viernes, 9 de octubre de 2009

Editorial Diario de Castellanos

El duro camino de la reconciliación...


Que, en el acto organizado por la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas del Terrorismo en la Argentina, hablara una hija de desaparecidos es motivo de asombro.
Lo es porque en un país de posiciones radicalizadas al extremo uno no se animaría a apostar que haya gente que quiera, busque y no tema hablar de la reconciliación y el perdón.

"Las diferencias que tenemos respecto de lo que pasó en la época de la dictadura son diferencias que pienso que tiene todo el país", al decir esto, Eva Donda, se refería a su hermana la diputada del FPV, Victoria Donda pero, acertadamente, lo hacía abarcando a la totalidad de los argentinos.

El proceso iniciado en marzo de 1976 no fue sino una fecha más de desencuentros que excedía el golpe militar a un gobierno desquiciado, ni tampoco el inicio de una guerra que subyacía en el mapa de Sud América hacía muchos años. Pero sí marcó una línea de posiciones y se constituyó en una guerra civil con todos los aditamentos y crueldades que éstas puedan tener.

Otra guerra civil, muy conocida por los argentinos había sido la española. Mucho más cruenta y demoledora que la nuestra. De cuantificarla aritméticamente podríamos decir que fue cien veces peor. Aquí murieron o desaparecieron unos diez mil entre ambos bandos, allá un millón, nada menos.

La impericia diplomática del gobierno militar cayó en la trampa británica de una guerra insular y, tras varios centenares más de muertos, arribamos a la democracia. Al menos eso supusimos.

Lo que nadie pareció entender fue que tras una guerra no hay posibilidad de aplicación de la ley, porque en ella todo es inicuo. La única posibilidad, frente a esa iniquidad, es que el tiempo y el perdón logren reconciliar a quienes quedaron. Nadie puede pretender recuperar lo perdido. El resarcimiento no se da en los casos particulares, la única que puede hacerlo es la sociedad, restañando sus heridas. Un proceso lento y doloroso que los españoles conocían mejor que nosotros.

En 2003 Néstor Kirchner desechó los veinte años transcurridos y se lanzó a reabrir heridas. En seis años ha conseguido que los argentinos nos encontremos tanto o más enfrentados y divididos que en los '70. Desdibujando la Justicia, volcándola sobre un lado, ha hecho su vil juego de dividir para reinar, porque en un espíritu mezquino como el suyo no hay lugar para la reconciliación.

Entre 1977 y 1978, la España posfranquista se debatía entre Blas Piñar - que se creía la reencarnación del Caudillo y Dolores Ibarruri, "La Pasionaria", que pretendía la vuelta de las Brigadas Internacionales; es decir que los españoles se preguntaban si volverían a matarse unos a otros como lo hicieran cuarenta años atrás. Allí, quizá un soplo divino, un golpe de suerte, o el sentido común (alguna vez hay que usarlo) de mujeres y hombres de izquierda y derecha - hijos, hermanos, nietos o lo que fuere de quienes habían muerto a manos de los otros - decidieron no volver al pasado. Trazaron una línea que algunos llaman Pactos de la Moncloa, y optaron por el futuro. Tan mal no les fue. Ni la extrema izquierda ni la extrema derecha se sintieron conformes, pero hoy España vive y se desarrolla con aciertos y errores en democracia.

La voz de Eva Donda llamó a todos los argentinos. Llamó a terminar con rencores, odios e intereses. Quizá esa última palabra explique demasiado porque hay muchos a los que les conviene la división y lucran con ella. Difícilmente todos le respondan pero, en la medida en que algunos estrechen esa mano que ella dejó abierta, seguramente, el tiempo hará que de una y otra parte quienes alcancen la posibilidad de perdonar y perdonarse se acerquen a estrecharla.

Perdonar no es fácil, y perdonarse menos, pero en la medida que lo logremos alcanzaremos la posibilidad de volver a ser una Nación y tener un futuro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo de la Señora EVA DONDA, sencillamente fue maravilloso y muy valiente. Enseña un camino a seguir: el de la RECONCILIACIÓN, PAZ, UNIÓN y CONCORDIA.

¡Al que quiera escuchar... que escuche!

Para mejorar como país, nos tenemos todos que poner a trabajar JUNTOS, dijo EVA DONDA, y no exiten dudas... si continuamos desunidos por culpa del ¡RENCOR y la VENGANZA, NUNCA SALDREMOS DEL FONDO DE LA TABLA!

Miren lo que está pasando en BRASIL, eligieron el camino del TRABAJO UNIDO en pos de un OBJETIVO, seleccionado por un estadista de orígenes humildes pero hoy reconocido como el mejor Presidente de es país de todos los tiempos: el SEÑOR IGNACIO LULA DA SILVA.

El Banco Federal de Brasil, ayer informó que solo en 2 días habían generado un superavit de U$S 5.000 millones, incrementando sus reservas federales a una cifra record de toda su historia U$S 231.500 millones... pavadita de cifra!¿NO?

Muchachos hablemos claros: ¿queremos salir adelante, SI ó NO?

Anónimo dijo...

El duro (largo y grueso)"camino de la reconciliación" y esa herida del orto que no les deja de sangrar!!!