Carta Nº1: Quienes somos, qué deseamos.
Somos los presos políticos, que el poder tiene cautivos en sus cárceles en pleno siglo XXI.
Deseamos con estas cartas llegar al corazón de cada argentino para motivar una mesurada reflexión sobre nuestra realidad y existencia.
Estamos detenidos en el Complejo Penitenciario Federal Marcos Paz, imputados por hechos genéricamente conocidos como de Derechos Humanos.
Pretendemos promover un análisis sereno, profundo, justo y veraz, como asi también hacernos conocer como seres humanos.
Se nos ataco sistemáticamente. Se ignoro el contexto histórico de los hechos, para que parezcamos lo que no somos y representemos la parodia que un reduado sector social necesita o pretende.
Si la reflexión propuesta se realiza alejada de inquinas y mezquindades personales, permitirá obtener respuestas equilibradas que promuevan una solución política, a un problema que también es político.
Esta solución debe estar consagrada por su mesura, ser factible en su aplicación y ajustada a derechos, en el marco de una justicia ecuánime e independiente.
Al amparo de esta alquimia de ideas, buscamos motivar un replanteo sustentado en la verdad, eliminando las atrocidades judiciales que se han implementado para falsear la realidad.
Estamos hoy de pie, desde Marcos Paz, aquellos que en la década del '70 fuimos jóvenes oficiales, suboficiales, civiles de entre veinte y treinta años, para lanzar con estas cartas un grito que llame la atención de nuestra sociedad.
Hemos sido presionados mas allá de lo que persona o familia alguna puede sobrellevar.
Se nos convirtió sin serlo, en los únicos protagonistas y responsables de una etapa de la historia nacional que es patrimonio de todos y que solo dejo frustraciones, desencuentros y confrontaciones.
Nos dedicamos a formar familias, transformándonos de hijos en padre y abuelos, nos capacitamos, estudiamos y nos desenvolvimos en todos ámbitos sociales. Trabajamos como profesionales, empresarios, comerciantes, empleados públicos, privados y estatales, como también en otras incontables tareas.
Nos conoce nuestro entorno; amigos, vecinos, socios y clientes.
Hemos respetado y mantenido el orden social, sin transgredir la ley, con dedicación, entrega y armonía en la comunidad que nos cobija.
Reconocemos el agobio que producen en nuestro pueblo otros grandes temas como, los económicos, de seguridad, salud, educación o laborales, pero a pesar de ello intentamos levantar la voz para pedir verdad y justicia, para nosotros los presos políticos.
NO es necesario mancillar nuestro nombre y honor para salvar errores cometidos por un reducido número de personas.
NO se debe mantener una política parcial de Derechos Humanos, con la funcionalidad de ocultar la realidad social, ensayando para ello un ensañamiento hacia las Fuerzas Armadas, sus integrantes y sus familias.
NO se entiende porque ninguno de los poderes constituidos se hace eco de semejantes arbitrariedades e injusticias, abocándose a investigar lo actuado en las causas, mientras se nos mantiene, por años, privados de nuestra libertad.
Prision de Marcos Paz
Somos los presos políticos, que el poder tiene cautivos en sus cárceles en pleno siglo XXI.
Deseamos con estas cartas llegar al corazón de cada argentino para motivar una mesurada reflexión sobre nuestra realidad y existencia.
Estamos detenidos en el Complejo Penitenciario Federal Marcos Paz, imputados por hechos genéricamente conocidos como de Derechos Humanos.
Pretendemos promover un análisis sereno, profundo, justo y veraz, como asi también hacernos conocer como seres humanos.
Se nos ataco sistemáticamente. Se ignoro el contexto histórico de los hechos, para que parezcamos lo que no somos y representemos la parodia que un reduado sector social necesita o pretende.
Si la reflexión propuesta se realiza alejada de inquinas y mezquindades personales, permitirá obtener respuestas equilibradas que promuevan una solución política, a un problema que también es político.
Esta solución debe estar consagrada por su mesura, ser factible en su aplicación y ajustada a derechos, en el marco de una justicia ecuánime e independiente.
Al amparo de esta alquimia de ideas, buscamos motivar un replanteo sustentado en la verdad, eliminando las atrocidades judiciales que se han implementado para falsear la realidad.
Estamos hoy de pie, desde Marcos Paz, aquellos que en la década del '70 fuimos jóvenes oficiales, suboficiales, civiles de entre veinte y treinta años, para lanzar con estas cartas un grito que llame la atención de nuestra sociedad.
Hemos sido presionados mas allá de lo que persona o familia alguna puede sobrellevar.
Se nos convirtió sin serlo, en los únicos protagonistas y responsables de una etapa de la historia nacional que es patrimonio de todos y que solo dejo frustraciones, desencuentros y confrontaciones.
Nos dedicamos a formar familias, transformándonos de hijos en padre y abuelos, nos capacitamos, estudiamos y nos desenvolvimos en todos ámbitos sociales. Trabajamos como profesionales, empresarios, comerciantes, empleados públicos, privados y estatales, como también en otras incontables tareas.
Nos conoce nuestro entorno; amigos, vecinos, socios y clientes.
Hemos respetado y mantenido el orden social, sin transgredir la ley, con dedicación, entrega y armonía en la comunidad que nos cobija.
Reconocemos el agobio que producen en nuestro pueblo otros grandes temas como, los económicos, de seguridad, salud, educación o laborales, pero a pesar de ello intentamos levantar la voz para pedir verdad y justicia, para nosotros los presos políticos.
NO es necesario mancillar nuestro nombre y honor para salvar errores cometidos por un reducido número de personas.
NO se debe mantener una política parcial de Derechos Humanos, con la funcionalidad de ocultar la realidad social, ensayando para ello un ensañamiento hacia las Fuerzas Armadas, sus integrantes y sus familias.
NO se entiende porque ninguno de los poderes constituidos se hace eco de semejantes arbitrariedades e injusticias, abocándose a investigar lo actuado en las causas, mientras se nos mantiene, por años, privados de nuestra libertad.
Prision de Marcos Paz
3 comentarios:
Me llevo esta carta y cerraré mis blogs con ella.
GRACIAS POR NO BAJAR LOS BRAZOS…
¡Dios nos bendiga a todos!
Analía Alvado
Se cede con gusto...luche y se van!!
Abrazo
Mi opinion es que si mataron a alguien o tubieron incidencia en ello tienen que ir presos y quedarse encerrados en la carcel.
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