Norberto "Beto" Cozzani, desde GuanKánamo...

PAREN FUNDAMENKALISTAS

El destacado español Julián Marias en el año 1983, ni bien se recupera la democracia, nos dijo,...”Los argentinos deben asumir una visión critica que parta del año 1973, de aquella tremenda etapa en que se intentó convertir a la Argentina en una inmensa Cuba. A mi juicio debe evitarse todo análisis parcial, tendencioso o incompleto, solo se puede construir sobre la verdad por mas dolorosa que sea. La falsedad, por el contrario, es en si misma destructora, e impide construir algo valedero y estable”...

…”Mi pasividad y silencio me convertirán en cómplice del mantenimiento de la figura del chivo expiatorio a la que, violando la lealtad militar que se les debe, han sido relegados mis defendidos con el fin de ocultar responsabilidades políticas y militares ajenas a ellos, circunstancia que jamás aceptaré o consentiré cualquiera sea el precio que deba pagar, siendo el irrenunciable deber de honrar a esa forma de pensar lo que decidió este reclamo que hago público a pesar de saber que generará profundas discrepancias”…

Dr. Florencio Varela

El Dr. Carlos Fayt, sostiene en su voto que debe respetarse el principio de legalidad establecido por el artículo 18 de la Constitución Nacional y que ninguna alegada costumbre internacional o derecho de gentes puede reemplazar a la clara exigencia constitucional “no derogan artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos”. Queda claro y nadie discute este punto, que las normas que regulan el instituto del orden público de la prescripción de la acción penal, integran el concepto de “ley penal”. Por lo tanto, nunca pueden aplicarse en forma retroactiva aquellas que resulten más severas para el imputado.

A mediados del año 2005 mi libertad estaba próxima, el señor Juez en lo Criminal y Correccional Federal Nº 3, de la ciudad de la Plata, Dr. Arnaldo Hugo Corazza, y su Secretario Especial el Dr. Edgardo Horacio Salatino, habían enviado un oficio al Servicio Penitenciario Federal con mi correspondiente computo de condena, para que se realizaran los trámites relativos a mis “Salidas Transitorias”, tal cual me correspondía por ley.

El personal del S.P.F, cumplimentó todos los trámites pertinentes, visitaron mi futuro domicilio, mi familia firmo la responsabilidad que la ley indica. En síntesis todo el estudio, sobre conducta, sicológico, etc, concluyeron con resultado positivo en tiempo y forma.

Pero una vez mas y de acuerdo al dicho popular, “El diablo metió la cola”. Los distintos organismos de los parcializados “Derechos Humanos” en su conjunto, y en especial la O.N.G. “Justicia Ya”, no quedaban conformes con que solo cumpliera en forma total mi condena del año 1987, pese a que la había dictado el pleno de la Cámara Federal Porteña, y también la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la ratifico en todos sus términos.

Los fundamentalistas siempre van por más, el odio y el rencor los moviliza permanentemente. En cuanto a mi persona, corrieron, se movilizaron de inmediato, vinieron por mas y así lo “ordenaron” a la “independiente” Justicia Federal Platense.

Yo no podía salir en libertad con mi condena cumplida, ello hubiera significado una derrota a sus espíritus de revancha, en los 70 contribuí a coartarles la llegada de recursos financieros nacionales e internacionales, con los que capitalizaban su logística terrorista.

¿Qué hacer?, se preguntaban con seguridad el fiscal, el juez y su secretario, y entonces, obedientes como todo perro a su amo, decidieron cruzar declaraciones varias, armar un “club de testigos”, e involucrarme en una numerosa cantidad de nuevos casos, siempre en relación a lo mismo, la desarticulación del poder financiero de los ejércitos terroristas de los años 70.

Escribieron mucho, copiaron mas, me cargaron de delitos atroces y aberrantes y al mas puro estilo de Hollywood el show quedo listo para proseguir. En varias hojas plasmaron revanchas de todo tipo y fundamentalmente, el Señor Fiscal, el Señor Juez y el Señor Secretario Especial lograron cumplir con sus “Transitorios” amos. Evidentemente estos hombres de la castigada Justicia Argentina, son “obedientes y debidos”.

