lunes, 30 de septiembre de 2013

Acto Homenaje a las Víctimas del terrorismo de Argentina




Como lo ha hecho en los últimos años, desde el 2006, la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas del terrorismo en Argentina (AfaVitA), invita a todos los ciudadanos de bien, al acto anual de RECORDACIÓN y HOMENAJE a quienes perdieron la vida “a manos” del accionar de las organizaciones armadas, que asolaron nuestro país en las décadas de los años 60/70 y 80, HOY OLVIDADOS Y hasta NEGADOS, por un gobierno que emplea laMENTIRA y la FALSEDAD como sus "armas" más letales.
Dicho acto se realizará el jueves 3 de Octubre próximo, a las 19 hs. en la Plaza San Martín (Av. Santa Fé al 700) de la Cap. Fed.  

¡¡¡Por favor, NO DEJE DE ACOMPAÑARNOS!!!.
¡¡¡Es por el futuro de la Nación , que es el de nuestros hijos y nietos!!!
(NO se suspende por lluvia)
Recepción de adhesionesafavita@yahoo.com.ar
 Silvia IBARZÁBAL                                     Gabriel MIRAZ
    Presidente                                               Secretario



El ingeniero Raúl Amelong llevaba a su hija a la facultad…como casi siempre.
Era Junio. Era 4. Y corría el año 1.975.
Presidía la Argentina la viuda de Perón.
Raúl Amelong trabajaba en Acindar, tenía 10 hijos y junto a él viaja Inés, su hija de 18 años.
Un semáforo en rojo. Amelong que frena. Inés que repasa con su padre unos ejercicios de matemática…y la tragedia que se desata. Una explosión tras otra. Vidrios rotos, sangre a borbotones. Gritos desesperados. Raúl Amelong que cae sobre su hija. Inés que reza. Silencio. “van a volver…” suspira y avisa Raúl Amelong en agonía.
Siempre volvían. Había que rematar al moribundo. Así era la “valentía” cobarde del terrorismo en Argentina.
Inés entonces reza con más fuerza. También está herida de muerte, pero no es aún su hora. Se salva de milagro. Así lo dispuso Dios.
Otro poco de silencio. Y otra vez la locura. El último puñado de tiros en la cabeza de su padre moribundo. El remate. El sello terrorista. El broche final de la locura asesina.
¿El gobierno?: Democrático.
¿Las víctimas?: Civiles. Un padre y su hija.
El odio del terrorismo, y su plan sistemático para acorralar de miedo a la sociedad.
Ese 4 de junio de 1.975…los Montoneros dejaban en claro el mensaje de guerra: Contra la democracia, y contra la población civil sin distingos.
Asesinar. Caiga quien caiga y muera quién muera.

Este lunes 5, en la Plaza San Martín de la Ciudad de Buenos Aires a las seis y media de la tarde, nos reunimos como cada año, para recordar a las Víctimas como Inés.

¿Qué.... vas a faltar?

Horacio R. Palma


El 5 de octubre de 1.975, el terrorismo puso en jaque por enésima vez a la democracia Argentina. Ese día, un grupo terrorista autodenominado Montoneros, entró a sangre y fuego al Regimiento de Monte 29 de Formosa.
En un día tan sofocante como apacible, los terroristas mataron a un oficial, a un suboficial, y a diez soldados conscriptos.
Varios de los soldados estaban durmiendo, otros, comenzaban a ducharse.
“¡Aquí no se rinde nadie mierda!”, gritó el Soldado Herminio Luna, grande entre los grandes, héroe entre los héroes, y cayó combatiendo al terrorismo que asolaba la Patria y minaba la democracia.
Han pasado 33 años de aquél atentado contra la democracia.

Y… curiosa paradoja la de esta democracia, de una Argentina incomprensible: Durante todos estos años, el Estado se ha empeñado en olvidar a los héroes como Herminio Luna, pero ha premiado, con más de 3.600.000 dólares, sí leyó bien “tres millones seiscientos mil dólares”, a los familiares de los terroristas que ese 5 de octubre de hace 33 años, asesinaron a 12 argentinos que defendían la democracia.

A buen entendedor…pocas palabras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

LA VERDAD TOTAL
LA MEMORIA COMPLETA
Y LA JUSTICIA IMPARCIAL


El lado oscuro del espíritu

El lado oscuro del espíritu
abre paso al recuerdo,
bisturí en mano
visita todos los meandros
y en cada uno deposita
interrogantes.

Hábil reptil
arrastra inquietudes.

Para completar el espectro
que recorra la historia
en forma total,
el lado oscuro del espíritu
repta tras combates
y horada la memoria.

Rosalía