martes, 21 de julio de 2009

Todavía los 70!!


Dicen que el festival es ruidoso, cutre (berreta) y zurdo. Tienen razón”

(Raúl Argemí)

Raúl Argemí

“El argentino Guillermo Saccomanno se quedó con el premio al mejor policial en Gijón”, titulan hoy los diarios, contando la noticia cultural.

Efectivamente, Guillermo Saccomanno acab

a de ganar, junto al español David Torres, el premio Dashiell Hammet a la mejor novela policial escrita en español, que concede la Semana Negra, un festival literario de la ciudad española de Gijón.

Hasta ahí la noticia.

Guillermo Saccomanno (Foto: Raúl Argemí)

Ahora, la pequeña historia detrás de la noticia pequeña.

El festival premió la novela77” de Saccomanno, una novela que aborda, según el diario Clarín, “por primera vez en la ficción la trama de complicidades de la sociedad civil con la dictadura, en Argentina, que inauguró Jorge Rafael Videla, y pone sobre el tapete las distintas actitudes individuales y colectivas que favorecieron el golpe militar”.

Le preguntan sobre los 70 al autor premiado. Saccomanno contesta: “Es increíble cómo el terror llegó a anular la razón".

Y aquí viene lo que pocos saben. Esa historia detrás de la noticia.

Si uno hurga dentro de la lista de los finalistas del premio que acaba de ganar Guillermo Saccomanno, en este festival literario “ruidoso, berreta y zurdo” (así lo describió un argentino premiado hace un par de años), nos encontramos con un terrorista argentino muy conocido.

Su nombre es Raúl Argemí.

Y fue él quien describió con orgullo sincero el festival literario de Gijón como “ruidoso, berreta y zurdo”.

Aquí pueden ver a los finalistas: http://www.semananegra.org/2009/1finalist09.html

Para quienes no lo sepan, Raúl Argemí fue miembro del grupo terrorista argentino ERP 22 de agosto, un grupo que se dedicaba, básicamente, a descoser a balazos a civiles y uniformados en la vía pública.

Graciela Lilian Lavalle de Reyna, declaró ante la Cámara Federal Penal que en los 70, en una casa donde ella y su célula terrorista recibía adiestramiento, al dueño de casa se le escapó un tiro. Con ese tiro (NG) "Julio" mató a su esposa, curiosamente, de apellido Argemí... y desde ese momento, cuenta la testigo, todos los que asistían a esa casa tuvieron que pasar a la clandestinidad.

Raúl Argemí, de todos modos, se las ingenió para pasar al bronce terrorista con muertes “mejores” que la de su compañera de “fierros” y de cama. Años más tarde fue detenido, enjuiciado y sentenciado a 25 años de prisión por la muerte del juez de aquella Cámara Federal donde su “cumpa” lo “batió”.

Sí, don Raúl Argemí fue uno de los que acribilló al juez Quiroga en el barrio porteño de Tribunales. También el tribunal lo encontró responsable de la muerte del Almirante Quijada.

Pero claro, don Argemí se las ingenió para salir en libertad 15 años antes de cumplir su condena. Y se las ingenió para cobrarle una suculenta indemnización al Estado.

Ahora vive en España, donde mata el tiempo escribiendo oscuras novelas de “familias con muertas”. Obvio, sabe lo que escribe.

El tipo se las ingenió para borrarse del mapa, y de la historia.

“Yo no fui”, es su verso de cabecera.

Y por lo que vemos, también se las ingenia para hacerse el boludo cuando un escritor argentino gana el premio en el festival de Gijón, que tanto quiere a Argemí, y declara que: “Es increíble cómo el terror llegó a anular la razón".

¿Sabrá Saccomanno la historia del Argemí que estaba a su lado en el festival?…supongo que sí. Y sospecho que a don Argemí, al escuchar la frase del premiado, se le debe haber atragantado una de sus tantas muertes argentinas, que todos nosotros tenemos atravesadas en la garganta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

VADE RETRO SATANÁS! QUE EL OKUPA DE OLIVOS, SE TOME EL OLIVO!

Anónimo dijo...

La célebre frase “VADE RETRO SATANÁS”, sigue siendo la exhortación clave para espantar al DIABLO (léase Néstor), según el nuevo Manual del Exorcista publicado por el Vaticano. Además de esa histórica advertencia, una serie de invocaciones y gestos forman parte de los ritos que se aplican para exorcisar a una persona poseída por el mismísimo DIABLO. El primer paso es rociar agua bendita, símbolo de la purificación y del bautizo. Y enseguida las letanías que celebran las victorias de Jesús (léase Pueblo) contra el Mal (léase K). Después de la lectura del Evangelio (léase La Constitución Nacional), el exorcista (léase los políticos honestos y bien intencionados) pone sus manos sobre la persona poseída (léase Cristina), se hace la señal de la cruz ante el DEMONIO (léase Néstor) para mostrarle el poder de Cristo (léase el Pueblo Argentino). Al final, se lo invita a partir (léase TOMATE EL OLIVO). Recede ergo Satan, in nomine Patris el Filii et Spiritus Sacnti (Vete ahora, Néstor en nombre del Pueblo Argentino, nuestros ancestros y generaciones futuras).

También se podría exorcisar a otros demonios, tales como: Taiana, Garré, De Vido, Moreno, Kunkel, etc., etc.

VADE RETRO SATANÁS!