El 26 de septiembre del año 2005, me hicieron comparecer con el propósito de tomarme declaración indagatoria, atento a lo normado en el Art. 294 del C.P.P.N.

Ya el circo y el pelotón de fusilamiento conformado por “payasos” estaba dispuesto. La decisión estaba tomada, harían caso omiso a mi condena de 1986, pese a lo resuelto luego de 7 meses de juicio, con 373 testigos, los jueces, Ledesma, D’Alessio, Arslanian, Gil Lavedra, Torlasco, Valerga Araoz y Peres.

Los fiscales doctores Strassera y Moreno Ocampo, la posterior ratificación de mi condena por los Ministros de la Corte Suprema, doctores Caballero, Fayt, Belluscio, Petracchi y Baqué.

La “cosa juzgada” ¿no existe?, ¿la democracia en 1986, tampoco?, ¿la defensa de los derechos humanos por parte del Dr. Alfonsín y su equipo no existió?, ¿el juicio oral y publico como consecuencia de la causa Nº 44/85, tampoco?- que atrevidos son. La Republica Argentina nació en el año 2003, es un estado monárquico instalado bajo la tutela del Rey Néstor I, y la Reina Cristina, entonces sí todo tiene algo de sentido común, de jurídico nada.

Siento igual repugnancia por los mayores que lo permiten, cuando observo en televisión a niños en Oriente Medio, empuñando fusiles que pesan mas que ellos. Cuanto horror, adonde iremos a parar si entre otros males, no neutralizamos al terrorismo mundial.

Dicen los abogados que a mayor tiempo, menor es la prueba. En mi caso se da en sentido inverso, a 34 años de los hechos y a 24 años de mi juicio y condena, hoy recuerdan nuevos detalles y escandalosas e injuriosas situaciones, el nuevo circo esta armado.

Cuando se produjeron los supuestos hechos que pretenden adjudicarme, yo tenía 25 años, cuando me juzgaron y condenaron a 4 años de prisión, tenía 35 años. Hoy, cuando en forma sorpresiva todos me recuerdan para beneplácito de los principales asesores del Poder Ejecutivo Nacional, estoy próximo a cumplir 60 años.

También les reitere en varias oportunidades, con el debido respeto, que el camino que en general están tomando, en nada contribuye a la necesaria “LEGALIDAD”, para mi el único camino hacia la libertad y bienestar de nuestros hijos y nietos, de los futuros dirigentes de mañana.

Estos “bufones medievales”, son la expresión mas pura de los “farsantes distinguidos”, que he conocido en mi vida, y además se jactan de llamarse “democráticos” y de practicar la “independencia de poderes”.

En mis casi sesenta años de vida, fui policía durante dos años y tres meses, como con lujo de detalles, lo explico en mi primer libro YO ASUMO (2005). Me tratan como si fuera en ese corto lapso de tiempo el Jefe de Policía, y yo era exactamente el otro extremo de la cadena.

Tengo entonces la íntima convicción, que los mencionados hombres de esta justicia argentina devaluada, se han sumado de cuerpo y alma treinta y cuatro años después, a la tarea de alimentar el morbo del revisionismo de lo que fue una gran tragedia, una guerra donde al igual que en todas las guerras, todos, siempre todos algo perdemos.

Busquen lo que busquen, armen lo que armen, logren lo que logren, bien saben que sus procederes y mecanismos no se ajustan a derecho.

Nada de lo que hagan hará que pierda mi sentimiento de orgullo individual, por la honradez, lealtad y principios éticos con que actúe en cada momento, durante mi cortísima intervención

Hay mucho de que arrepentirse en relación a aquellos años, mucho más de lo que individualmente podamos imaginar, de allí que deberíamos buscar legalidad en todos los sectores de la sociedad argentina.

