miércoles, 15 de julio de 2009

Comenzó el cirko judicial para indemnizar a los terroristas argentinos que faltan

El ex conscripto que resultara herido y fuera tomado como rehén por los subversivos en el ataque a La Tablada , el 23 y 24 de enero de 1989 , Eduardo Navascués finalmente declaró en el Juzgado Federal N° 1 de Morón, ante la Secretaria a cargo de la causa nro. 1794/89, que se instruye en esa sede a raíz de las violaciones a los Derechos Humanos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a raíz de una denuncia de familiares y miembros del Movimiento Todos por la Patria, quienes tomaron por la fuerza el Regimiento de Infantería Mecanizado N° 3

De esta forma, la CIDH obligó al Estado Argentino a que investigue si hubo violación a los derechos humanos por parte de las fuerzas militares y policiales que actuaron en la recuperación del Regimiento.

El testimonio de Navacués, quien en ese momento era un conscripto, fue requerido para que corrobore algunos de los hechos que se denunciaron, puntualmente si hubo ejecuciones luego de la rendición de los subversivos. En rigor, Eduardo Navascués no pudo aportar mucho, ya que él fue rescatado por el Ejercito un día antes de que finalice el combate, y llevado al hospital militar donde permaneció internado debido a las lesiones que sufrió.

Lo paradójico es que Navascués, actualmente citado como testigo de supuestas violaciones a los derechos humanos que se habrían cometido en perjuicio de los guerrilleros, en verdad fue tomado como rehén por ellos mismos, usado como escudo humano, torturado física y psicológicamente hasta que fue rescatado.

Según señaló Navascués, los atacantes lo amenazaban con matarlo, lo golpeaban y hasta llegaron a efectuarle en varias oportunidades disparos de ametralladora alrededor de su cuerpo para obligarlo a hacer determinados actos.

Pero la historia de este conscripto que no eligió estar allí, sino que estaba cumpliendo con el Servicio Militar Obligatorio, no termina con la recuperación de la unidad militar. Luego de ser dado de alta comenzó a recibir amenazas telefónicas en la casa de su familia en Banfield, pintadas en las paredes alegóricas como“Libertad a los cumpas de La Tablada, muerte a los bocones”, lo que motivó a refugiarse en la ciudad de Mar del Plata, donde recibió un disparo de arma de fuego por la espalda de una persona que se bajó de un auto y lo llamó por su nombre. Ante este hecho, sus familiares lo enviaron a Madrid y recién regresó al finalizar el juicio.

Su abogada, la Dra. Paola Torrez, señaló que se evalúa “la posibilidad de que Navascués inicie acciones por las vejaciones de las que fue víctima durante el copamiento de La Tablada. Mientras tanto, el Estado Argentino que ahora procura indemnizar a los miembros del MTP por las denuncias que efectuaron ante la CIDH, parece preocuparle poco y nada , los derechos violados de un conscripto al que obligó a estar en momento y lugar equivocado. Tampoco el Ejercito Argentino le prestó nunca atención, ya que Navascués reclamó varias veces que lo consideren como ex combatiente”.

La insólita circunstancia es que hoy Navascués debió volver a la escena por haber sido señalado por alguno de los guerrilleros como testigo. “La pregunta es, si se existe igualdad ante la ley, entonces Navascués deberá ser también considerado como víctima de delitos de lesa humanidad, al igual que son considerados actualmente los atacantes de La Tablada”enfatizó su defensora.

Eduardo Navascués repite siempre la misma frase "…yo era un conscripto, no quería estar allí, solo estaba cumpliendo un servicio a la Patria" .... "…acaso los derechos humanos no son iguales para todos" .... "de una parte estaba el Ejercito, del otro lado una organización políticamente organizada, bien armada y militarizada, yo sólo era un colimba…"


Fuente: elretratodehoy (diario digital)

1 comentario:

Anónimo dijo...

El artículo es muy bueno... llama la atención que los medios masivos de comunicación social no se hayan hecho eco de la violación de los DD.HH. del señor Navacués, por lo menos no lo he visto salir en ningún canal de TV.

No es un cirko judicial: ES UNA VERGÜENZA NACIONAL!