UNA SEMANA. DOS LIBROS.

EL LIBRO DE LAS MENTIRAS

El libro es de una editorial importante del país, tiene un título rimbombante. Presuntuoso. Una tapa del montón, y una firma ignota. “Símbolos y fantasmas”, el libro editado por Sudamericana y firmado por Germán Ferrari es un titánico esfuerzo por imponer varias mentiras. Y entonces uno se pregunta ¿porqué?.
¿Porqué alguien decide hacer 5.000 ejemplares de 300 hojas a cincuenta pesos, para intentar sabotear verdades indestructibles?. Se me ocurren varias razones. Pero entre todas elijo una: Impunidad.
Desde que el matrimonio presidencial, atrapado en culpas íntimas por cobardías de juventud, se abocó al intento de lavarlas en la fuente de la venganza, media Argentina se embarcó en una carrera imbécil hacia el pasado.
Las culpas de nuestra presidentA y su esposo, necesitan lavarse con sobreactuación. Y las responsabilidades de todos los terroristas que en los 70 mataron a miles de argentinos para imponer sus ideas… necesitan imperiosamente exculparse con impunidad. Y cuando hablo de impunidad, no hablo solo de la impunidad judicial… sé perfectamente que es la impunidad que menos les importa. Hablo de la impunidad frente a la historia. Los que ayer mataron por la espalda en nombre de una revolución imbécil, hoy, intentan “honores” y se esmeran para que los reconozca como ciudadanos respetables.
Pero digan lo que digan. Y hagan lo que hagan, ellos son lo que eligieron ser: Asesinos. Fueron asesinos cuando eligieron matar por la espalda para imponer sus ideas, y asesinos son hoy, cuando intentan esconder sus asesinatos con mentiras.
El libro en cuestión es un rosario de mentiras. Y la mayoría de esas mentiras, aunque incluyan mi nombre y mi apellido, importan poco. Pero hay, en ese compendio vomitivo de mentiras, algunas que son imperdonables.
Don Germán Ferrari intenta, desde el libro que firma, instalar la duda sobre los asesinatos del Dr. Carlos Sacheri, y del Profesor Genta. Finge creer que a Sacheri y a Genta no los mató el grupo terrorista Erp, sino la Triple A, aquella banda de sicarios que pagaba el general Perón.
Ferrari, aludiendo al asesinato de Juan Barrios (un chico de 3 años que murió cuando un comando de Montoneros fusiló en la puerta de un Banco de la Provincia de Buenos Aires al agente de policía Herculiano Ojeda, y mientras Ojeda agonizaba la chica del comando que no tenía más de 20 años lo roció con nafta y lo quemó vivo) escribe en su libro que este asesinato, es “un crimen que algunos le adjudican a Montoneros”… vaya a saber qué poderosas razones tendrá Ferrari para el descaro.
Supongo que esas culpas profundas que quedan después de haber matado a un chico de tres años en las manos de su madre, o a una chica de cinco en el auto del padre, o a un hombre indefenso y por la espalda cuando vuelve con su familia de misa, son culpas que no dejan dormir. Pero es un error infantil pretender acallar esas voces mortificantes con mentiras.

EL LIBRO DE LAS VERDADES

Este jueves 11 de marzo, se presentó en el Auditorio Astor Piazzola del Centro Cultural Borges en la Ciudad de Buenos Aires, el libro de CELTYV (Centro de estudios legales sobre el terrorismo y sus Víctimas) “Los llaman jóvenes idealistas”.
El libro, un impresionante compilado sobre el terror que el terrorismo sembró en Argentina durante 3 décadas, y una muestra palpable del dolor que viven aún en carne viva cada una de las miles de Víctimas que han sufrido un atentado, lleva la firma de la Dra. Victoria Villarruel, titular del Celtyv.
Ante un salón colmado con personas de todas la edades, me emocionó hasta las lágrimas ver en ese lugar a muchas Víctimas del terrorismo de Argentina. “Las Víctimas prohibidas”, como las llama la Dra. María Victoria Paz.
Allí estaban el economista Guillermo Walter Klein, a quien el grupo terrorista Montoneros le puso una bomba cuando toda la familia dormía; también vi al Dr. José María Sacheri (su padre fue asesinado por el grupo terrorista Erp 22 de agosto cuando volvía de misa), estaba el empresario Santiago Soldati, hermano de Francisco Soldati, quien murió asesinado junto a su custodio Ramiro Durán cuando el grupo terrorista Montoneros hizo explotar el auto en el que viajaban; Gonzalo Fernández Cutiellos, hermano de Horacio Fernández Cutiellos, caído en el combate de La Tablada; Fabiana Raquel Paiva, hija del capitán Paiva, asesinado por el grupo terrorista Erp cuando esperaba el colectivo; Las hermanas Paz, María Victoria y María Elvira, hijas del ingeniero José María Paz, asesinado por Montoneros en Tucumán; Clotildo Barrios, padre de Juan Barrios, quien a los 3 años fue asesinado por un comando Montonero en una calle de Monte Chingolo cuando caminaba con su mamá; Eduardo Navascués, un ex soldado conscripto del cuartel de La Tablada, quien fue utilizado como escudo humano por los terroristas que tomaron el cuartel y luego fue baleado frente a su casa (en plena democracia) para que no fuera a declarar contra los miembros del grupo terrorista MTP; Mercedes Rivadeneira y su hijo Adolfo Castrofini, esposa e hijo respectivamente de Miguel Angel Castrofini, dirigente peronista asesinado con más de treinta balazos a quemarropa (le tiraron más de cien) por el grupo terrorista Erp 22 de agosto. También estaban presentes Tatiana y Mercedes Larrabure, las dos hijas mayores de Arturo Cirilo Larrabure, nietas e hijo respectivamente del Coronel Argentino del Valle Larrabure secuestrado durante más de un año, torturado y asesinado por el grupo terrorsta Erp.
Todos guardan en el fondo ese dolor imprescriptible que brota ante el primer recuerdo.
El rabino Sergio Bergman iba a estar en la presentación, pero no pudo hacerlo. Lo amenazaron de muerte. Todo un mensaje en la presentación de un libro imperdible que repasa una y mil veces, cómo los terroristas de ayer, muchos de ellos hoy funcionarios públicos, se encargaron de aterrar a la sociedad con bombas y balazos por la espalda...
La Víctimas del terrorismo de Argentina están de pié. Gritan. Dan testimonio. Y lo que es más importante, apuestan por el perdón. Quieren la reconciliación.
“Le pedimos que dé cursos de explosivos y ciertas técnicas a nuestros compañeros para ganarse la libertad. Pero Larrabure se puso en patriota y dijo que jamás iba a colaborar… Larrabure en ese sentido, nos derrotó”, escribió un alto jefe terrorista del ERP sobre el secuestro de Argentino del Valle Larrabure. Sonrío… ayer los derrotó un Soldado al que metieron más un año en un pozo. Y hoy los derrota algo tan simple como la verdad.
“La vida es como andar en bicicleta, para conservar el equilibrio debes mantenerte en movimiento…” dijo Albert Einstein. Curiosamente, en la bici, para mantenerse en movimiento hay pedalear hacia adelante. Es algo que sabemos todos… no obstante algunos, están empeñados en anclarnos, con mentiras, al pasado. ¿Porqué?