Muchas veces la estupidez puede
se peligrosa pero en política, lo es casi siempre y si viene cargada de
ideologismo y resentimiento, ya no caben dudas de su peligrosidad. Pese al
tiempo transcurrido de la tremenda decadencia que nos agobia, no terminamos de
acostumbrarnos a soportarla y lógicamente queremos sacárnosla de encima cuanto
antes. El esfuerzo bien vale la pena. La vulgaridad del título que hoy
utilizamos forma parte de ese esfuerzo o al menos, esa es la intención. También
es el nombre elegido por un grupo de jóvenes que decidieron con esas mismas
palabras ingresar en esa agencia de colocaciones llamada "La cámpora"
y ocupar un puesto en el sistema administrativo de nuestra burocracia. No hace
mucho, uno de sus principales activistas - un verdadero jefe militante -
resolvió probarse a si mismo y se vistió con el adecuado atuendo de "pibe
chorro": zapatillas sin medias, pantalones ni cortos ni largos, una camisa
sucia y desordenada, una barba de varios días y la testa coronada con la clásica
gorra de visera invertida. Con las manos en los bolsillos y "silbando
bajito" como en el tango, encaró decidido hacia la guardia externa de una
cárcel ubicada en la periferia capitalina e inevitablemente, fue detenido por
el agente del Servicio Penitenciario Nacional que, atento, ocupaba su puesto.
Divertido, el desarrapado joven
lo miró desafiante a los ojos y se identificó como el nuevo Director Nacional
del Servicio. Constatada su identidad, los asombrados Guardianes lo recibieron
y acompañaron a Víctor Hortel - tal es su nombre y apellido - abogado y
escribano de unos cuarenta años de edad que inauguró el estilo de hacer
inspecciones sorpresivas con ese atuendo. Su llegada al importante cargo que
ahora ocupa, se concretó gracias a los esfuerzos del CELS que dirige Horacio
Verbitsky y a su vinculación con el CUD, el organismo universitario que
funciona en las cárceles y que le dio el título de abogado a Sergio Shoklender.
Desde que está en funciones, no
fue difícil observar que Hortel no abandonó su afición a las bebidas
espirituosas, realidad que a veces explicó la adopción de medidas extrañas que
rompieron y rompen el estilo y las normas que rigen la función de tratar con
detenidos de diversas categorías. Es partidario que en las cárceles de mujeres
a las presas se les organicen fiestas para que bailen con sus guardianes,
iniciativa que fue enfáticamente resistida por los especialistas en la materia
por las obvias razones nada difíciles de advertir, con el agregado de que en el
fondo, como objetivo principal, existe la ideología que apunta a destruir las
jerarquías y el orden. Pese a todo, el debate continúa como también la
especialidad adoptada que no depara sorpresas habida cuenta de las
circunstancias: las requisas en aquellos calabozos donde están recluidos los
presos políticos. Como si la inconstitucionalidad y persecución a la que son
sometidos fuera insuficiente, el propio Víctor Hortel se dedica a fotografiar
los pocos bienes que poseen, al mismo tiempo que hace notar hasta el exceso la
autoridad que posee.
En ejercicio de ese detalle,
organizó para los delincuentes verdaderas "batucadas" con tamboriles
y un derroche de alegría que altera las formas del ámbito donde se desempeña.
Mantiene conversaciones con los presos comunes que exceden las normas de la
prudencia y que salvando las distancias, traen a la memoria la opinión social y
política que le merece al ministro de la Corte Suprema, Dr. Zaffaroni, el
sentido de la culpa con que viste su concepción doctrinaria sobre el derecho
penal. Para Hortel, corresponde mantener una vínculo coloquial con la población
encarcelada por distintos delitos comunes y ofrecerle beneficios de toda
naturaleza al mismo tiempo que se muestra despectivo con los integrantes del
Servicio Penitenciario. Estos guardan un significativo silencio acerca de la
situación y nada dicen de la irrupción de jóvenes "camporistas" en
los distintos niveles administrativos y especializados de la difícil tarea que
desempeñan. Hay reemplazos y designaciones, altas y bajas y las novedades
trascienden a duras penas, excepto aquellos actos como los que registran las
fotografías que ilustran este comentario.
Nuestros lectores se asombrarán
pero pueden acercarse, por ejemplo, a la cárcel de Villa Devoto, la misma cuyos
vecinos todavía recuerdan el extraordinario y peligroso escándalo que se registró
en mayo de 1973 cuando Abal Medina, Esteban Righi - para ese entonces ministro
del Interior del flamante presidente Héctor J. Cámpora y hoy en desgracia -
organizaron la salida desorganizada e ilegal de los jóvenes subversivos que
luego amnistió el Congreso y que de inmediato "volvieron a las
andadas", como quien dice. En los hechos, ese suceso concretó la decisión
de Juan Perón de sacarlo a Cámpora de la Casa Rosada, lo que se concretó
cuarenta y pico días después.
La coqueta puerta pintada de rosa
es la misma que se intentó derribar para liberar a todos los presos, lo que
pudo evitarse gracias a la decidida acción de los Penitenciarios que impidieron
desgracias mayores. Hubo muertos y heridos y lo ocurrido forma parte de una
historia que se quiere tergiversar pero también repetir.
La pintada, las coloridas flores
y la curiosidad de la mujer que simbólicamente rompe las cadenas, por órdenes
expresas de Hortel está a cargo de un grupo de presos que ya en la calle deben
quedar bajo la vigilancia de un único guardia. Cuando se le señaló al Director
el peligro potencial de que uno de los "pintores" pudiera escapar, la
respuesta es difícil de calificar, clasificar o interpretar: "bueno...,
entonces que se vaya...". Como podrá observarse, el espíritu "liberador"
y la capacidad de iniciativa de la que hace gala el jefe militante de línea la
interna "Negros de mierda", se tradujo en la falta de ortografía que
caracteriza a los integrantes del curioso batallón (vatayón) de presidiarios
dedicados a desparramar ideología entre los de su misma categoría.
Esperanzados, aguardan que en algún momento se concrete la libertad alcanzada
para cumplir con lo que deben hacer a partir de su reclutamiento.
Carlos Manuel Acuña
4 comentarios:
Paciencia: ya los "presos políticos" bailaran con sus guardias tan queridos
Pronto a "Cristina" la sacarán a bailar.
eso dicen hace rato y cristina gano con el 54% de lso votos y segunda saluió el FAP una fuerza qeu esta de acuerdo con el juicio y Castigo, con la ley de medios, con la nacionalizacion de YPF...
Se va a acabar, se va a acabar, la Anarquia de los K!!!
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