lunes, 15 de marzo de 2010

"Walsh, y las trampas de la memoria" - Eduardo Linares


Estimados todos, si bien discrepo con muchos de los conceptos de Eduardo Linares, creo que es interesante adentrase siempre en la mirada del otro... nos hace mejores.
Humildemente, les recomiendo el ejercicio.
Horacio





Walsh, y las trampas de la memoria

Eduardo Linares


Hace unos días, en una semana más que agitada políticamente, con el epicentro en el Congreso de la Nación, se realizó la presentación del libro “Los llaman…jóvenes idealistas”, de Victoria Villaruel, presidenta del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas. El presentador de la obra iba a ser el rabino Sergio Bergman, el cual decidió no ser parte del acto al ser amenazado telefónicamente él y su familia. Hasta aquí la crónica, escueta, publicada en el diario La Nación. Sí, claro, no dejaba de dar cuenta que estaban presentes en el centro cultural en donde se hizo el lanzamiento del libro, el hermano de Santiago Soldati, víctima del terrorismo montonero y Guillermo Walter Klein, número uno del equipo económico de José Alfredo Martínez de Hoz, víctima también de un atentado dinamitero de la organización armada del peronismo revolucionario que le voló su casa de San Isidro por esos años.

En lo personal, a esta altura de la historia no comparto ningún tipo de intimidación, amenaza ni escrache, sean del color político que fueren, mucho menos la violencia criminal. La política no transita por ese camino. Ahora bien, darle al rabino Bergman, un personero privilegiado del sionismo internacional y defensor incondicional del Estado de Israel, esto incluye sus políticas de apartheid y limpieza racial sistemática, un micrófono para denostar la violencia setentista, me parece, cuando menos, una contradicción notable.

No es la primera de la gente del CELTYV. Ya en el 2008, sin mal no recuerdo, habían invitado a la periodista española Pilar Rajola a una serie de conferencias, siendo, como es esta publicista a sueldo, un agente especial del sionismo para la audiencia hispana, furibunda enemiga del Islam y todo lo que esa cosmovisión del mundo representa. Las contradicciones de este grupo son aún peores, pero no es mi intención extenderme en ellas. Quiero, de ser posible, hacer una semblanza de lo que son a mi entender las trampas de la memoria, que no son muchas, pero sí muy trabadas, e impiden sobre todo tener un discurso superador y cauterizador de las históricas heridas.

He terminado de leer el libro “Rodolfo Walsh, la palabra y la acción” de Eduardo Jozami. La obra es completa, documentada, bien escrita, reparadora. La figura de este escritor, que reivindica en los 50 la Libertadora para terminar veinte años mas tarde militando en la organización armada Montoneros, en la cual pierde primero a su hija Vicky y luego su vida, no deja de ser una parábola de lo que implica el compromiso político para un intelectual y lo que significaron para la Argentina esos violentos años en donde el país se desgarró, se abrió las venas.

La honestidad intelectual y la coherencia de Walsh, lo habían llevado entre noviembre del 76 y enero del 77, a elevar cinco documentos críticos a la conducción de Montoneros, todos firmados con su nombre, siendo, como era, responsable en el área de Inteligencia y Prensa de la organización, planteando la necesidad de un cambio de estrategia, cesando en una criminal y demencial tendencia de Montoneros a ejecutar a todo el que portara un uniforme, sobre todo ante la virulencia de la represión militar que los estaba aniquilando.

No sólo no fue escuchado sino que en una circular de la organización firmada por el Nº2, Cirilo Perdía, se recomendaba a quienes tuvieren posiciones encontradas o lecturas críticas sobre las decisiones de la conducción, abandonar el grupo armado. La carta de Perdía iba dirigida directamente a Walsh. El escritor deja su testamento en un buzón, la famosa carta dirigida a la Junta Militar, y elige la forma de abandonar la lucha que mejor considera, acude a un encuentro sospechoso con un militante que lo entrega. Cae acribillado por las balas de un grupo de tareas, enfrentándolos con una pistolita calibre 22.

El Tigre Acosta, hace dos semanas, declaraba, “Walsh se suicidó”. Yo digo más, toda esa generación de militantes que adhiere a la lucha armada, foquismo guevarista proclamado en La Habana en la Tricontinental de enero de 1966, se suicida, en tanto y en cuanto desafían con las armas a ejércitos regulares, mejor petrechados y entrenados, formados de por vida para la milicia. En el caso de la Argentina, no más de 8000 jóvenes con escaso armamento y nula instrucción militar, sumando fuerzas de ERP y Montoneros, lo hacen contra más de 100 mil hombres de armas, profesionales. Si eso no es un suicidio, no sé cómo llamarlo. Hoy los extraños sobrevivientes de ese suicidio, en muchos casos inducido, pretenden ser los dueños de la historia, negando hechos y tergiversando fechas, en una manipulación sólo comparable con la del mitrismo.

