Madurar con la Memoria...

El ex Presidente Teniente Gral Jorge R. Videla, Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato

“Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia…”

(La Memoria – León Gieco)

Qué cosa esta Argentina que no para de sangrar. Empeñada en reavivar heridas. En ahondar crispaciones. En alentar abismos. En destruir puentes. La Argentina de las barricadas… una barricada en cada uno de los caminos hacia el futuro.

Uno mira el país que encontró la Argentina del centenario, y luego entrevé el que encontrará el próximo 25 de mayo, y se pone a llorar en celeste y blanco.

El gobierno impuso por ley, hace cuatro años un ampuloso feriado: “El día por la Memoria, para la Verdad y la Justicia”… un enunciado hermoso. Pero claro, estamos en Argentina, y desde siempre estas leyes ampulosas paridas con fórceps, tienen la misma obstetra: Doña parcialidad.

Por eso, cada 24 de marzo, el gobierno solo recuerda una partecita de la historia, la que le conviene, y las recuerda con enunciados proselitistas: “En recuerdo del terrorismo de Estado y crímenes de lesa humanidad cometidos durante el Proceso Militar de Reorganización Nacional que se iniciara el 24 de marzo de 1976”.

¡Al diablo con la Memoria!…

Escucho los discursos, y escucho a varios entrevistados en los distintos actos por el “día de la memoria”. Todos repiten un slogan parecido: “el 24 de marzo de 1.976 comenzó el período más oscuro de la historia nacional”… muchos enuncian el abismo insalvable: “No hay perdón, no hay reconciliación…” ¡Al diablo con el futuro para todos!

Curiosamente, 34 años atrás, nuestra Argentina opinaba así…

Comunicado del Partido Comunista: “Ayer, 24 de marzo, las Fuerzas Armadas depusieron a la presidente María E. Martínez, reemplazándola por una junta militar integrada por los comandantes de las tres armas. No fue un suceso inesperado. La situación había llegado a un límite extremo que agravia a la Nación y compromete su futuro…”

Editorial diario Clarín: “Aunque resultara innecesario justificar las motivaciones de la acción militar del 24 de marzo, porque nada fue más evidente que la incapacidad del anterior gobierno para modificar el rumbo que nos conducía a todos al desastre…”

Editorial diario La Nación: “En la madrugada de ayer concluyó el desmoronamiento de un gobierno cuya única fortaleza consistía, en los últimos seis meses, en el empeño que para sostenerlo pusieron quienes no compartían sus propósitos. Nunca hubo en la Argentina un gobierno más sostenido or sus opositores… La crisis ha culminado. No hay zorreas en la Nación ante la caída de un gobierno que estaba muerto mucho antes de su eliminación por vía de un cambio como el que se ha operado”…

Editorial de Jacobo Timerman en su diario La Opinión: “Si los argentinos, como se advierte en todos los sectores, aún dentro del ex oficialismo, agradecen al Gobierno Militar el haber puesto fin a un vasto caos que anunciaba la disolución del país, no menos cierto es que también le agradecen la sobriedad con que actúan. De una etapa de delirio, donde torpes y vanas figuras gritaban sus amenazas a voz en cuello, vivían en el desplante y la impunidad, o daban lecciones de moralidad exhibiendo sus encendedores o sus corbatas, la Argentina se abrió en pocos minutos a una etapa de serenidad de la cosa pública.”

En 1978, Ernesto Sábato le dijo a la revista alemana ‘Geo’: “La inmensa mayoría de los argentinos rogaba casi por favor que las Fuerzas Armadas tomaran el poder. Todos nosotros deseábamos que se terminara ese vergonzoso gobierno de mafiosos”. Desgraciadamente ocurrió que el desorden general, el crimen y el desastre económico eran tan grandes que los nuevos mandatarios no alcanzaban ya a superarlos con los medios de un estado de derecho. Porque entre tanto, los crímenes de la extrema izquierda eran respondidos con salvajes atentados de represalia de la extrema derecha. Los extremistas de izquierda habían llevado acabo los más infames secuestros y los crímenes monstruosos más repugnantes.”…

