Sergio Rubín en Clarín de hoy
No se quiso hacer publicidad. La convocatoria fue hecha de modo casi personal. Y sin buscar que la respuesta sea numerosa. Pero sí un primer paso. Así, el sábado 23 de octubre, una veintena de familiares de víctimas de la guerilla y de la represión ilegal se congregaron por primera vez en el recoleto edificio del seminario de Devoto para un retiro espiritual con eje en el perdón como camino hacia la reconciliación. Una propuesta que, según sus impulsores, no debe emparentarse con la búsqueda de la impunidad –de hecho, cada uno de los participantes tiene su posición sobre el papel que debe jugar la Justicia-, sino con el objetivo de un país “sin odios”. La idea venía siendo macerada desde hacía tres años por un grupo de católicos llamado “Setenta veces siete”, nombre que alude a la pregunta de Pedro a Jesús acerca de cuántas veces se debe perdonar. Grupo que integran, entre otros, José María Sacheri –hijo del dirigente católico nacionalista Carlos Sacheri, asesinado en 1974 por el ERP-; Cristina Cacabelos –hermana de una militante de Montoneros muerta en un enfrentamiento y de dos desaparecidos que tenían 16 y 17 años-, y Beatriz Fernández, de la iglesia porteña de la Santa Cruz, donde empezaron a reunirse las Madres de Plaza de Mayo y fueron secuestradas las monjas francesas.
El retiro tuvo un paso previo. Fue un panel sobre la reconciliación que se realizó en la última Feria del Libro. Y del que participaron Arturo Larrabure –hijo del coronel Argentino Larrabure, asesinato en cautiverio por el ERP-; Luis Labraña, ex montonero, y el arzobispo emérito de Resistencia, Carmelo Giaquinta, cercano en su momento al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y a quien le ametrallaron su casa en 1976. Giaquinta fue el predicador del retiro espiritual, ocasión en la que dijo no tener dudas de que “si los argentinos nos perdonásemos de corazón, nos desataríamos las ataduras que nos tienen prisioneros del pasado y volveríamos a caminar como Nación”. Los organizadores prometen otro encuentro antes de fin de año.
El retiro tuvo un paso previo. Fue un panel sobre la reconciliación que se realizó en la última Feria del Libro. Y del que participaron Arturo Larrabure –hijo del coronel Argentino Larrabure, asesinato en cautiverio por el ERP-; Luis Labraña, ex montonero, y el arzobispo emérito de Resistencia, Carmelo Giaquinta, cercano en su momento al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y a quien le ametrallaron su casa en 1976. Giaquinta fue el predicador del retiro espiritual, ocasión en la que dijo no tener dudas de que “si los argentinos nos perdonásemos de corazón, nos desataríamos las ataduras que nos tienen prisioneros del pasado y volveríamos a caminar como Nación”. Los organizadores prometen otro encuentro antes de fin de año.
10 comentarios:
"Palma "el acomodaticio". O de cómo hacer la vista gorda cuando conviene"
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Así debería llamarse la obra (teatro, cine, folletín, fotonovela, radioteatro, teleteatro, o lo que guste).
Ahora resulta que Palma, el mismo que nunca-nunca-nunca hizo una mención a los desaparecidos en un escrito de su autoría, reproduce una noticia en la que se indica la desaparición de dos adolescentes de 16 y 17 años.
Es raro, digo, porque ANTES, cuando no le convenía, no se cansó de negar a los desaparecidos, o en su defecto, justificar la desaparición forzada de personas.
NUNCA - NUNCA - NUNCA le leí a Palma, un repudió al método, a la desaparición forzada de personas. Lo repito, nunca.
