Soy de los que me reía con las tapas de la
Revista Barcelona.
El quiosquero de la esquina de casa,
colgaba varias Barcelona a los costados del alero de su mundo de mil revistas. Una
y una. Una tapa una contratapa una tapa una contratapa.
El ingenio de las tapas de La Bacelona
llamaban la atención y hacían, tal vez aún lo hagan, que la gente se parara a
leerlas.
Parte de la contratapa de Revista Barcelona agraviando a Cecilia Pando (2010)
Aun recuerdo el estupor de aquella mañana
de hace unos años, cuando vi colgadas las Barcelona en el alero del quiosco. En
la contratapa, mi amiga Cecilia Pando aparecía desnuda y sonriente, atada como en
una sesión de sadomasoquismo con muchas frases de pésimo gusto.
Yo enseguida pensé en ella. No me detuve
a pensar si era un fotomontaje una foto trucada o real… pensé en ella y en su
familia. En Pedro su marido, en sus 7 hijos. En sus amigos, en sus vecinos. En
su dolor, en su vergüenza, en su mal momento.
La imaginé a Cecilia saliendo de su casa
a pasear ese perro que la lleva en el aire por el barrio, y encontrarse con que
está en bolas en cada quiosco de la ciudad.
La llamé… pero no atendió.
Luego pude hablar con ella y se le
quebró la voz mientras me contaba, de la bronca que tenía apenas le salían las
palabras…. “¡Qué vergüenza Horacio… qué vergüenza!”
La entendí, claro que la entendí. Conozco
su casa, conozco su familia, conozco lo cuesta arriba que se les ha hecho como
familia numerosa salir adelante luego de que Néstor Kirchner decidiera un “correctivo
para siempre” en la carrera militar de su esposo Pedro Mercado.
Imaginaba a cualquiera de sus 7 hijos
viendo la Revista, y comprendía la angustia de Cecilia.
Cecilia fue a la justicia. Se sintió
dolida, vejada, agraviada y creyó que ante semejante agravio, los responsables
debían hacerse cargo.
Hizo lo debido.
La justicia dirá.
Ingrid Beck, responsable de Revista Barcelona ayer en tribunales
Ayer, martes 22 de octubre, Cecilia
Pando y los responsables de la Revista Barcelona se encontraron en una
audiencia judicial por aquella contratapa de hace algunos años.
Cecilia los demanda por 70 mil pesos,
que los responsables de la Revista juran no tienen.
Los responsables de la revista son
periodistas con mucho oficio. Ingrid Beck, su editora, convocó a sus seguidores
por las redes sociales para que la acompañaran a tribunales: #TodosSomosBarcelona.
Durante todo el día, Ingrid Beck habló a
través de varios medios nacionales, que a su vez difundieron sus dichos. Nadie
llamó a Cecilia.
Uno de los que llegó a tribunales para
hacerle el “aguante” a la Revista Barcelona y a Ingrid Beck, fue el funcionario
de derechos humanos de la Nación, Carlos Charly Pisoni.
El funcionario es el mismo que este año
llevó a juicio a Cecilia Pando por unas pintadas en Plaza de Mayo. En dicho
juicio, Cecilia fue absuelta.
Carlos "Charly" Pisonis, funcionario de derechos humanos. Denunció a Cecilia Pando por pintadas en Plaza de Mayo y ayer acompañó a Ingrid Beck a la audiencia
Carlos Pisoni también estuvo en boca de
los medios hace unos meses por ser uno de los funcionarios organizadores de los
asados en el Espacio Memoria Esma, donde dice… trabaja.
Tuve la oportunidad de haber estado
presente en las audiencias judiciales del juicio que Pisoni le hizo a Cecilia
Pando. Una cosa me llamó la atención sobre el funcionario. En la primera
audiencia, la fiscal se disculpó ante el juez pues no había podido ubicarlo,
una cosa muy extraña, pues Pisoni es un funcionario del Estado Nacional que trabaja en el área de los derechos
humanos. La fiscal dijo en aquella primera audiencia que sí había podido ubicar
a la abuela de Pisoni, la Sra. Calloni, miembro de Madres de Plaza de Mayo, y
dijo la fiscal en aquella oportunidad, que la abuela le refirió que veía poco y
nada a su nieto pues no tenía mucho trato.
Eso fue en la primera audiencia, en la
segunda audiencia apareció Carlos Pisoni junto a un grupo numeroso de
militantes que gritaban y cantaban consignas políticas en cada puerta de los
tribunales de la Ciudad de Buenos Aires. También apareció la abuela de él.
