Poco
a poco, las máscaras del relato kirchnerista han ido cayendo una por una. Casi
todas.
Argentina
2014: La realidad berreta de las cosas, superó a la ficción opulenta y desnudó
la mentira.
Hace
diez años, cuando los medios de comunicación más importantes del país aún no
sospechaban las violentas formas del Matrimonio presidencial, y festejaban en
su derredor la fiesta de la democracia, recuerdo que denuncié desde estas
páginas que eso que los Kirchner llamaban pomposamente “Juicios por la Verdad”,
eran una mentira.
Una
pomposa farsa con disfraz de justicia y sin nada de legalidad.
El General Videla lo dijo mejor dos días antes de que el gobierno de los Kirchner lo condenara a muerte: "Una justicia vaciada de derecho"
Reconozco
que por entonces, para no quedar expuesto al escarnio público y mediático,
había que evitar la crítica, y aprobar a libro cerrado la “lucha” de personajes
siniestros como Hebe de Bonafini o Estela de Carlotto. Yo me negué.
Siempre
los juicios mal llamados “por la verdad”, fueron ambiciosamente presentados como
una política de Estado. Hasta el mismísimo Ricardo Lorenzetti, presidente de la
corte suprema de justicia, repetía cada año para que los fiscales tomaran nota,
que los juicios contra los militares que habían combatido al terrorismo en
Argentina (al doctor y su séquito les gusta llamarlos “de lesa humanidad”) eran
una política de estado.
Estela
Barnes, viuda de Carlotto y presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, al ser
consultada por el inicio del tercer juicio por los supuestos crímenes cometidos
en la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), sí, leyó bien ya vamos por el
tercer juicio sobre lo mismo, una industria insaciable de dineros públicos
tirados en saca rota, asegura con cara de piedra: "la sociedad tiene que
entender que este dolor es de todos… Este juicio causa satisfacción, pero no
alegría. La satisfacción es porque es posible hacer estos juicios orales y
públicos por crímenes que son de un agravio social increíble; la verdad es que
nos interesan todos los juicios, pero este especialmente… Se supone que este
juicio va a durar casi tres años, pero no importa, la paciencia la vamos a
tener por siempre porque no queremos que esto se esconda bajo la alfombra.”
Juicios
orales y públicos para que la gente pueda saber. Para que la gente pueda saber
la verdad…qué fácil se dicen ciertas cosas, pero claro, que conforme pasó el
tiempo, los testigos comenzaron a contar cosas que no debían, y las cámaras
mostraban señas, actitudes y parcialidades vergonzosas de tribunales con cero
en decoro y en vergüenza. Hasta funcionarios estatales se presentaron ante los tribunales y amenazaron a los familiares de los militares juzgados, como lo hizo Alfredo Forti (ver video)
Muchas
veces sucedieron en estos juicios situaciones ridículas o lamentables, o se
conocieron verdades incómodas para un relato que pretende un muro sin fisuras.
Entonces
comenzaron los problemas. Ya los juicios públicos no fueron tan públicos y los
juicios que se vendían “por la verdad”, comenzaron rápidamente a esconderla.
Si
bien los juicios están filmados con una cantidad inusual de cámaras, las
filmaciones de los mismos comenzaron a serles negadas a las defensas de los
militares juzgados.
Unos
pocos defensores de militares pudieron hacer ejercer su derecho y conseguir a
cuentagotas las filmaciones del juicio oral y público.
Hace
poco se presentó como testigo una ex miembro del grupo terrorista Montoneros.
María Luján Bertella se sentó a dar testimonio ante el tribunal del juicio por Esma,
y relató su verdad, que casualmente es bastante distinta a la realidad del
relato kirchnerista y de las orgas de derechos humanos.
El
desgarrador relato de María Lujan, detenida durante 40 días en la Esma,
incomodó a lo más profundo del poder que maneja el fastuoso negocio de los
derechos humanos en Argentina.
María
Luján le preguntó al Tribunal porqué había sido citada a declarar por un
organismo de derechos humanos y no a través del tribunal. Silencio en la sala.
El
Dr. Gerardo Ibáñez, abogado defensor de un marino enjuiciado, pudo conseguir el
video de la contundente declaración de la testigo. Y luego lo subió a internet
para que, como pregonan Hebe, Carlotto y todos los dirigentes de los organismos
de derechos humanos: se sepa la verdad.
¿Imagina
lo que pasó?. A poco de declarar, la testigo Bertella fue amenazada en un comentario bajo el video publicado en Youtube: “vos vas a
terminar viendo los pececitos”, le dijeron… y acto seguido, el tribunal y los
fiscales prohibieron a las defensas subir los videos del juicio “público” a
internet.
El
Dr. Ibáñez tuvo que dar de baja los videos bajo pena de ser apercibido.
Los
mal llamados juicios por la verdad, los mal llamados juicios de lesa humanidad,
los mal llamados juicios públicos, los mal llamados juicios, que supuestamente
darían por fin luz sobre los hechos de los años setenta, terminan vaciados de contenido, como todo lo
que ha tocado el kirchnerismo.
Los juicios terminan siendo símbolos de la venganza, del prevaricato
y del oscurantismo.
En
nombre de la justicia, de la democracia y de los derechos humanos, toda la
basura se sigue escondiendo bajo la alfombra gruesa de la mentira.
Los
famosos juicios por la verdad son una mentira, y resulta que ahora sus videos
han desaparecido, a pedido de fiscales y tribunal.
Viva
el oscurantismo K… ese extraño oscurantismo con el que pretenden echar luz.
El video que obligaron a dar de baja...
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