Hoy todos los globos, la piñata, los caramelos, los peluches, las
estrellas, el arco iris...son tuyos...! Y a tu alrededor los ángeles festejando
la fiesta. FELIZ CUMPLEAÑOS, Cristina, mi niña-Ángel...! Tu mamá te extraña, te
mima...te ama...!
Maby Picón
Hoy, Cristina Viola cumple 42
años. 3 años de vida tuvo… los demás se cumplen en la memoria de todos los que
no olvidamos.
A mitad del día, en un diciembre
de una época de barbarie, linchadores con banderas de revoluciones prestadas
decidieron cortarle a tiros su vida, sus sueños, sus juegos, su sonrisa. Y la
de su papá Carlos… y quisieron también llevarse aquella mañana la vida de su
hermana María Fernanda, y casi pueden, pero por suerte no.
Tantos años después y ahí está
Maby, mamá de Cristina, mamá corazón, todo amor desde el fondo de la
injusticia recordando a su niña que es ángel.
Pocos saben cómo fue que los
linchadores se la arrancaron de sus brazos. Fue un mediodía caluroso de un
primero de diciembre del año 1974. La locura y la muerte se arrebujaron entonces en las
manos de once terroristas que se jactaban de pertenecer al ERP, Ejército Revolucionario del Pueblo.
El capitán Humberto Antonio Viola, 31 años,
estaciona su auto Citroen Ami 8 frente a la casa de Ayacucho 233, a pocas
cuadras de centro de la capital tucumana. Allí viven sus padres. De pronto,
tres autos le cierran el paso. No avisan. Nunca avisan. Ellos hablan con balas.
Disparos, gritos, confusión. Humberto Antonio Viola trata de defenderse y
defender a los suyos, sabe de memoria cómo matan estos tipos. Se desespera,
sabe que después de las ráfagas primeras vendrán a rematarlos. Siempre hacen lo
mismo. Quiere defenderse, pero un escopetazo lo mata en acto. En el asiento de
atrás queda muerta también su hija María Cristina, de 3 años. Otra bala se
clava en la cabeza de María Fernanda, su otra hija de 6 años.
En la puerta de la casa grita
paralizada su mujer Maby. Desde sus 26 años, ve cómo en unos segundos le
arrancan media vida. Conmoción en el barrio. Conmoción en Tucumán. Terror en
todo el país. Las noticias muestran una joven mujer embarazada llorando frente
al cajón de su hija y de su marido. Y del cementerio de Yerba Buena, parte Maby
al sanatorio donde su otra hija, María Fernanda lucha por escaparle a la
muerte. Ahí está Maby… todo dolor y todo amor. Con su panza enorme que más
tarde será Luciana. Maby solo llora y reza. Reza y llora. Tiene buenas razones.
El país que la mira, grita venganza… también tiene las suyas. Los asesinos que
ese mediodía le arruinaron la vida, escaparon con una sonrisa en los labios.
Así lo dicen todos los testigos. Se fueron satisfechos, como disfrutando la
muerte. Se enjuagaron un poco la sangre. Tal vez aún festejaban la victoria de
tanta muerte. Los asesinos de los Viola se sacaron la careta, y se burlaron
delante de todos aquél mediodía caluroso de una Tucumán inundada de sangre.
Hoy, 10 de abril… Cristina cumple
42 años. 3 tuvo de vida… todos los demás los cumple en el recuerdo de quienes
nos negamos al olvido de las Víctimas que linchó el terrorismo en Argentina.
Feliz cumpleaños Cristinita Viola... tu mamá Maby te extraña, te mima y te ama... nosotros te honramos negándonos al olvido...
Horacio R. Palma
1 comentario:
cuanta tristeza y ....bronca acumulada....!!!!son muchos los años pasados...., q' nos vuelven a refregar en la cara.....!!!! cuanta bronca !!!!!
Jorge, El Francés
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