Una de dos, o reflexionaron todos, o en
la primera audiencia la fiscal faltó a la verdad.
Vaya uno a saber.
Algo llama la atención. Tanto los
responsables de la Revista Barcelona, como el funcionario Pisoni y sus cumpas
de militancia, como así también muchos de los periodistas que entrevistaron a
Ingrid acerca de ésta denuncia de Cecilia, periodistas como Victor Hugo Morales
o la negra Vernacci, o los periodistas de InfoJus o los de Página 12, que para vestir una nota escatológicamente escrita, publica una foto de Cecilia saliendo del baño de tribunales… digo, ninguno hizo hincapié en lo
central del tema: la foto obscena que avergonzó a Cecilia Pando.
Foto de Página 12
Ninguno habló puntualmente de la
contratapa de mal gusto.
Todos prefirieron hablar, a instancias
de la periodista Ingrid Beck, de la ideología de Cecilia Pando, de los
problemas judiciales del esposo de una testigo de Cecilia y de las causas de
militares presos políticos por los que Cecilia Pando grita su verdad.
“Ella filmó la gente que le gritaba, y
fue al baño con custodia policial… estamos hablando de ésa clase de persona… yo
no voy a negociar con ella” dijo Ingrid Beck periodista, a Elizabeth Vernaci.
Si alguien entiende qué quiso decir, que me lo traduzca.
Como si la ideología de una persona, la
incapacitara para que pueda hacer valer sus derechos. Lamentable pirueta
intelectual de una casta que se cree superior.
Esto es lo grave. Que periodistas y
funcionarios crean que sólo algunos tienen el derecho de exigir justicia.
Cecilia Pando e Ingrid Beck ayer en tribunales
Mucha sorna escuché en Ingrid Beck
periodista, ante el reclamo justo de Cecilia Pando. Sé que es difícil que quien
no ostenta Valores, pueda llegar a entender la magnitud del dolor ante la honra
herida, pero no creo que sea el caso de Ingrid.
“Es un
asunto de libertad de expresión” repite Ingrid Beck, la responsable de
la Revista Barcelona por los medios… y es curioso que se lo diga a Cecilia,
porque Cecilia Pando, la Señora que hoy la denuncia, era una feliz maestra de
grado en la provincia de Corrientes, donde su esposo estaba destinado como
Mayor del Ejército hasta que perdió su carrera por la libertad de expresión
coartada por un presidente, que se empeñó en el garrote vil hacia todos quienes
osaron la crítica.
Cecilia
Pando, cuya vida le cambió para siempre por haber publicado una Carta de
Lectores, sabe perfectamente las consecuencias de un régimen que nunca, pero
nunca, creyó en la libertad del disenso.
No señora
Ingrid, no se trata de “libertad de expresión”, se trata de un régimen que
brinda patente de corso a sus incondicionales en la ideología, y que persigue
sin piedad a todo aquél que se anima a gritar ¡libertad!
Y Cecilia
Pando lo sabe bien… lo sufrió en carne propia con su familia, mientras usted aplaudía,
o peor… callaba.
Horacio R. Palma
5 comentarios:
La sra Pando es una impresentable y una vergüenza hasta para los mismos integrantes del ejercito. NO defiende nada, esto que hace es solo para figuretear su rostro. Usa su filiación para apropiarse de una institución, que si ella bien conociera, sabría que sí hubo integrantes honrados y éticos, no como los que ella dice representar. Da mala imagen a la institución. Es tan torpe que pretende hacerle juicio al arte. E ignora que hasta desde algunos de las misma institución saben apreciar ell humor con ironía, van y compran la revista. Ese humor tiene el valor de poder establecer un tema que se oculta por la hipocresía y algunos del ejercito no son tan tarados como ella pretende demostrar y están agradecidos que alguien le baje sus humos, en resumen les tiene hartos.
Todo muy lindo... pero YO no creo en los "valientes" anónimos.... perdón.
"...están agradecidos que alguien le baje sus humos..."
Son tan estúpidas estas palabras del Anónimo, que lo único que se puede decir es: El Anonimo hace un perfecto ejercicio de NECIO al escupir para arriba.
Rosalía
No se compren estos "anónimos" que taconean y se cuadran, pero usan medias color rosa. Hay mucho ciberka pago y Cecilia Pando les molesta más de lo que pueden admitir.
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