sábado, 1 de diciembre de 2007

PENSANDO EN VOZ ALTA

DE LA PUERTA DE CASA, A LA ETERNIDAD

“Marx ha olvidado que el hombre es siempre hombre. Ha olvidado al hombre y ha olvidado su libertad. Ha olvidado que la libertad es siempre libertad, incluso para el mal. Creyó que, una vez solucionada la economía, todo quedaría solucionado. Su verdadero error es el materialismo…” (Spe Salvi. Papa Benedicto XVI)

Ha sido una semana atípica. Hablo, como siempre, solo por mí.
Diez veces durante la semana me topé con temas sobre los que me prometí escribir. Es mi manera de “pensar en voz alta”. Estoy dando vueltas en la cama. El despertador acaba de sonar por tercera vez en la noche. Esta tercera vez, el despertador del celular suena sólo para mí. ¿De qué iba a escribir?, pienso mientras miro el celeste clarísimo de ese pedazo de cielo atrapado en la ventana.
Ahora, mirando el techo desde mi cama, recuerdo que el primer tema me asaltó el domingo pasado. Ese día me levanté temprano. Salí, y en la vereda de casa me encuentro con un policía y Juan Carlos, el encargado de edificio. Ambos, abocados a la triste tarea de ubicar el paquete que acaban de encontrar tirado en la vereda.
Tres chicos en un auto pararon en la puerta del edificio, comenta el policía, dejaron el paquete en la vereda…y se fueron con la música a todo volumen. El paquete en cuestión es una chica de 17 años que duerme a pata suelta en la vereda, a pesar del vómito y las moscas que le rondan la boca. Triste. Es la chica del quinto, dice Juan Carlos. La levantan. Ella emite un sonido gutural. Desde el fondo de sus palabras arrastradas, alcanzamos a entender “no, yo puedo sola”. No puede con nada. Llegamos al quinto piso. Una señora que espera allí el ascensor, se asusta el vernos llegar. Ve a la chica del 18. Sonríe. “Je, tiempos modernos”, murmura. El policía toca timbre. Nada. Insiste. Nada otra vez. Se prende al timbre durante un buen rato. Ahora se oyen unos pasos arrastrados detrás de la puerta. “¿Quién es?”. Soy yo, Juan Carlos. Suenan los clap clap de varias cerraduras. Se entorna la puerta. Un hombre en calzoncillos y con los cabellos revueltos, se despabila enseguida cuando ve a su hija. “Uy, la nena… ¿qué le pasó?”.
“No se preocupe señor, tiene un pedo de novela”, le contesta fastidioso el policía.
El padre agarra lo que queda de su hija. Una señora en camisón se asoma por detrás. “Mirá negra, la nena vino borracha!”. Se cierra la puerta. Nadie escucha un “gracias”.
OTRO “DÍA”
Ahora en Galarza. Alguien baleó el frente de un local donde se instalará un supermercado. Varias cosas apunté sobre esto. Primero, la intolerancia. Segundo, la prepotencia. Tercero, la insensatez. Y todas juntas, se parecen mucho a la imbecilidad. Me cuesta imaginar un almacenero baleando a la competencia. No me entra en a la cabeza el discurso demagógico de los políticos. “Vienen a romper las economías regionales”, dijo la Intendente. Preocupante me resultó escuchar al gerente de la Cooperativa de General Galarza en un reportaje radial. Un discurso retrógrado, argumentos endebles, y el desconocimiento de lo que es una franquicia. Grave.
Es curioso ver cómo los progresistas se vuelven conservadores cuando tocan sus intereses. Cooperativistas con las pérdidas, capitalistas con las ganancias. Así cualquiera. “Se vienen a llevar la plata del pueblo”, es la excusa urgente para justificar la intolerancia y el conservadurismo de sus intereses. Pero curiosamente, luego están en primera fila, o pelando por la foto junto a un gobierno cuya política es, desde hace años, esquilmar las economías regionales con vergonzosas retenciones que chupan el dinero del interior, para utilizarlo indiscriminadamente con superpoderes absurdos. En fin.
JURAR EN VANO
