La presidentA llegó ayer a la ciudad bonaerense de Tres Arroyos. Llegó puntual y confiada, a entregar las dádivas correspondientes de su política populista.
En un avión llegó el gobernador de la provincia, Daniel Scioli.
En otro la presidentA.
Ninguno de los aviones apagó las turbinas durante las dos horas que duró la visita de los "reyes magos".
Los magos del "desoriente": Avión, helicóptero, un poco de camioneta en un lugar ad hoc, discurso encendido, reparto.... helicóptero, avión y chau.
Abajo, la otra Argentina.
La Argentina indignada que quiere ser escuchada. Y entre que el gobierno es sordo y encima no apaga las turbinas...
De todos modos, alguien comentó ayer sobre la queja plañidera de una presidentA incómoda... "¿pero che, ni repartir casas tranquila puedo?".
Cristina... cada vez más cerca de los caminos del inca...paz.
Sí, aquél del helicóptero.
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