La responsabilidad política de Juan Perón en esta tragedia es primordial, decisiva. Primero instigando la guerrilla juvenil y luego armando escuadrones de la muerte para exterminarlos. Este lado oscuro de Perón, como tantos, tantísimos otros, sigue siendo negado u ocultado por propios y ajenos, sólo se la insinúa en voz baja, como si fueran a venir agentes de Averno a cortarle la lengua al infidente, al atrevido. Argentina, antes que nada, es un país enfermo de impostura, de simulación. Una aldea mal poblada por inmigrantes que no tienen demasiado tiempo para interrogarse sobre su destino, aún demasiado ocupados por llenarse el buche, portadores de un ancestral hambre.

Causa gracia, triste ironía, cuando siguen acusando a los militares de haber ido a la guerra contra los británicos con tropas mal entrenadas (sic) -sí, aquí el argumento funciona a la inversa, el conocimiento del arte militar usado en el caso Malvinas se niega en la guerra revolucionaria-, sobre todo cuando hace dos años, el Tte. Cnel. Galés Tony Davies, reconociera que sus muchachos no tenían ninguna experiencia militar, no habían participado ni siquiera de la represión en Irlanda. Reconocía también Davis entonces, reportaje al diario Clarín, que los fusiles FAL argentinos, idénticos a los usados por los británicos, éstos, los originales belgas, funcionaban mejor en las heladas tundras malvineras. Tropas tan mal entrenadas que les causan a los británicos más bajas que las que producen ellos en combate franco en las Islas. Los ingleses siguen sin contar las bajas de los gurcas por el simple hecho de que no son súbditos de la Corona, británicos.

Vuelvo a Walsh, cito textualmente a Jozami y continúo con el análisis: “Además, frente a la proliferación de denuncias sobre las atrocidades cometidas por la dictadura, Walsh cuestiona la utilización meramente instrumental de la bandera de los Derechos Humanos; esta reivindicación será creíble si se ajusta a ello la propia práctica de la organización” (pág.360). Más de uno dirá qué sin sentido el de Walsh, de hablar de Derechos Humanos, para dentro de una organización militarista que celebraba el uso de las armas como condición previa para la construcción del socialismo. Y sí, es cierto, no resiste el mínimo análisis hoy día. Hace más de 30 años esto no estaba tan claro.

Como bien subraya Jozami en el mismo párrafo, incluso mencionar a la democracia como una alternativa, sonaba extraño, en tanto y en cuanto ésta había sido una flor rara a partir de 1955. O para ser aún más categóricos, Perón había participado de dos golpes militares antes de que el 3º del siglo XX lo derrocara a él mismo. Sí, el peronismo nunca fue un movimiento democrático, más allá de que levantó banderas nacionales y su compromiso fue defender los intereses de los trabajadores y las mayorías.

Pero quiero detenerme en una frase en particular, “la utilización meramente instrumental de la bandera de los Derechos Humanos”. Dicha por Walsh, en 1977 y rescatada por un progresista de tomo y lomo, como Jozami, 30 años más tarde. Sobre todo a propósito de que hoy día, carecemos de Fuerzas Armadas, acordes con una política de desarme y desmilitarización que se nos impone luego de la Guerra de Malvinas. Carecemos de FFAA, en tanto y en cuanto, la política de DDHH, utilizada de forma instrumental determinó que era menester, primero, falsificar la historia, negando el accionar de la lucha armada y su proyecto excluyente de tomar el poder con la punta de los fusiles para construir el socialismo, antes, durante y después el gobierno democrático de Juan Perón.

Quiero para finalizar hacer hincapié en dos rasgos no menores de esta confusión, de esta deliberada trampa. Vemos que en el acto de presentación del libro al que no fue el rabino Bergman, se encontraban dos responsables de la política económica de la dictadura. Soldati y Klein, otrora brillantes “Chicago Boys”, más allá de que fueran egresados de Harvard. Responsables, entre otras cosas, de la gestión de una deuda externa fraudulenta de 45 mil millones de dólares, investigada por la Justicia Federal, con un fallo que pasados 10 años sigue sin ser atendido, escuchado, por el poder político. Menos, por el Parlamento, el cual, conforme la letra clara de la Constitución Nacional, es el único poder autorizado por la Ley Suprema de los argentinos, para contraer empréstitos, deuda externa e interna.

