A través de una amiga tomamos temprano conocimiento de la triste noticia delfallecimiento del señor General de Brigada (R) Don Ibérico Saint Jean , detenido como Preso Político. Tenía 90 años de edad
Con él, son ya 174 (ciento setenta y cuatro) los Camaradas fallecidos, pertenecientes a todas las Fuerzas Armadas, de Seguridad, Policiales y Penitenciarias; en el marco de este proceso de persecución, teñido de incontables irregularidades jurídicas y sistemática venganza.
Expresamos nuestras sentidas condolencias a todos sus familiares, compañeros de Promoción y amigos, rogándole al Señor, les conceda pronta y cristiana resignación. Pedimos a la sociedad argentina que en su próxima y justa Protesta y Movilización, incorpore un también justo reclamo por la paz, concordia, justicia e historia completa dentro del marco de igualdad contra la ley.
Dadas las avanzadas edades y estados de salud de los Presos Políticos en la Argentina, estas lamentables noticias son cada vez más seguidas. Una vez más levantamos nuestra voz hacia el poder de turno, no pueden continuar con esta matanza selectiva… es su obligación como presidente de todos los argentinos garantizar el debido proceso, la igualdad ante la ley y por sobre todo lograr la unión de la sociedad para superar las antinomias que después de 202 años aún nos mantienen divididos. Es hora de sin odios, ni venganzas, es hora de una mirada superadora.
Sinceramente,
Pacificación Nacional Definitiva
“Saint Jean, Ibérico, Gral.
La Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia participa su fallecimiento y ruega una oración por el alma del soldado cabal y probo ex Gobernador de la Provincia de Buenos Aires que, al cabo de una prístina gestión caracterizada por un quinquenio de equilibrio fiscal, vivió en la austeridad del honesto, regresando a su humilde vivienda, de donde fue secuestrado por jueces prevaricadores que –subordinados a la ideología vengativa del poder de turno, haciendo tabla rasa con la legalidad y con reiterados dictámenes médicos oficiales que sostuvieron la incapacidad del nonagenario general, afectado de severas dolencias terminales, para afrontar un juicio penal- le negaron elementales derechos, incluido el de prisión domiciliaria, para recluirlo recientemente en una cárcel común”.
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