co ayudan a demonizar mi persona.
Mi vida nada tuvo, ni tiene que ver con
la figura armada por alegatos de oído, mezquinos intereses corporativos y
comerciales. Fui, voy e iré por la verdad.
· A fojas 4178/4178 vuelta, dice una
vergonzante mentira el testigo señor BALLENT, textualmente,... “a CABRERA lo vi
una sola vez en “Puesto Vasco”, el pertenecía a la
· Brigada de Toxicología de Morón, y el
trato que me brindó fue excelente porque consideraba que los detenidos no eran
enemigos para él. Yo tampoco consideré jamás a los GRAIVER, ni a nadie, mis
enemigos, quien así pensara es un demente.
· Los folios 118 y 119 de igual elevación, son
un conjunto de hipocresías, arreglos espurios ajenos a la justicia y total
distorsión de la verdad. Por momentos pareciera que los señores CABRERA y
BALLENT fueran novios, en buena hora, pero que lo comuniquen oficialmente para
poder festejar.
· Señor Presidente, Señores Jueces, Señores
Fiscales, no puedo negar mi cuota de bronca, pero todo lo expresado refleja la
ruina de mi vida ya cristalizada, en manos de una porción de funcionarios
policiales corruptos, con treinta, y más años de servicio, que actuando
corporativamente eligieron en mi caso un “chivo expiatorio”, con 27 meses de
servicio activo.
Soy y seré durante el resto de mi vida
responsable de todo cuanto asumí ante ustedes, pero no actuaré jamás como un
pretendido encubridor que asuma las faltas o delitos de terceros.
Por mis errores estoy pagando y pagaré lo
que corresponda.
Doctores, el valor de un informe, en
cualquier ámbito, depende de su cuna. El odio y el rencor no debieran existir
en algunas valorizaciones, ya que ello solo conduce a un mundo despreciable.
Escuché a numerosos superiores en
alegatos y libros. Cuando uno atribuye todos los errores o los males a los
otros, y se cree irreprochable, esta preparando el retorno a la violencia.
Yo cometí en mi vida errores y hoy debo asumirlos.
Pero también soy conciente que si dejáramos la hipocresía a un lado,
encontraríamos la explicación al origen de todos nuestros males.
A la sociedad en su conjunto les hago
saber que nunca cometí horrores, y me arrepiento de los errores cometidos, por
los cuales le pido perdón a Dios todas las mañanas en mi celda.
A mis “poquitos”, jamás los engañé, desde
que tuvieron uso de razón supieron quien fui durante un muy corto pero penoso
tiempo de mi vida. Les pido que nunca tengan dolores de ninguna naturaleza y
mucho menos, malos sentimientos para con nadie.
Señores Jueces, Fiscales, Querellantes y defensores,
les agradezco el haberme escuchado cada vez que pedí intervenir en este debate.
Creo importante que en todos los casos se considere al hombre, el tiempo y sus
circunstancias. También abogo porque la Justicia, se reinserte en el Poder
Judicial de la Nación.
Dispongan lo que consideren, así nací, así viví y así
seré hasta el último de mis días. MUCHAS GRACIAS.
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