Como otras muchas cosas, nuestros políticos han bastardeado hasta las formas de nuestra democracia. Ahora ha sido el turno de bastardear las formalidades de los juramentos. Antes, la formalidad requería jurar sobre la Constitución, y a los cristianos, sobre los Santos Evangelios. Ahora, se jura por cualquier cosa…total
Los nuevos senadores entrerrianos, esto hay que reconocerlo, estuvieron a la altura de los tiempos. Guastavino mencionó en su juramento, los ideales de sus hermanos montoneros. “Juré preservando la memoria hacia aquellos que lucharon y desaparecieron para que no nos roben ni las conquistas, ni los derechos, ni el patrimonio a los argentinos” (¿?). Blanca Osunal: “juro por la verdad, memoria y Justicia por los 30.000 desaparecidos” (¿?). Ni Guastavino aclaró si juraba también sobre las bombas debajo de las camas, sobre los secuestros extorsivos, o sobre la muerte de los chicos que murieron bajo el fuego y las bombas montoneras; ni Blanca Osuna explicó por qué faltan 25.000 “desaparecidos” en el monumento erigido en el Parque de La Memoria. Alguien miente. Varios esconden la verdad inconveniente. Mientras tanto, la democracia de Argentina acaba de inaugurar el juramento en vano. Claro, dentro de la mentira que es esta democracia…estos falsos juramentos, hasta parecen serios.
COMPROMISO EN SERIO
En Gualeguaychú, un grupo de maestras de la escuela número 12 protestó ante las intoxicaciones, producto de los olores de Botnia. Estemos o no de acuerdo con las maneras de “lucha” de Gualeguaychú, nadie puede negar el profundo compromiso del pueblo, que es comunidad en serio, para con esa “lucha”. El municipio, ante las denuncias, puso en funcionamiento una línea telefónica para recepcionarlas. El director del hospital Centenario, Hugo Gorla, confirmó que convocará a docentes de "zonas en riesgo" para informarles cómo actuar en caso de problemas. Y creó, además, un equipo de 10 médicos dedicados exclusivamente al control de vigilancia en salud ambiental. Tienen un objetivo: elaborar un modelo de registro de datos y de atención, para estudiar si efectivamente hay relación entre los síntomas de los pacientes y la producción de Botnia. Sonrío. Hace un año fui hasta la guardia el Hospital San Antonio con un sobrino. ¿Qué tiene?, preguntó el médico. “Dice que no puede respirar por el olor a podrido de Soychú”. Bueno, eso dice él, pero yo no puedo poner eso por escrito.
Gualeguaychú - Gualeguay. La diferencia entre una comunidad comprometida…y un conjunto de vecinos desentendidos.
SALVADOS EN LA ESPERANZA
“Spe Salvi facti sumus”…en la Esperanza fuimos salvados todos. La segunda encíclica de Benedicto XVI, habla en profundidad de las ideas que protagonizaron el siglo pasado, y de la relación entre fe y razón. El Papa reflexiona sobre el trágico costo humano de las utopías modernas, como el nazismo y el marxismo, y habla de la necesidad de respetar la verdad objetiva, como límite a las dictaduras políticas o ideológicas. Benedicto XVI invita a la modernidad a realizar una autocrítica, teniendo en cuenta el resultado amargo de las utopías, pero también pide una autocrítica del cristianismo moderno. “El cristianismo no traía un mensaje socio-revolucionario como el de Espartaco que, con luchas cruentas, fracasó. Jesús no era Espartaco, no era un combatiente por una liberación política como Barrabás o Bar-Kokebá. Lo que Jesús había traído, habiendo muerto Él mismo en la cruz, era algo totalmente diverso: el encuentro con el Señor de todos los señores, el encuentro con el Dios vivo y, así, el encuentro con una esperanza más fuerte que los sufrimientos de la esclavitud, y que por ello transforma desde dentro la vida y el mundo” dice el Papa. “El don de la eternidad, es sumergirse en el océano del amor infinito, en el cual el tiempo -el antes y el después- ya no existe”. ¡Al fin!, casi al final de la semana, y después de tantas banalidades, las palabras iluminadas del Papa me rescatan del pesimismo, con la esperanza del Amor.

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