sábado, 30 de agosto de 2008

Se viene el efecto cascada...ahora, Rucci también

Algunos sindicalistas debaten si el crimen de José Ignacio Rucci debe considerarse de “lesa humanidad”


“¡Rucci, traidor! ¡A vos te va a pasar lo que le pasó a Vandor!”. A José Ignacio Rucci le retumbaron los oídos. Fue hace exactamente 35 años, en la puerta de la Confederación General del Trabajo (CGT), mientras Juan Domingo Perón realizaba su último acto de campaña electoral, antes de ser elegido presidente por tercera vez. Casi un mes después, el 23 de septiembre de 1973, Perón ganó las elecciones. Dos días después Rucci fue asesinado. De acuerdo con la última investigación relatada en Operación Traviata, ¿quién mató a Rucci?, del periodista Ceferino Reato, el ataque fue realizado por un pelotón de Montoneros encabezado por Julio Iván Roqué, un pedagogo cordobés conocido como “Lino”.
Para el sindicalismo peronista, la muerte de Rucci es una herida abierta. Algunos jefes sindicales incluso se animan a reclamar que se lo considere “ delito de lesa humanidad”, con el fin de que no prescriba. “El ámbito adecuado para hacer ese planteo es en el Partido Justicialista”, admitió a PERFIL el dirigente Omar Viviani (taxistas), quien integra el reestructurado pejota, presidido por Néstor Kirchner.
Viviani, aliado de Hugo Moyano, cree que “la foto histórica de Rucci con el paraguas negro cubriendo al General, tiene una lectura más profunda: Perón estaba resguardado por el movimiento obrero”, dijo a PERFIL. “Así como se investigan otros tipos de crímenes de lesa humanidad, el asesinato de Rucci fue de lesa humanidad, y siempre reclamamos que se investigue. Pero lamentablemente, hay muchos que no se quieren hacer cargo”, agrega el secretario gremial de la CGT, quien afirma que en la Central la postura sobre el asesinato del líder “es totalmente homogénea”. “Cuando mataron a José no sólo quisieron hacerle un gran daño a Perón, también quisieron borrar la estructura sindical peronista y vertical. Es más profundo que una venganza”, asegura Viviani.
En la CGT paralela, el gastronómico Luis Barrionuevo, dispara: “ Los montoneros, a quienes repudiamos toda la vida, lo hicieron en contra de Perón. Fue una venganza, por la Masacre de Ezeiza. No tenga duda de que encuadra en el delito de lesa humanidad. Si hay Justicia, que haya para todos. Las muertes son muertes, hablamos de abuso o mayor grado de responsabilidad para aquellos que ostentan uniforme, pero no se puede asesinar por asesinar. No hay voluntad de investigarlo. El Gobierno debería incentivar a que se investigue a todos por igual”.
Fuente: Perfil.com

2 comentarios:

benjaminbof dijo...

OTRA DE PERFIL : Y ESTO?
La investigación del triple crimen de General Rodríguez destapó una serie de negocios espurios con nueve empresas proveedoras de servicios de salud que, además de aportar cerca 4 millones de pesos a la campaña presidencial del Frente para la Victoria (FPV), estarían relacionadas con un grupo de narcos mexicanos que operaba en Ingeniero Maschwitz.

El escándalo, que surgió a partir de las conexiones entre los principales accionistas de las firmas y que salpica la figura de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, es sólo comparable con el alboroto que provocó en 1999 el financiamiento de la campaña presidencial de la fórmula Duhalde-Ortega. Vaya casualidad, la empresa Mercado Abierto SA, que manejaba el dinero del cartel mexicano de Juárez en Buenos Aires, acercó más de un millón de dólares.

Sin embargo, el tema no se profundizó lo suficiente. Quizá porque no aparecieron cuerpos ni crímenes con ribetes mafiosos, como los de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35), acribillados el 13 de agosto pasado en un zanjón. En este caso, el análisis de los contactos y los negocios de una de las víctimas abrió un enorme abanico de nombres, muchos de ellos vinculados al poder político.

Cadena de favores. Forza estaba a cargo de la droguería Seacam SA, una empresa que el 29 de octubre de 2007 aportó 200 mil pesos a la campaña de CFK. ¿Qué recibió a cambio Forza? Nadie se anima a confirmarlo, pero la versión que circuló con más fuerza indica que tenía previsto reunirse con la Presidenta pocos días después su muerte. Otros, en cambio, especulan que el dinero podría tener relación con los favores recibidos antes de la campaña. ¿Cómo se explica esto? Seacamp SA fue proveedor del Hospital Francés en la etapa de intervención. Antes del acuerdo llegó a facturar 1.800.000 pesos y ocho meses después triplicó esa cifra: $ 4.200.000.

Además de ser un hombre ávido para los negocios, Forza tenía tantos contactos como amigos. Con uno de ellos se metió en el negocio de la salud: Ariel Vilán (34), el empresario que se suicidó el domingo y prefirió llevarse a la tumba todo lo que sabía.

Más información en la Edición Impresa

benjaminbof dijo...

FORZA ITALIA!!!!: "En Güemes, entre Quemes y Las Retamas hay una cocina de cocaína. Hay mucho movimiento. Habría entre ocho y diez personas y serían extranjeros". El único error era que no se trataba de una "cocina de cocaína", sino de un laboratorio de éxtasis. En realidad, la "cocina de cocaína" estaba en la otra casa, en Derqui.
Droguerías fantasma

Hasta el momento, Forza no aparece mencionado en la causa judicial que se instruye en el juzgado federal de Zárate-Campana, a cargo del juez Federico Faggionatto Márquez, entre los intermediarios que entregaron la efedrina a los mexicanos que instalaron el laboratorio clandestino en la quinta de Ingeniero Maschwitz.

No obstante, los investigadores no descartan la posibilidad de que la operación se hubiera concretado a través de alguna de las droguerías fantasma creadas por el empresario para aumentar su capacidad de compra y venta de efedrina.

"Los datos de los llamados anónimos que recibió la policía eran muy precisos. Solamente alguien que conociera muy bien lo que funcionaba en las dos quintas porque concurría a realizar entregas podía tener esa información. Alguien que estuviera desesperado ante la posibilidad de que pudieran matarlo, podría haber llamado a la policía. Así, lograría sacar del juego a aquellos a los que había traicionado", explicó una importante fuente de la investigación.

De todos los personajes involucrados en la investigación del laboratorio de Ingeniero Maschwitz, el único que apareció asesinado fue Forza.
Oscura trama

Forza fue secuestrado el 7 de agosto último junto con dos empresarios amigos: Damián Ferrón y Leopoldo Bina. Los tres cuerpos fueron hallados seis días después en un zanjón de General Rodríguez con 16 balazos. Los asesinos parecen haberse ensañado con Forza. El recibió tres balazos en la cabeza y cuatro en el tórax.

A partir del hallazgo de los cuerpos de los tres empresarios, quedó al descubierto una trama de organizaciones que comercializaban medicamentos robados y estafaban al Ministerio de Salud y Acción Social y al PAMI. En una de esas causas penales fue denunciado Forza. En relación con al misma maniobra, la ex titular del PAMI Graciela Ocaña denunció que uno de los empresarios involucrados en la defraudación amenazó con matarla. Mientras que en mayo último, Forza denunció que el mismo empresario sería el responsable si a él le pasaba algo.

Una camioneta Peugeot Partner que pertenecería a la distribuidora de medicamentos del empresario denunciado por Forza y por Ocaña fue vista cuando entraba y salía de la quinta de los narcotraficantes mexicanos en Ingeniero Maschwitz.