Periodismo en Libertad + La humilde pretensión de un toque literario...de Horacio Palma
viernes, 1 de julio de 2011
Capitán Giachino. Reclamo dentro del Consejo Deliberante de Mar del Plata
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Horacio: Transmitile a Osvaldo ALVAREZ y a Carlos PAMPILLON, que más que Dictadura, esto es TERRORISMO INTELECTUAL, que así se los dije en un acto de zurdas, acá en Córdoba: La guerra continúa. Ahora es ideológica. Hoy Martes 5 de Abril/2011, estuve en la Biblioteca Vélez Sársfield. Llegué 20,05, y no había empezado. En la puerta un pizarrón, donde se contaba de las actividades de esta agrupación, que no retuve el nombre. Una persona me invitó a pasar, muy amable (después ella misma me haría callar). Saludé a la Directora de la Biblioteca, pues nos conocemos. La reunión era para “hablar” o “dialogar” sobre el acontecimiento histórico en el que las presas políticas de Córdoba (año 1977) se habían “rebelado”, debe ser contra el trato que le daban en la cárcel. El salón principal contaba con carteles colgantes, que pasaban de una pared a otra, con leyendas como “No me toques”, en letras pintadas sobre dibujos que simulaban calzones femeninos. Bueno, nada sutil ni sugerido. Hubo palabras de tres mujeres alusivas a la reunión. Se pasó, no una película, ni un video, ni un cortometraje. Sobre una pantalla chica había una imagen fija, y todo era como un teatro leído. Una vez terminada, se encendieron las luces. Hubo aplausos. Aunque yo vi a algunas mujeres que no aplaudieron. Y se abrió la charla. Me había colocado al último, a propósito. De modo que no le veía la cara a la “supuesta autora” del teatro leído. Habló una que se ve que era psicóloga, o estaba muy bien entrenada. Porque no dijo nada importante. O sea: El zurdo intelectual que da vuelta sobre lo importante que tiene que decir, pero no lo dice. Mis primeras palabras fueron: La Historia, debe ser total. La Memoria, completa, para que la Justicia sea imparcial. Entre otras cosas, dije: Lo que sufrieron esas presas políticas, que estuvieron MUY BIEN DEFENDIDAS por los mejores Abogados que actuaban en ese momento (nombré a Eduardo Luis Duhalde, Ortega Peña, Galín, Rodolfo Mattarollo, que hoy son gobierno) que sacaban las uñas para las garantías constitucionales de las PP., ni se compara con los actuales PP, que deben saber que son casi 1000 (casi todos ancianos), de los que han muerto 88, sin atención médica adecuada, y que sufren numerosos vejámenes. Acá me olvidé de mencionar las CERO garantías constituciones y jurídicas que padecen. Y que ningún político los menciona. Por supuesto, las “gatas” sacaron las uñas. Una habló que hubo terrorismo de estado. Pero no me dejaban hablar. Así que me levanté y enfilé hacia la puerta, no sin antes decirle a la Directora de la Biblioteca, que esto era “terrorismo intelectual”. Hubo uno que salió atrás mío. “Me vas a seguir”, le dije. Ni sé qué me contestó. Rosalía
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Horacio:
Transmitile a Osvaldo ALVAREZ y a Carlos PAMPILLON, que más que Dictadura, esto es TERRORISMO INTELECTUAL, que así se los dije en un acto de zurdas, acá en Córdoba:
La guerra continúa. Ahora es ideológica.
Hoy Martes 5 de Abril/2011, estuve en la Biblioteca Vélez Sársfield.
Llegué 20,05, y no había empezado. En la puerta un pizarrón, donde se contaba de las actividades de esta agrupación, que no retuve el nombre. Una persona me invitó a pasar, muy amable (después ella misma me haría callar). Saludé a la Directora de la Biblioteca, pues nos conocemos. La reunión era para “hablar” o “dialogar” sobre el acontecimiento histórico en el que las presas políticas de Córdoba (año 1977) se habían “rebelado”, debe ser contra el trato que le daban en la cárcel.
El salón principal contaba con carteles colgantes, que pasaban de una pared a otra, con leyendas como “No me toques”, en letras pintadas sobre dibujos que simulaban calzones femeninos. Bueno, nada sutil ni sugerido.
Hubo palabras de tres mujeres alusivas a la reunión. Se pasó, no una película, ni un video, ni un cortometraje. Sobre una pantalla chica había una imagen fija, y todo era como un teatro leído. Una vez terminada, se encendieron las luces. Hubo aplausos. Aunque yo vi a algunas mujeres que no aplaudieron. Y se abrió la charla.
Me había colocado al último, a propósito. De modo que no le veía la cara a la “supuesta autora” del teatro leído.
Habló una que se ve que era psicóloga, o estaba muy bien entrenada. Porque no dijo nada importante. O sea: El zurdo intelectual que da vuelta sobre lo importante que tiene que decir, pero no lo dice.
Mis primeras palabras fueron: La Historia, debe ser total. La Memoria, completa, para que la Justicia sea imparcial. Entre otras cosas, dije: Lo que sufrieron esas presas políticas, que estuvieron MUY BIEN DEFENDIDAS por los mejores Abogados que actuaban en ese momento (nombré a Eduardo Luis Duhalde, Ortega Peña, Galín, Rodolfo Mattarollo, que hoy son gobierno) que sacaban las uñas para las garantías constitucionales de las PP., ni se compara con los actuales PP, que deben saber que son casi 1000 (casi todos ancianos), de los que han muerto 88, sin atención médica adecuada, y que sufren numerosos vejámenes. Acá me olvidé de mencionar las CERO garantías constituciones y jurídicas que padecen. Y que ningún político los menciona.
Por supuesto, las “gatas” sacaron las uñas.
Una habló que hubo terrorismo de estado. Pero no me dejaban hablar. Así que me levanté y enfilé hacia la puerta, no sin antes decirle a la Directora de la Biblioteca, que esto era “terrorismo intelectual”.
Hubo uno que salió atrás mío. “Me vas a seguir”, le dije. Ni sé qué me contestó.
Rosalía
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