Corre
el tiempo… pasa la vida.
Pensá
que mientras vos te preparás para ver el Mundial en un Brasil convulsionado por
la desigualdad, como esta media América Latina enfermada de populismo, mientras
en la tele discuten el hijo extramatrimonial de Luis Ventura, que durante años
le dio clases a medio mundo sobre hijos extramatrimoniales y ahora tiene que
cerrar bien el pico y comerse las palabras y comerse sus propias heces que
suelen ser las más hediondas de todas las heces, las de uno.… y mientras las
revistas debaten el engaño de la flamante ex de Jorge Rial con un tipo más
joven… y mientras el vicepresidente del modelo se prepara para hacer historia,
por primera vez un vice irá a indagatoria. Por si alguien aún no lo sabe,
nuestro vicepresidente está metido en medio de una causa donde una familia
acusa a funcionarios del gobierno de haberse apropiado de una empresa, de su
empresa, de la empresa que imprime los billetes pintados del modelo… y mientras
la presidenta hace como que el país que desgobierna es el país de las maravillas
y los tontos son los que no se dan cuenta y nos cuenta en cadena nacional que a
ella también “la vacunan seguido”… mientras todo esto, allá afuera, acá afuera,
hay realidades más duras que la realidad de las cortinas de humo del
oficialismo.
El
filósofo Ricardo Forster fue nombrado Secretario de Coordinación Estratégica
para el Pensamiento Nacional… esa manía fascista de abusar de los oropeles, de utilizar
los nombres ampulosos para con rodeos decir lleno, lo que se sabe está vacío.
Miles
de millones de nuestros pesos impresos en la fábrica apropiada por los
mercenarios del modelo, gastados en eso de imponer el decir, el decir para
esconder la realidad.
Hace
muchos años, cuando este gobierno amanecía ya mal parido, en ese famoso parto
antinatural y forzado por un peronismo disgregado, me desayuné con la primera
señal de alerta.
Los
Kirchner venían del sur con un prontuario vasto de corrupción y tiranía.
Patrones de estancia que manejaban el poder con pocas reservas democráticas e
institucionales.
El
Estado “semo” nosotros.
La
propaganda intentó el disfraz: matrimonio empresario, abogados exitosos,
arquitecta egipcia… pero los millones de las reservas petroleras que el
gobierno de Menem les giró, nunca más aparecieron en las cuentas oficiales.
Amanecía
este modelo, mi amigo vivía tranquilo una vida de familia tras muchos años de
trabajo como militar y estar en dos guerras. Un día, este gobierno recién
amanecido lo vino a buscar. Le mintió una causa, le armó un tribunal que
presidió algo parecido a un juicio. Aparecieron testigos que dijeron: nunca lo
ví, pero me parece que sí. Y así mi amigo quedó encerrado para siempre. Conjuro
de venganza K, con Ka de Kafka, con K de Kirchner. Con sobreactuaciones más
patéticas que las de Andrea del Boca o Florencia Peña.
Sin
justicia, ante la injusticia de un Estado en complicidad con los tres poderes,
a mi amigo le quebraron finalmente su voluntad. Destruyeron su familia. Minaron
sus ganas de vivir. No escucharon sus peros, no creyeron lo que tenía para
decir. No le brindaron atención médica acorde a un hombre de más de 70 años. Le
prohibieron su obra social. Viejo, enfermo y en la ruina, mi amigo camina sus
últimos pasos en éste mundo con una enfermedad tratable que se convirtió en
terminal por el abandono del Estado con sus tres poderes que, sabiendo la
situación hicieron nada, sentenciándolo a muerte.
La
presidenta, que sin escrúpulos llegó al poder, que sin miramientos se volvió
millonaria en dólares siendo toda la vida funcionaria del Estado, necesita
imperiosamente mentir la realidad de tiranía gastando millones para que creamos
democracia y derechos humanos.
Así
como le pasa a mi amigo, ante el increíble silencio de su familia, que hace
mucho tiempo se encogió de hombros y de “hombres”, otros muchos sufren la misma
situación.
La
misma injusticia. El mismo maltrato. El mismo abandono. El
mismo destino ante la misma sentencia: morir encerrado y abandonado ante el
silencio de propios y extraños.
Tocan
el timbre en casa… y salgo entonces de mis pensamientos. En el edificio donde
vivo se ha tapado la columna cloacal y claro, a la gente común le molesta
convivir con las heces volcadas. Son los destapadores que vienen a salvarnos de
la mierda.
Abro
la puerta y los dejo pasar, los veo trabajar: guantes, máscaras y equipo… pelean
contra algo que no ven, pero saben que está allí dentro… algo anda mal detrás de
las pareces, debajo de los pisos… algo que no se ve… pero la mierda no miente.
Tienen
la ropa sucia… y eso que les faltan aún varios pisos de trabajo. Sé que
lucharán contra eso que no se ve, para que la mierda al final se vaya y no nos
inunde la vida.
Sé
que saldrán sucios, que el olor les quedará en la nariz por un tiempo… pero se
irán satisfechos con la tarea cumplida, y nosotros agradecidos.
Pero
la gente es en parte eso mismo que desecha por la cloacas… y hoy les darán las
gracias, pero mañana se harán los desentendidos.
Sonrío…
al final pensé que me salía de los pensamientos, pero caí en la fábula exacta
de lo que le pasó a mi amigo y a sus tantos camaradas que mueren encerrados por
una venganza inexplicable, y ante el silencio traidor y falluto de los que hoy
viven tranquilos, gracias a los que hace tiempo batallaron contra la mierda.
Fin.
Horacio R. Palma
1 comentario:
Te falto un dato: durante este gobierno se condenaron a tres ex presidentes: uno democrático (turco) y dos de facto (videla, bignone)...digo como decís que es un hecho histórico que declare un vice...
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