Inventar el pasado... esconder el futuro

La presidentA, nuestra presidentA, la del peluquero personal contagiado de extraño mal en uno de sus tantos viajes, se planta frente al micrófono en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Y da un encendido discurso ante un respetuoso auditorio de sillones mullidos. Unos azules, otros beige... vacíos casi todos. A veces me pregunto si este tipo de formalidades costosas son indispensables. Porque hacerse un viaje hasta el “asqueroso imperio”, enfundarse en trajecito de seda, hacerse abrazar con despampanante collar de perlas y elegir los aritos muy Suárez de brillantes, para hablarle a su comitiva… es un sinsentido.

Al término del discurso de Cristina, los periodistas quisieron encontrar alguna cara no tan conocida, alguien que fuera ninguno de los que gastan tiempo y saliva en los medios defendiendo a capa y espada al matrimonio presidencial. Y dieron con un hombre afable, correctamente vestido, exquisitos reflejos de peluquería en bigote y cabellera. Un tal Sergio Urribarri comentó con sonrisa de oreja a oreja: “El discurso de la presidenta nos dejó pasmados”. Pero el gobernador de la provincia de Entre Ríos fue más allá en su análisis. Sentado cómodamente en uno de los mullidos sillones beige de un salón de conferencias casi vacío, dijo: “Con gran altura les cantó las 40 a todos”.

En fin, que la cosa funciona así, y mientras nosotros creamos real el espejismo, el espejismo estará ahí. Aunque no exista. ¡¡“Viva Argentina carajo”!!

A veces me pregunto qué gases raros componen las “nubes” en las que andan los políticos de Argentina y del mundo. Esos raros gases que en mínima proporción completan la atmósfera, parecieran embriagar de boludez a muchos de los políticos. Gente inteligente, muchos de ellos brillantes y destacados, de repente se pegan un viaje al país de la imbecilidad. No entiendo. Supongo que en ese mundo de nubes y gases raros en el que el Poder habita, hay entuertos que ni siquiera imaginamos.

Y entonces, el joven brillante de la clase política de Estados Unidos, por el que millones aclamaron su triunfo allá en el Norte, se levanta un día y ¡¡elogia a la bocasucia!!

En fin, cosas de la política que un pobre mortal como yo jamás logrará entender, un 11 de septiembre de hace varios años, la titular de las Madres de Plaza Mayo, elogiada ahora por Barack Obama (me hubiera gustado verle la cara a doña Hebe Pastor, digo, a la ex de Bonaffini) se mostraba exultante tras el ataque terrorista a las torres gemelas: “al fin las pagana estos…”, comentó eufórica la señora del pañuelo blanco… y los rojos sueños. Años más tarde, cuando el “hombre de color” recibiera el Premio Nóbel de la paz, nuevamente “ña” Hebe Pastor ex de Bonafini volvió a la carga, y en una carta enviada al Comité Nobel, la putativa de Néstor Kirchner y Madres de Plaza de Mayo acusaron a Obama de ser el continuador de Bush. Y no solo eso, en la declaración decían así: “La Asociación Madres de Plaza de Mayo exige, por todo esto y para conservar el espíritu del Premio Nobel de la Paz, se le retire este premio a este hombre negro que no es fiel a su digna raza”.

Obama, que no sabe no le importa o le pasaron mal el dato, la comparó con Nelson Mandela!. ¡¡Pucha!!, ¡y yo que le envidiaba al hombre negro su título en Harvard!

Que la atmósfera que envuelve el poder es bastante enrarecida es cosa sabida, pero uno no deja de sorprenderse. Nunca. Y entonces esta semana nos desayunamos con una foto de tapa como para Ripley, aquél programa basado en la creación de Robert Ripley, que enunciaba un “aunque usted… no lo crea”. Diego Armando Maradona sonriente en la quinta de Olivos junto a un Kirchner informalmente producido. La “Operación retorno” del ex técnico a la Selección está en marcha… ¿sucederán estas cosas en otros países?.

Tal vez en otro país “bananero” suceda. Alguien que ha fracasado en un proyecto deportivo totalmente ajeno a una política pública (porque convengamos que el puesto de técnico de la selección nacional de fútbol sólo se toca con la política cuando se juntan para hacer demagogia, pero de esa demagogia barata) se reúne con el esposo de la presidentA para volver a ser técnico. Es payasesco lo de Maradona, y es patético lo del matrimonio que nos preside… esto de los gases raros.

Así, de a poco, entre apuros electorales y aprietes históricos y aguantaderos de terroristas extranjeros, el gobierno éste vino a culminar la tarea que había iniciado el gobierno anterior, a la sazón, cónyuge de la presidentA de hoy. Meternos a todos y de prepo en el barro de la historia.

A tiempo completo el gobierno de los Kirchner se esmera en el espejo retrovisor. Una política que les ha dado resultado. Congratulados con las huestes piqueteras y con las orgas que otrora utilizaran las calles para forzar políticas, hoy están llamadas al silencio. Los Kirchner les han tapado la boca con gruesos billetes.

Claro que a veces algunos temas de la realidad se le cuelan en el esmerado discurso setentista. La inseguridad que mata como nunca. Policías acribillados. Chicas que desaparecen para siempre ante una democracia inválida, en manos de mafias de trata de personas. Casos de corrupción cajoneadas en despachos judiciales que parecen casi un despacho oficial del poder ejecutivo.

Y mientras este gobierno le habla a una platea vacía convencido de que es el ombligo del mundo. Y mientras la presidenta nos invita a empujones a vivir pegados al espejo retrovisor para ver una historia distorsionada en complicidad con los mismos terroristas que ayer nos mataban como perros… hay un futuro de alarmas encendidas. De luces amarillas casi rojas.

Señales que pocos quieren ver. Llega la primavera y nuestra juventud da la nota. Alcohol droga y violencia. Así, en ese orden.

Estamos haciendo una generación de hígados arruinados. Nuestros hijos, nuestros nietos, toman alcohol como si tomaran agua. Y “las previas”, infaltables reuniones pre joda para mezclar bebidas de todos los colores, se han convertido en un rito cultural al que los mayores asistimos impávidos. Y las drogas que se nos enquistaron en cada esquina. Y ahora el fenómeno de bandas que muelen a palos… o matan.

Y mientras los de arriba nos intiman a sentarnos frente al enorme espejo retrovisor para mirar 30 años atrás, o se mofan de hablar ante una platea vacía, el futuro se nos pone negro. Despertemos!! Que pronto será tarde para lágrimas.

Horacio R. Palma