1983 - 25 AÑOS -2008
A ver... después de muchas idas y vueltas, anoche nos juntamos a celebrar los 25 años de recibidos. "Fectivamente", y si las matemáticas no le han fallado al gallego Manterola, hace 25 años que egresamos de la gloriosa Escuela Nacional de Comercio de Gualeguay.
A ver... después de muchas idas y vueltas, anoche nos juntamos a celebrar los 25 años de recibidos. "Fectivamente", y si las matemáticas no le han fallado al gallego Manterola, hace 25 años que egresamos de la gloriosa Escuela Nacional de Comercio de Gualeguay.
Desde las 10 de la noche y hasta las 6 de la mañana, pudimos recordar mil historias. Cena en el Club Social, cervezas varias en el Apolito de los Ipoutcha, y por último, whisky y "cafeces" en Las Margaritas.
Nota de color. Los varones muy canosos, pero con los cuarenta y pico llevados con hidalguía... y las mujeres muy escotadas, pero con todas sus audacias esgrimidas con clase.
Lo que dio la pauta de que el grupo ha madurado, es que no tuvimos que llevar a ningún borracho hasta su casa.
Muchos, nos reencontrábamos después de 25 años... con otros, uno se cruza seguido en algún rincón de la Ciudad.
La verdad, está bueno, muy bueno este ejercicio de homenajear la nostalgia. De volver en el tiempo con la charla plagada de anécdotas. De ejercitar la emoción. De reconocernos hoy, debajo de las peladas, las canas y lo kilos de más, en los mismos ojos y en los gestos olvidados de los demás.
Por una noche, mágicamente, volvimos al cole.
Volvimos a recorrer las calles de Gualeguay, imaginariamente, con los guardapolvos y con los sueños casi.
Recordamos lo bueno y lo no tan bueno, con ese tamiz especial que impone el tiempo.
Los miedos con los que fui, se disiparon rápidamente con el primer abrazo.
A pesar de los años, de las canas, de los kilos, por una noche todos volvimos a ser jóvenes.
Anoche, los médicos, los contadores, los empresarios, los docentes, los periodistas, los políticos, los profesores...todos fuimos por unas horas un puñado de recuerdos recordados con alegría de chicos. Tanto, que por un momento creí que ayer nomás habíamos dejado la Escuela para marchar en busca de esos sueños grandes...
Convengamos que, a pesar de todo, y a pesar del tiempo, nuestro grupo ha tendio un buen sino... si bien ninguno llegó a ser astronauta ni presidente, tampoco nos ha ido tan mal.
Claro que está bueno encontrarse con la historia de uno. Por eso, varios viajaron mucho para estar anoche compartiendo nostalgia. Compartiendo vida. Algunos vinieron desde Nueva York, otros desde la Patagonia, desde las entrañas de Misiones, o desde lo profundo del campo gualeyo.
A todos, gracias por la noche genial de anoche... ahora sé, que a aquella historia nuestra que nos juntó hace tanto tiempo en las aulas de la Escuela, no la ha podido matar el tiempo... vive con mucha vida, en cada uno de nosotros.
¡¡Hasta cualquier recuerdo!!!
Horacio R. Palma
Ruth, Silvana, Diana, Claudia, Mónica, Yoli, Chuni, Cristian, Moncho, Ramoncito, Daniel, Marcelo, Pablo, Peter, Cuchichanga, Ricardo, Víctor, Pazuchi...y yo.
(Fideo, Viviana, Verónica, Flaco, austentes con aviso...pero presentes)
Gracias Mónica por las fotos...esperemos que para los 50 años de recibidos, logres acomodar la fecha en la máquina!!!
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