Llama poderosamente la atención como entonces uno y otro bando, tanto el Cels de la derecha como el de la izquierda, en un punto coinciden, y es en hacer trampa. El pago de la deuda externa fraudulenta, una profunda vocación de este gobierno que se disfraza con los colorinches del peronismo revolucionario, no deja de estar conteste con la política represiva de los militares cómplices del plan de desmantelamiento de la industria argentina, iniciado durante la dictadura y perfeccionado en democracia, a partir de 1983, les guste o no a los radicales, que siempre están esquivando el bulto para sacarla barata, pretendiendo otro tipo de chantaje histórico, habida cuenta de la obscena crápula peroniana. La Deuda Externa fraudulenta y el desmantelamiento del aparato productivo, ergo, la condena de millones de trabajadores a la desocupación, el subempleo o el cuentapropismo, la lumpenización, son la violación a los Derechos Humanos más abominable, delito de lesa humanidad, imprescriptible, del cual aún no se han hecho cargo ni las Madres, ni los Hijos, ni mucho menos las Abuelas. Muchísimo menos el Cels. Creo que es hora que los varones de este país, los hombres libres que queden, empiecen a poner lo que hay que poner sobre la mesa para torcer el rumbo de este mal cuento narrado desde la venganza, la mentira y la perfidia.

Ya durante los años de la guerra fría, fue un denominador común que tanto la URSS como los EEUU, usaban banderas instrumentales para encubrir sus políticas imperiales de dominación. Unos con la bandera de la Paz; son memorables las expresiones de artistas e intelectuales de izquierda que escribían poemas y dibujaban palomitas mientras los tanques rusos arrasaban Checoslovaquia. Negar la barbarie stalinista entonces era parte del dogma. Así como las vanguardias metódicas de la CIA, desde fundaciones de libre comercio y defensa de los derechos humanos, de la Libertad, en una palabra, daban curso a las operaciones especiales de boinas verdes o a bombardeos masivos con napalm, tanto en el sudeste asiático como en América Latina.

En Argentina, en ejercicio de similar política denunciada entonces por Walsh, el uso instrumental de la bandera de los Derechos Humanos, por la paciente y perseverante obra y gracia del director del CELS, Horacio Vertbisky, ex montonero que casualmente reemplaza a Walsh en la conducción de la agencia de noticias Ancla, hombre luego financiado por la Fundación Ford subsidiada por la CIA, victimando a miles de combatientes que sentían las venas llenas de adrenalina en tanto y en cuanto vivían peligrosamente, jugándose la vida, y, por ende, pertenecían a una categoría superior de hombres, los revolucionarios, para luego, llevar al banquillo tanto a los militares que habían derrotado a la guerrilla como a los héroes de hicieron de la derrota de Malvinas una Gesta, que aún hoy, se sigue revelando como una batalla en donde Inglaterra pudo triunfar tan sólo merced al apoyo de una potencia imperial de primera magnitud, como los EEUU, así como al apoyo y la traición artera de Chile, quien le brinda cobertura de radares durante todos los días de la guerra menos uno.

La paradoja es que hoy día la Argentina se encuentra inerme. El plan montado desde el exterior por potencias imperiales y ejecutado a la perfección por sus aliados y esbirros locales ha salido redondo, ha contado para ello con la seria complicidad de la clase política social demócrata y neoliberal y las usinas mediáticas formadoras de opinión y manipuladoras de la mass media.

En 40 años, Argentina, un país con poderío industrial, fabricante de armamento de punta, vectores portadores de cabezas nucleares, con la lograda fisión del átomo en 1983, autoabastecida en combustibles fósiles, óleos y carboníferos, poseedora de riquezas incomparables, incluida la principal reserva acuífera del planeta, rica en yacimientos de oro, plata, cobre, uranio y minerales raros, con millones de hectáreas aptas para el cultivo de todo tipo de semillas y forrajes, con una capacidad tecnológica e inventiva notables, la maquinaria agrícola argentina es vanguardia mundial hoy día, ha sido relegada al monocultivo de soja y la explotación de sus minerales, petróleo y pesca por el capital foráneo, desplazando al 30% de su masa laboral a la desocupación, la pobreza, la marginalidad.