Ahora, hoy, y porque un grupo de personas, tal vez tan bien intencionadas cómo inocuas (tal vez) se juntan a por un pretendido "país sin odios" (y sin memoria, diría yo) y la noticia sale publicada en Clarín (antes Klarín, para el mismo Palma), el ignoto "periodista" de un “prestigioso medio del interior” descubre que hubo una iglesia de la Santa Cruz, y que allí se reunió un grupo de Madres y que esas Madres DESAPARECIORON, que los cuerpos de algunas de ellas fueron devueltos por el mar y enterrados clandestinamente y que el artífice de esa “operación” fue un marino que se hizo llamar Gustavo Niño y que se infiltró en ese grupo de Madres. Y que Gustavo Niño no es mas que alguien declarado, proclamado y reivindicado cómo “héroe” por Palma, me refiero a Alfredo astíz y que éste tiene una hermana que se hace llamar Lucrecia Figueroa, y que es vieja conocida de Palma, de la Pando, de Von Wernich, de Cozzani…
Lo digo una vez más: NUNCA, NUNCA, NUNCA, ni una sola vez le leí a Palma una frase de repudio a la desaparición forzada de personas. Si ahora hoy, hace mención al método aberrante (aunque indirectamente e inserto en el discurso de otro, que el reproduce) lo hace hipócritamente y por puro oportunismo.
El “proceso de reorganización nacional” no cerraba sin desaparición forzada de personas. Y para Palma, los desaparecidos son “sólo” el “efecto no deseado” o “o daño colateral” y de una “guerra”, y cómo tal no habían de ser tenidos en cuenta, hasta hoy que los necesita.
¿Y a este boludo quién le dió vela en este entierro? A llorar al cementerio, acá estamos de festejo! JUA!
Por qué razón, los que no han sido víctimas de la guerra de los años setenta, se molestan tanto cuando las Víctimas verdaderas hablan de reconciliación=???.
Yo quiero la Reconciliación... y vos?
Palmeta, dos cosas:
La primera, "acá estamos de festejo". Después hablame de "reconciliación"...si tenés cara.
La segunda, Preguntale a "Chicha" Mariani si se quiere reconciliar (te recuerdo que Clara Anahí Mariani DESAPARECIÓ a los tres meses de edad).
Una de yapa: No, yo quiero la reconciliación. Lucho por todo lo contrario.
Yo respondo por lo que escribo. No me hago cargo de lo que escriben los anónimos.
Horacio:
Precisamente, es parte de la "movida gramsciana":
-lo anónimo les genera "valentía".
-tiran la piedra y esconden la mano.
-atacan solapadamente, nunca de frente.
-se burlan groseramente de todo.
Es la psicología del insolente, procaz, burdo y grosero IZQUIERDISTA.
Rosalía
Para el Ánonimo del 1er comentario
Los hombres(varones y mujeres)tenemos la posibilidad de ampliar la mirada y cambiar ¿o no? Es bueno permirse y permitir a los otros tal posibilidad. A no ser que uno tenga una visión maniquea de la vida y se pierda la oportunidad
Inocuo es lo que no hace daño, si compartimos esta definición vamos bien. Me permito disentir con la equiparación de un "país sin odios" con el de "sin memoria". El tema es que la memoria nos permita construir y no nos ancle en el resentimiento.
No soy anónima, Beatriz
Yo soy de la "MAYORÍA SILENCIOSA" y QUIERO la Reconciliación Nacional. Estoy seguro que si se consulta al PUEBLO, la aprobación será superior al 70 % igual que las últimas elecciones. Estamos HARTOS de las peleas sesentistas, no nos interesan... demasiado daño le han producido al país. Ambos bandos son minoritarios, es hora que se pronuncie la MAYORÍA.
Voy por la conciliación, el perdón y un futuro mejor. Ese es el camino que aún no hemos transitado.
De acuerdo con el último Anónimo, el de la mayoría silenciosa.NO ESPEREMOS, BUSQUEMOS CAMINOS.
La Paz y la Conciliación no llegaran solas, como un regalo del cielo... son dones que deberemos salir buscar y ganar en nuena ley.
Este tema no figura en la "Agenda Política"... ¿no setá hora que los representantes del pueblo, la instalen y se hagan cargo de la tarea?
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