Fuente: Periodismo de Verdad

Graciela Zimmermann es la hija mayor del Coronel Mario Albino Zimmerman quien falleciera en Tucumán el jueves 4 de marzo, mientras enfrentaba un juico Oral y público en Tucumán.

Zimmermann estaba gravemente enfermo y su cáncer de colon se agudizó en el último mes, debiendo ser internado de urgencia con severas hemorragias. Murió en terapia intensiva de un Sanatorio privado acompañado por su mujer, sus tres hijos y su nieta mayor quienes habían llegado a Tucumán para estar a su lado. En la absoluta soledad de la noche y acompañados por la señora del general Bussi y por el doctor Brandán, abogado de la familia, los Zimmermann lloraron al Coronel y debieron esperar hasta la mañana del día siguiente para que la Justicia federal autorizara su traslado a Buenos Aires. Su familia denuncia que nadie de la Justicia se acercó a ofrecer ayuda ni siquiera a preguntar por el estado del Coronel. Fue el primer muerto de este juicio lamentable y doloroso, la gente se pregunta, ¿están los otros imputados en condiciones de afrontar largas jornadas o corren el mismo peligro? Informes médicos alertan que los acusados, todos octogenarios, están enfermos y pueden tener hasta una muerte súbita. ¿Alguien se hará responsable?, ¿Qué dirán los organismos de DDHH al respecto?

Mientras tanto, publicamos una carta escrita por su hija mayor horas antes de que Zimmermann falleciera en la que manifiesta públicamente el orgullo que siente por su padre.

A nuestros queridos padres, solo les debemos nuestro agradecimiento por haber cumplido con sus deberes en tan nefasta época de nuestra querida Patria.

HOY VUELVEN A SER NUESTRO ORGULLO.

"Son sometidos a un gran circo del que personajes con altos cargos en la justicia???, se acoplan sin poner freno a todo estos procesos judiciales basados en leyes creadas con posterioridad a los hachos y claramente prohibido en nuestra Constitucion.
Hombres grandes, retirados ya de las fuerzas, enfermos y aun así, nos demuestran otra vez mas sus fortalezas para soportar la injusticia a las que son sometidas por grandes olvidadizos de los hechos que en aquellos tiempos ocurrían.

Nosotros, hijos de estos grandes hombres, quienes no se aferraron a los escritorios de Buenos Aires aduciendo enfermedades personales o de familiares cercanos y concurrieron a los destinos adjudicados por sus superiores exponiendo sus propias vidas y las de sus familias por la vocación de servicio hacia sus Fuerzas Armadas y Nuestra Patria, responsabilizamos a quienes hoy no les permiten contar con tratamientos médicos necesarios para una mejor calidad de vida, a todos aquellos que firman que estos grandes hombres gozan de buena salud, a todos ellos que hoy se han olvidado de los juramentos realizados al recibir sus títulos universitarios, a ellos los responsabilizamos de todo lo que pudiera sucederles en perjuicio de su salud.

Y solo me resta decirle al pueblo Tucumano que a pesar de ser muy joven yo, en aquellos años, recuerdo un Tucumán sin miedos, con seguridad, con orden y limpieza. Recuerdo conversaciones escuchadas en las calles de lo bien que se estaba, a pesar de la insistencia de la guerrilla armada en destruir todo a su paso.

“Jovenes Idealistas”, así son llamados ahora, justo ahora que tratan de empobrecer el sistema de los Liceos Militares por enseñarles manejo de armas, para en un futuro, si fuera necesario, ser hombres aptos y capaces para colaborar en la defensa de Nuestra Patria, Ahora piensan así, pero son los mismos que escondiendo, guardando no solo sus identidades en secreto, si no también sus vidas estando en confortables lugares y manejando a distancia en aquellas épocas reclutaban a personas mas jovenes para que se introduzcan en los montes tucumanos y combatan, maten a todo uniformado o no que se opusiera a la conquista de los pueblos allí establecidos.

Solo hay que recurrir a los medios gráficos y no gráficos de la prensa de ese entonces y a las revistas distribuidas por los distintos grupos guerrilleros, nuestra historia no debe ser escrita y trasmitida de generación en generación según conveniencia de algunos sectores, si no que la historia debe ser escrita por la documentación fehaciente y no por simples CHUSMERIOS DE BARRIO con “ME DIJERON”, “MI ABUELA ME CONTÓ”, “ERA SABIDO POR EL BARRIO”, “ALGUIEN DIJO”, …. y muchas estupideces mas que solo demuestran nada de respeto por el Tribunal y la demanda de horas de trabajo de la gente que esta abocada a este patético y teatralizado “JUICIO”.

A estos grandes luchadores les debemos no solo nuestro respeto, le debemos el haber enfrentado con valentía a quienes quisieron destruirnos como sociedad, como País.

Y a vos querido papa, te quiero decir que siempre nos has demostrado ser un hombre fuerte, con grandes cualidades, nos has enseñado la importancia de la familia y es por eso que hoy, que estas atravesando uno de los momentos mas duros de tu vida y de las nuestras, estamos todos aquí, a tu lado, pase lo que pase, siempre estaremos unidos.

Querido papa, Coronel Albino Mario Zimmermann, te amamos y si es voluntad de Dios que partas de nuestro lado estate seguro que la presencia tuya siempre estará con nosotros.

Tu has sido nuestro guía y lo seguirás siendo.

Queridos padres, nosotros, sus hijos estamos acompañándolos en todo momento con gran orgullo, sabiendo que la historia real los nombrara a ustedes como: ” HÉROES DE LA LUCHA ARMADA EN TUCUMÁN”

Graciela Zimmermann