La Revista Gente publicó una edición especial sobre lo que se vivió entre el día en que asumió la presidencia el presidente Cámpora, y el día en que cayó el gobierno de Isabel Perón. Lo tituló “Fotos, hechos, testimonios de 1.035 dramáticos días, y comenzaba con estas palabras: “25 de mayo de 1.973. 24 de marzo de 1.976. En el medio de ese período está encerrado uno de los capítulos más negros de la historia argentina. Desenfrenada carrera inflacionaria, violencia, vacío de poder, descomposición social, corrupción… este libro quiere ser testimonio que viva cuando en la memoria se borren las tristes imágenes. Cuando las heridas estén cicatrizadas…”

Digo, tal vez no se alcance a comprender hoy, 34 años después, lo que sucedía en aquella Argentina. Si tan solo repasáramos las crónicas de la violencia, podríamos saber hoy el porqué toda la Argentina pedía a gritos un gobierno militar en 1.976… es que lo que en realidad pedían los argentinos en 1.976, era que cesara la violencia terrorista que, engendrada en un principio por el propio Peronismo, se les había ido de las manos.

Si hoy nos empeñamos en ocultar aquella realidad, todo ejercicio de Memoria será inútil. Servirá sí, como hasta ahora, para ahondar abismos y reavivar heridas entre los argentinos. Pero no servirá para otra cosa. Es bueno tener Memoria, claro que sí!!, pero es mejor cuando la Memoria es para todo… y para todos.

Pero no hay caso. No aprendemos. Y cada 24 de marzo es la misma cantinela. El mismo discurso. El mismo regodeo sobre los mismos dolores. Hasta los odios son calcados.

Pertenezco a una generación intermedia. Los de mi edad, hicimos la escuela primaria entre el peronismo y el gobierno cívico militar de 1.976, y terminamos el secundario cuando el gobierno del General Bignone entregaba la presidencia al Dr. Raúl Alfonsín.

Visto con la perspectiva que dan los años, el tiempo le dio la razón a la historia política de los 70, pues desde aquél día en que el General Bignone, hoy detenido, le entregara el gobierno al Dr. Alfonsín, hoy fallecido, el sistema democrático argentino ha sido definitivo.

Siempre ante estos temas, es importante el rol de los docentes. Como antes a nosotros, ellos están hoy formando las generaciones futuras. Este 24 de marzo, el gremio docente de Gualeguay colocó estas palabras en su sitio de Internet: “No se trata de una efeméride más, sino de un ejercicio de memoria colectiva sobre la historia reciente de nuestro país. 34 años de profundas transformaciones ocurridas tras una dictadura militar que caló hondo en la sociedad argentina. Transformando una sociedad activa, comprometida por el bien común, en una sociedad desesperanzada, pasiva y temerosa al cambio. No es con el borrón y cuenta nueva que se superan estas cosas, sino con la práctica activa de la memoria colectiva, de lo que ocurrió en nuestro pasado, para mejorar nuestro presente, para que la historia trágica no se repita”.

Es una lástima que los docentes de hoy estén abocados a una memoria tan parcial. Es inconcebible tanta falta de perspectiva histórica. Todavía hay en Argentina Víctimas prohibidas y Memorias enterradas por montañas de mentiras. No recordar a los argentinos que mató el terrorismo, es hacerse cómplice de las bandas terroristas que minaron la democracia de nuestro país a pura bomba. No asumir, que en 1.976 todo el país recibió con alivio el gobierno del general Videla, es mentir nuestra historia y nuestra identidad. Sé que hay verdades que duelen, pero ningún dolor a la verdad justifica mentirnos lo que somos, ni lo que fuimos.

Somos aún un país adolescente. Cuando el día de la Memoria sea el día de la reconciliación… ese día habremos madurado.

Horacio R. Palma

Gualeguay al Día

Gualeguay - Entre Rios