miércoles, 11 de noviembre de 2009

Pobreza. Las cosas por su nombre


No se a usted, pero a mí me molestan los eufemismos cuando sospecho que tras ellos, más que un conjuro literario, se pretende esconder una realidad que enrostra responsabilidades que avergüenzan.
La caridad y la solidaridad de incalculables asociaciones intermedias argentinas, siempre me han despertado sensaciones encontradas.
¿Qué sería del Estado sin organizaciones como Cáritas?.
¿Qué sería de los gobiernos argentinos, sin las miles y miles de personas y asociaciones que a lo largo y a lo ancho del país, dedican tiempo y esfuerzo solidario para paliar en algo la pobreza desesperante y la imperdonable marginación que se han extendido e instalado en cada rincón?
Curioso resulta que, ante tanta pobreza, ninguna repartición pública la llame por su nombre. Todas las reparticiones estatales dedicadas a los pobres acuden a rebuscados eufemismos y a títulos rimbombantes, como para esconder la pobreza, la marginalidad y la miseria.
En la parroquia de mi barrio, cada miércoles de todas las semanas, salimos por las calles y llevamos comida a los pobres más pobres del barrio. Cada miércoles, un ejército de pobres cada vez más pobres: Viejos, jóvenes, mujeres y chicos, acuden a las esquinas de mi barrio por un plato de comida.
Desde hace un tiempo, de a poco, se han sumado al grupo que espera un plato caliente, varios jubilados que cobran la jubilación mínima.
Juanchi es un chico muy simpático. Con sus cabellos ensortijados con el acondicionador de la mugre callejera, su cara llena de tierra de varios días, sus manos curtidas prematuramente por la desidia de muchos “gobiernos populares“, y sus ojos de mirar profundo como pidiendo lo que nadie tiene, siempre está primero en la fila. Y come rápido mientras los otros piden, para poder comer un segundo plato.
Si les pregunto a los “técnicos sociales”, tan afectos a los eufemismos que disfrazan las realidades que duelen y avergüenzan, me dirán que Juanchi es un “niño en situación de calle”.
Pero yo sé que Juanchi es un pibe olvidado por un país que hace rato milita políticas para que Juanchi ande sin futuro por las calles.
Juanchi tiene ocho años….
¿Alguna vez robaste Juanchi?. “Nunca, antes me corto una mano.”
Gracias a Juanchi, aprendí hace mucho tiempo a no confundir a los pobres olvidados por tanto “gobierno popular”, de los hijos de puta que se excusan en la pobreza para salir a matar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El ex Presidente de los EE.UU. Bill Clinton, para derrotar al entonces Presidente y Candidato del Partido Republicano George Bush (padre) utilizó una frase publicitaria que le dió la victoria: "es la economía... estúpido".

Parafraseando a Bill Clinton y adecuándolo a nuestro bendito país, me atrevo a decir: "es la educación... estúpida". Y lo hago sin ánimo de ofender a nadie, solamente debemos llamarnos a reflexión.

Nuestro país supo estar en la vanguardia de la educación americana y en esa época, tan lejana, éramos uno de los principales países con poder económico en el mundo.

Hemos retrocedido más de 100 años, porque si Néstor Kirchner y señora en política nos llevaron a los años 70, se equivocaron y no supieron "parar la máquina del tiempo"... llegamos a la funesta "época de la anarquía".

Lo mismo pasó con la economía, de país rico y condenado al éxito, nos convertimos en país pobre e irremediablemente condenado al fracaso. Por eso todo duele!

La pobreza, la indigencia, la falta de educación, salud y seguridad. TODO DUELE!

Anónimo dijo...

¿También te duele el culo?...debe ser la herida del orto que no para de sangrar!!!

Anónimo dijo...

No boludo, me duele la patria y las oportunidades pérdidas! Porqué no mirás al costado y te das cuenta que países que eran más pobres que nosotros, pero fueron mejor administrados o robaron menos, hoy se encuentran a años luz de distancia nuestra... pero más adelante. Tales como Chile, Brasil, Uruguay, Perú, ni hablar de Cánada, Nueva Zelanda, etc.

Nosotros somos la cola del barrilete de la Venezuela de Chávez, la Bolivia de Evo y el Ecuador de Correa. Internacionalmente no existímos, por más que Bodou se pasee, mendigando, por cuanto foro internacional hay.

Anónimo dijo...

por la del orto herida sangrando seguid!!!