Hoy se desconoce lo declarado por la Corte Suprema de Justicia y el pleno de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal en la causa 13/84, contra los Comandantes, que responsabiliza a ellos por las órdenes dictadas en ejercicio de sus comandancias, y por ese motivo no condenó a Videla por hechos ocurridos durante el período en el que fue Presidente, pero no Comandante en Jefe.

Los falsos cargos que entre otros me hacen los Sres. Osvaldo Papaleo y Juan Destéfano, basado en la “identificación ideológica” es escandalosamente violatorio de la libertad de pensamiento, (Art. 19 CN. Y todos los tratados sobre Derechos Humanos), además de colocarme como presupuesto de la participación en un plan de exterminio masivo de mi propio pueblo, cuando en la condena de la causa 44/85, no existió contra mi un solo cargo por homicidio.

Esta aberración del derecho penal y hasta del sentido común se ha desarrollado entre nosotros en contradicción con la consolidación de la jurisprudencia de la nueva Corte Penal Internacional, donde actúa el Dr. Luis Moreno Ocampo, según la cual cometen delitos contra los derechos humanos, no sólo actores estatales sino también organizaciones terroristas “privadas”, como la que apoyó los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA. Pero nuestra Corte Suprema, aplicó y aplica la doctrina inversa al liberar a un terrorista de la ETA, Lariz Iriondo, negándole la extradición al Estado Español que la requería internacionalmente, siguiendo así la doctrina ya vetusta de que “sólo los miembros del Estado pueden cometer delitos de lesa humanidad”

Lo que ocurre es que tanto el gobierno de los Kirchner, como los abolicionistas, al no aplicar la doctrina de los derechos humanos según el derecho internacional vigente, sino a partir de su propia ideología la han reducido, para dirigirla principalmente contra los que creen sus propios enemigos ideológicos, usándola en forma retroactiva, contra las Fuerzas Armadas, de Seguridad y civiles de los años ’70.

La aplicación de nuestra Ley no es pareja ni legal. Unos somos castigados más allá de las garantías que deberían procurarnos los jueces, en tanto otros son exaltados a pesar de lo que hicieron y declararon públicamente. Si la aplicación de nuestra ley fuera pareja y superior a la venganza, entonces los responsables de la guerra interna de los años ’70, habrían sido todos procesados, o estaríamos todos libres.

La división del mundo de hoy es perceptible incluso contemplado superficialmente. Esta profunda y múltiple ruptura conlleva el peligro de múltiples desastres para todos nosotros. Es hora en Occidente, de defender no tanto los derechos humanos, sino las obligaciones humanas.

Mezclamos el bien y el mal, lo derecho y lo torcido, y damos así la oportunidad para el triunfo del mal en nuestra Nación.

Hay un desastre que ya está muy entre nosotros, me refiero a la calamidad de una conciencia desespiritualizada y de un humanismo irreligioso. Nuestra vida espiritual está siendo pisoteada por jaurías ideologizadas, partidarias y comerciales. ¿Terrorismo de vuelta? ¡Nunca más!.

Debemos encontrar el camino de la legalidad. Una justicia ilegal no es justicia.

Los argentinos tenemos que salir de este laberinto, pues de otro modo nos veremos sumidos en el estercolero de una permanente guerra civil latente, tal que, tarde o temprano, el gobierno más impensado tendrá que dictar medidas de pacificación, imitando el sendero de tantos países que han superado estos problemas.

De hecho, en la confianza que serían impunes, los guerrilleros han contado y recontado sus hazañas.

...”Corresponde sin duda alguna al Poder Judicial de la Nación, garantizar la eficacia de los derechos, y evitar que estos sean vulnerados como objetivos fundamental y rector a la hora de administrar justicia y decidir las controversias...”(C.S.N. 3-5-2005-V856. XXXVIII. Verbitsky, Horacio s/ habeas corpus fallos 328:1146

NORBERTO COZZANI

PRISIONERO POLITICO

C.P.F.Nº 1 EZEIZA