sábado, 1 de marzo de 2008

¿EN QUÉ QUEDAMOS?

Que manden al prófugo”

En su primer discurso como ex presidente, Néstor, que es Kirchner, además de realizar un explícito apoyo a la gestión de Cristina Fernández, que también es Kirchner, y que también es su esposa (Argentina es como Cuba, cambia solo el nombre del presidente, ni siquiera el apellido) reclamó airadamente a los Estados Unidos, para que extradite al empresario venezolano Guido Antonini Wilson. Don Wilson, aunque muchos lo hayan olvidado, fue uno de los varios que llegaron a la Argentina, desde Venezuela, en un avión privado con 800.000 dólares para la campaña de Cristina (la presidenta cuya imagen va en caída libre), y atestado de funcionarios argentinos y bolivarianos.
Don Néstor, desde sus coquetas oficinas de Puerto Madero, prestadas o alquiladas o vendidas o cedidas por el amigo Midlin, disparó entonces: "Los argentinos estamos siendo manoseados por una banda de mafiosos: Manden al prófugo y extraditen a Wilson porque los argentinos queremos saber la verdad de las cosas". Espere un minuto, estimado lector…es que se me descontroló la carcajada. Don Néstor, sin sonrojarse, pedía a los gritos que la justicia norteamericana enviara a la Argentina, al mismo tipo que la justicia argentina había dejado “fugarse” sin problemas.
Pasaron los meses, la justicia norteamericana siguió adelante con el juicio. A fondo. Mientras tanto, en Argentina, miles de kilómetros al sur de la democracia, la jueza intenta darle apariencia de formalidad a un juicio desganado. Y llama a declarar a los señalados en la causa de la valija, pero…resulta que el ex jefe de PDVSA y su hijo no vienen a declarar. En Argentina, la causa que investiga la valija con 800 mil dólares que trajo Guido Antonini Wilson para la campaña de Cristina Kirchner, sigue hasta ahora en la nada. Daniel Uzcátegui Matheus y su hijo Diego, los funcionarios bolivarianos de PDVSA, no se presentan a declarar. Un diario importante de Buenos Aires, publicó hace unos días que “los Uzcátegui
no quieren declarar en la causa para no comprometer a funcionarios argentinos, específicamente al ministro de Planeamiento Julio De Vido”. Verdad o no, extraño resulta que don Néstor Kirchner, presidente en las sombras, no reclame con la misma pasión que antes, “que manden a los prófugos”, aunque técnicamente no lo sean. Después de todo, Antonini tampoco lo era. ¿Se animará Cristina, con la misma firmeza con que maltrató a su reciente invitado oficial, el dictador africano, a pedirle a Hugo Chávez que "mande a los prófugos" que dilatan su testimonio ante la justicia argentina? No se ría… tal vez Cristina sí sea valiente después de todo, y nos brinde una sorprenda en su próximo viaje al increíble mundo bolivariano.

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