sábado, 16 de mayo de 2009

Ausencias...

Específico Pérez, hombre manso salvo el día en que sus nietos miran el programa de Tinelli, caminaba por la vereda del asilo de ancianos. 

Son los primeros fríos del otoño entrerriano. Tras el alambrado, un grupo de viejas vidas mira la vereda. Están uno al lado del otro, todos sentados al sol, pero cada uno está absorto en su mundo. Entonces Específico Pérez pensó en eso de las ausencias.

“El frío no existe, es la ausencia de calor”, le repetía a Específico Pérez hasta el cansancio don Pedro Lacabe, su viejo profesor de gimnasia. Es curioso cómo muchas cosas se definen con ausencias, se dijo para sus adentros Específico Pérez. El color negro no existe, es la ausencia de colores. La oscuridad no existe, es la ausencia de luz. El mal no existe, es la ausencia del bien… cuántas cosas!, y entonces volvió a mirar dentro del asilo y pensó en la soledad de la vejez. ¿Existirá?… y allá siguió su camino Específico Pérez, enumerando en voz baja las incontables ausencias que provocan la dolorosa soledad de la vejez…

1 comentario:

Silvina dijo...

En una sociedad que privilegia "la eterna juventud", aunque sea de manera artificial, y aun a costa de la propia vida. Donde lo físico y material tiene prioridad, por sobre los valores espirituales, "nuestros viejos" seguramente sentirán la ausencia: de quienes ya partieron antes que ellos, de quienes los han relegado... Tiene razón E.P. :"muchas cosas se definen con ausencias".
Saludos.