sábado, 11 de septiembre de 2010

A 4 años de la muerte de Fernando Siro


Morir con una espina clavada en el corazón.

Es curioso, pero así murieron, casi al mismo tiempo, dos personas que no se conocían.
Uno buceaba en Australia. El otro penaba en Argentina.
Seteve Irwin, el famoso “cazador de cocodrilos”, murió en los mares de su Australia natal, filmando un documental sobre las “manta rayas”. Un descuido, una fatalidad, algunos dirán que el destino, hizo que Irwin recibiera el estilete ponzoñoso de un animal salvaje en medio del corazón.
Al otro lado del planeta, en una Argentina envenenada por los animales salvajes del odio, murió Fernando Siro. Actor.

A Fernando Siro, los salvajes animales lo acorralaron en vida. Quisieron lincharlo en una esquina céntrica en nombre de una república y de una democracia que nunca le ofreció el abrazo cálido de la justicia. Y eso que república y democracia conocen bien a esta clase de animales ponzoñosos que trafican sus odios en Argentina a plena luz del día. Son los mismos que con cara de piedra dicen “nosotros nunca intentamos la justicia por mano propia”…pero le reventaron la cabeza a Fernando Siro, enfermo de cáncer terminal, y molieron a golpes a su esposa Elena Cruz, de 70 años. A Miguel Etchecolatz le destrozaron todos los vidrios de su casa, le tiraron abajo el portón, se subieron a lo techos, le cortaron la electricidad y la línea telefónica, y el gas. Le tiraron alquitrán y, como no pudieron incendiar la casa golpearon a su esposa. Los mismos que intentaron linchar a Roberto Alemnan, mientras caminaba por las calles de Buenos Aires. Que acosaron al ex Juez Leopoldo Russo a la salida de un juicio por la verdad (que es mentira), hasta provocarle un infarto…los mismos que en patota de “100 valientes”, acorralaron a Julio Simón en una confitería, hasta romperle los huesos. Son los que vociferan tolerancia, pero echan a Fernando Siro y a su esposa Elena Cruz de la Asociación de Actores para dejarlos sin obra social.

Es que Siro y Cruz cometieron un pecado imperdonable en esta democracia de salvajes ponzoñosos: Opinar.

Irwin, murió al otro lado del planeta, mientras filmaba un documental sobre salvajes animales ponzoñosos, uno de ellos le atravesó una espina, como espada, en el corazón.

Fernando Siro murió aquí, a la vuelta de la esquina. Murió de cáncer.

Irwin murió en su ley, y en un mundo que comprende casi todo.

Siro murió sin ley, en una Argentina que no tolera casi nada.

Ambos se llevaron una espina enorme y venenosa de salvajes animales clavada en el corazón.
Fernando Siro... descanse en paz

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Que desde el infierno siga sangrando por al herida del orto (me refiero a Siro, por supusto)

Anónimo dijo...

che... Sopenco, el que parece desangrarse en cada comentario sos vos!!! jajajjjajaj..y también un je

Anónimo dijo...

Si. Pobre el "turco Julián". Él que se jugó por la patria. Él que debió secuestrar, torturar, violar, robar, asesinar o hacer desaparecer gente para defender nuestra moral occidental y cristiana fue golpeado y luego enjuiciado y encarcelado. ¡Cuanta ingratitú!

Anónimo dijo...

Si. Pobre el "turco Julián". Él que se jugó por la patria. Él que debió secuestrar, torturar, violar, robar, asesinar o hacer desaparecer gente para defender nuestra moral occidental y cristiana fue golpeado y luego enjuiciado y encarcelado. ¡Cuanta ingratitú!

Anónimo dijo...

Si. Pobre el "turco Julián". Él que se jugó por la patria. Él que debió secuestrar, torturar, violar, robar, asesinar o hacer desaparecer gente para defender nuestra moral occidental y cristiana fue golpeado y luego enjuiciado y encarcelado. ¡Cuanta ingratitú!

Anónimo dijo...

Una cosa no quita la otra. La democracia bien entendida implica aceptar que alimañas como Fernando Siro y señora opinen las barbaridades que siempre han opinado, sin que por eso haya que partirle un cartel en la frente por más ganas que tengamos.
La comparación con Steve Irwin tiene el mismo nivel que el resto del texto, casualmente tan pobretón como los análisis políticos (y las películas casi siempre olvidables) del finado Siro.
Intentaría explicar por qué condenar abiertamente las expresiones antidemocráticas (sin violencia física) no es "ponzoñoso", pero intuyo que el electroencefalograma del autor (y los de los lectores que se maravillan con sus mediocridades) es más llano que La Pampa, así que opto por dejarlo ser.

Anónimo dijo...

quisiera conseguir la pelicula lo prohibido esta de moda, de Fernando Siro ,

quien la tiene?

Anónimo dijo...

El peronismo comenzó la pudrición de Argentina. Por si alguien no lo reuerda Perón era militar. Los militares del '76 siguieron destruyendo el país. El prócer riojano siguió aventando la desgracia. Y la frutilla podrida de la torta es esta horrorosa orgía de cinismo y perversidad llamada "kirchnerismo". Esto es el fin.
-anónimo-

Anónimo dijo...

En un pais que no se puede opinar cualquiera sea la bandera, sin que venga un ignorante que por tan ignorante la justicia lo considere no imputable y porceda a utilzar la fuerza como respuesta a una opinion o bandera, simplemente no se puede considerar país, sino republiqueta gobernada por gorilas de bandera encubierta.

Anónimo dijo...

Me parese que todos estos zurdos truchos y democrats truchos que aparecen ahora a golper e insultar y descalificar al que piensa distinto son una raza de cobardes solo valientes en grupos ignorantes sin valor de personas seres vacios lleno de bronca y rebeldia por buscar la defenza de derechos humanos piensan sr heroes y buenos ciudadanos ?? no ser buenos ciudadanos no es igualdad con limosnas sino tener voluntad de trabajo , orden , dignidad y talento empezar por uno ... Esa es la clave lo justo es justo y nadie lo cambia .

Anónimo dijo...
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