Luego de la trapisonda del Parlamento de la semana pasada, en donde una vez más los radicales demostraron conforme la sentencia del Presidente del Uruguay, el Pepe Mugica, que son unos nabos, queriendo llevarse las palmas de una oposición que no pueden liderar desde ningún lugar, habida cuenta que los votos que cuentan siguen siendo los de las provincias peronistas, quienes nunca van a aceptar el liderazgo de la UCR, poseedores como son, de un sentido común a toda prueba, sensatos en su lógica de negociar todo lo que sea negociable, incluso el uso de los fondos del Banco Central para seguir pagando una deuda externa fraudulenta, esta vez, a cambio de los beneficios de la Ley de Cheques, la cual le reembolsará 10 mil millones de pesos de los 25 mil que van a habilitar por la Ley Verna al PE.

Esta semana que pasó, digo, en donde el 11 de marzo en Ferro, el reasumido presidente del PJ declaró que va a ser Presidente hasta el 2020, avisando que ahora viene la etapa “distributiva” (sic), plantea serios interrogantes de cómo se va a dilucidar el destino de la Argentina, habida cuenta que ya van a ser dos las plataformas petroleras británicas violando Soberanía y robando riquezas, avanzada de cientos de ellas.

La pregunta más difícil que nos hacemos quienes pretendemos otra forma de hacer política, es hasta cuándo vamos a tener la cabeza fría, el corazón sosegado, la mirada atenta, la pasión en reposo, todo esto sumamente difícil en condiciones óptimas, éstas vienen a ser todo lo contrario, sin permitirnos el exabrupto del alarido, el arrebato de la puteada, la barbarie de la barricada. Antes, claro, de reventar por dentro. O de morir de pena, derrotados sin haber planteada una digna batalla, como aquél escritor que supo morir con las gafas puestas.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

También sin compartir totalmente el pensamiento de Eduardo Linares, me permito citar nuevamente el siguiente párrafo: “Además, frente a la proliferación de denuncias sobre las atrocidades cometidas por la dictadura, Walsh cuestiona la utilización meramente instrumental de la bandera de los Derechos Humanos; esta reivindicación será creíble si se ajusta a ello la propia práctica de la organización”.

Sobre la base de esa crítica de Rodolfo Walsh a la dirigencia montonera, quiero recordar la frase: “Pastilla de cianuro para los perejiles y exilio dorado para los dirigentes”.

El "abandono" por parte de la dirigencia montonera de una militancia librada a su suerte y condenada a combatir hasta la muerte o auto-eliminarse, apelando a la trágica pastilla de cianuro. Mientras sus máximos dirigentes se encontraban en el exterior, gozando de una privilegiada seguridad y otros colaboraban activamente en la represión, aniquilando más rápido a la organización

Toda una generación de jóvenes militantes fue condenada al suicidio por sus propios dirigentes. Muchísimos miembros de la organización “se tragaron las pastilla”… por no decir “se tragaron el sapo” que sus jefes les ordenaron desde el exterior para salvaguardar su integridad física.

En rigor de verdad, al igual que la posterior denominación de "perejiles" aplicada a los cuadros de escaso nivel de responsabilidad, esta visión encarna una profunda falta de respeto a los “derechos humanos” de los mismos montoneros que se quedaron en el país, por no poder abandonarlo.

Voy a relatar como es una muerte por envenenamiento de cianuro:

Conocido como el método más efectivo de autodestrucción, la ingestión de cianuro figura en el imaginario colectivo como la forma de suicidio más rápida e infalible Puede ser un gas incoloro como el cianuro de hidrógeno (HCN), el gas que usaban los nazis en sus campos de exterminio, o en forma de cristales como el cianuro de potasio (KCN) o el de sodio (NaCN). Estas dos últimas son sólidos blancos y exhiben un olor amargo a almendra.

La inhalación de altos niveles de cianuro causa la muerte en un plazo que va de 10 a 60 minutos. Obviamente a mayor dosis, menor será el lapso de sufrimiento y dolor, porque -hay que señalarlo- la muerte por cianuro puede resultar un proceso extremadamente penoso. Esto impide aprovechar el oxígeno del torrente sanguíneo, lo que causa asfixia celular, al tiempo que provoca que el metabolismo cambie de aerobio, acumulando cada vez más lactato en la sangre.

De esta manera, se fuerza una depresión en el sistema nervioso central, que deriva en un paro respiratorio.

Presagios que duelen, los síntomas iniciales del envenenamiento por cianuro pueden revelarse en dolores de cabeza, somnolencia, vértigo, ritmo cardíaco rápido y débil, respiración acelerada, enrojecimiento facial, náusea y vómitos.

Estos síntomas derivan en convulsiones, dilatación de pupilas, piel fría y húmeda, ritmo cardíaco aún más rápido y respiración superficial. La sensación que se experimenta es de quemazón interna y ahogo. En el último tramo, y más agudo, del envenenamiento, las pulsaciones se vuelven lentas e irregulares, la temperatura corporal comienza a descender, los labios, la cara y las extremidades toman un color azulado, lo que provoca que el individuo caiga en coma y muera.

Con semejante muerte... ¿respetaron los jerarcas mononeros los "derechos humanos de sus subordinados perejiles"?

Anónimo dijo...

el libro de Villaruel es una genialidad, no hay otro como este libro, ojalá esta chica hubiera nacido antes! Linares, dejá de fumar paco que te hace mal!

Anónimo dijo...

Seguí sangrando por la herida del orto.

Anónimo dijo...

Seguramente el 'hombre del orto sangrante' le debe haber entregado la cápsula de cianuro a más de un 'perejil', mientras el sobrevivía como una rata entregando a sus camaradas... igual que el pelado Perdía. Y si no explicáme ¿como te salvaste cobarde?

Anónimo dijo...

Si el libro de "Villaruel" es una genialidad sólo comparable con "La voluntad" de Caparrós - Anguita.

¡¡¡dejate de joder!!!

Anónimo dijo...

Che, Anónimo primero, te pregunto ¿los desaparecidos lo son también por orden de sus dirigentes?

"Tómese la pastillita, y si no, desaparéscase".
¡Dejate de joder!

capitan futuro dijo...

no entiendo en que se diferencian Palma de este chabon....

Anónimo dijo...

Situación de militares involucrados en causas por delitos de lesa humanidad:

Procesados con preventiva: 410
Procesados sin preventiva: 218
Condenados: 68
Denunciados: 280
Indagados: 28
Prófugos: 39
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Ésto es lo que se llama un "dato de la realidad", pero...
Palmeta, a la cuenta hacela vos.

Anónimo dijo...

Usted dice:

"Seguramente el 'hombre del orto sangrante' le debe haber entregado la cápsula de cianuro a más de un 'perejil', mientras el sobrevivía como una rata entregando a sus camaradas... igual que el pelado Perdía"

Y me pregunta:

"Y si no explicáme ¿como te salvaste cobarde?"

Yo le contesto: Me tomé "el tren de la victoria".

Anónimo dijo...

Palmeta, imperdible la canción que Barragán le dedicó al romance Duhalde - Pando en el programa 678.

Anónimo dijo...

Viendo la Plaza de Mayo de 678, y la Plaza San Martín del 5 de octubre... la Pando tiene tres veces más convocatoria que una marcha K!!!

Anónimo dijo...

Sobre el último comentario es mejor tirar un manto de piedad...(en la última convocatoria de la chechu en Plaza San Martín no había mas de...muy poquitos.

Anónimo dijo...

jajajaj... es que Chechu tiene más amigo en facebook que los nabos de el canal público!!! jua y jua

Anónimo dijo...

pero si Galtieri llenó la Plaza!!! y sin tanta internet!!, esta buluda echa la gente de la plaza porque no le gusta que la puteen!!

Anónimo dijo...

Amigos en facebook:

Programa 678: 79.457 Seguidores

"la chechu": 4330... la cuenta, hacela vos!!!
Es un "dato de la realidad".

Anónimo dijo...

tienen 80.000 seguidores y van 2.000!!!, al menos los 4000 de la chechu van todos!!!, lo de la tele pública es patético!!, tienen diez veces menos liderazgo que la chechu!!!

Anónimo dijo...

El que esté libre de toda culpa... que tire la primer piedra. Vos hombre del orto sangrante quedáte piola!

Anónimo dijo...

Según se infiere de los comentarios el "hombre del orto sangrante" es Palma!!!

Anónimo dijo...

Derechos Humanos Montoneros en los años 70: 'Pastilla de cianuro para los perejiles y exilio dorado para los dirigentes'.

Morí por mí 'perejil' y si te salvás te entrego en la contraofensiva terrorista de los 80... total ya arreglé con los milicos que los dirigentes quedamos a salvo de toda represalia.

Perón o Muerte!... Muerte!

Fdo. Pepe... aclaro para los más jovenes que Pepe no era Mugica, era Mario Firmenich, el mismo que cenaba con Massera en París.

Anónimo dijo...

Vamos a aclarar que 'el hombre del orto sangrante' no es el señor Horacio Palma, si no que hacemos referencia al 'pelotudo' que siempre usa la misma frase. Debe creer que es vendedora de sus mentiras.

Por eso en adelante a este anónimo lo vamos a llamar 'pelotudo' ya que 'proctólogo' es una definición que le queda grande.

Vos 'pelotudo' quedáte piola!