Uno observa cualquier democracia seria del mundo, y siente una sana envidia.
El Presidente que se va, y se va en serio, se abraza con el adversario electo.
Y nunca el nuevo Presidente electo viene a refundar la Nación ni la República.
Obvio, ellos ya son Nación y son República.
Y uno observa la puesta en escena de nuestra democracia, y se avergüenza de su patetismo. Puro acto, puro homenaje y pura nota conmemorativa. Y después, toda una enorme cáscara vacía.
Políticos de vuelo bajito con veleidades discursivas de estadistas inmensos. Truchísimos.
Todos contra todos, y el que viene hace borrón y cuenta nueva y propone refundar lo mil veces refundido.
Ayer miércoles lo vimos clarito. Lo vivimos. Lo sufrimos. Fuimos testigos de cómo las miserias de nuestros políticos hacen de nuestra democracia, una democracia pelotuda.
Veinte ciudadanos que ocupan desde hace años valiosos terrenos del Estado Nacional en el barrio porteño de Retiro, cortaron por antojo una autopista durante todo el día. Saben de memoria las miserias políticas de los miserables, y palpan los vacíos legales. Y se aprovechan.
La Ciudad Capital de esta republiqueta…no tiene policía. Pero tiene jefe de gobierno, o algo así. Y la republiqueta tiene Ministro de Seguridad. O algo así. Pero es al cuete.
El Ministro de Seguridad de la republiqueta, mientras veinte personas cortaban una autopista, asistía a un congreso de Biometría.
Alguien le pregunta el porqué de su pasmosa pasividad. ¡Y encima el Ministro se enoja porque lo molestan con semejante pelotudez!...
Mauricio Macri y sus funcionarios, lloriquean cantinelas harto conocidas durante las nueve horas de autopista cortada: “Nos ponen palos en la rueda”, dicen, culpando al gobierno nacional.
El Ministro Fernández, que es más Kirchner que Fernández, contesta: “Por más que estos terrenos pertenezcan al Estado Federal a través del ONABE, ni el organismo tiene el poder de policía para actuar, y mucho menos nosotros con las fuerzas de seguridad…”
Uno está en el medio y no entiende. Está en el medio y aguanta. Está en el medio y agacha la cabeza. Es que uno ya está anestesiado para la pelotudez nacional. Lástima.
El Presidente que se va, y se va en serio, se abraza con el adversario electo.
Y nunca el nuevo Presidente electo viene a refundar la Nación ni la República.
Obvio, ellos ya son Nación y son República.
Y uno observa la puesta en escena de nuestra democracia, y se avergüenza de su patetismo. Puro acto, puro homenaje y pura nota conmemorativa. Y después, toda una enorme cáscara vacía.
Políticos de vuelo bajito con veleidades discursivas de estadistas inmensos. Truchísimos.
Todos contra todos, y el que viene hace borrón y cuenta nueva y propone refundar lo mil veces refundido.
Ayer miércoles lo vimos clarito. Lo vivimos. Lo sufrimos. Fuimos testigos de cómo las miserias de nuestros políticos hacen de nuestra democracia, una democracia pelotuda.
Veinte ciudadanos que ocupan desde hace años valiosos terrenos del Estado Nacional en el barrio porteño de Retiro, cortaron por antojo una autopista durante todo el día. Saben de memoria las miserias políticas de los miserables, y palpan los vacíos legales. Y se aprovechan.
La Ciudad Capital de esta republiqueta…no tiene policía. Pero tiene jefe de gobierno, o algo así. Y la republiqueta tiene Ministro de Seguridad. O algo así. Pero es al cuete.
El Ministro de Seguridad de la republiqueta, mientras veinte personas cortaban una autopista, asistía a un congreso de Biometría.
Alguien le pregunta el porqué de su pasmosa pasividad. ¡Y encima el Ministro se enoja porque lo molestan con semejante pelotudez!...
Mauricio Macri y sus funcionarios, lloriquean cantinelas harto conocidas durante las nueve horas de autopista cortada: “Nos ponen palos en la rueda”, dicen, culpando al gobierno nacional.
El Ministro Fernández, que es más Kirchner que Fernández, contesta: “Por más que estos terrenos pertenezcan al Estado Federal a través del ONABE, ni el organismo tiene el poder de policía para actuar, y mucho menos nosotros con las fuerzas de seguridad…”
Uno está en el medio y no entiende. Está en el medio y aguanta. Está en el medio y agacha la cabeza. Es que uno ya está anestesiado para la pelotudez nacional. Lástima.
Si hoy los ingleses intentaran la invasión de 1.806, seguramente entrarían por Retiro…que es de todos, pero no es de nadie. Para cuando los que mandan se pusieran de acuerdo, ya seríamos Colonia.
Un cuarto de siglo con democracia ininterrumpida, y cada vez más, las miserias de nuestros políticos hacen de ella, una democracia pelotuda.
¿Y de nosotros?…je, mejor me callo.
Un cuarto de siglo con democracia ininterrumpida, y cada vez más, las miserias de nuestros políticos hacen de ella, una democracia pelotuda.
¿Y de nosotros?…je, mejor me callo.
6 comentarios:
Horacio, podemos observar otros países democráticos y reconocer su seriedad. Pero vivimos acá, y este es el país en el que elegimos vivir, y en el que, cada día, cada uno de nosotros, con nuestras acciones, contribuimos a darle entidad.
Aunque la mayoría de las veces no entendamos, aguantemos y agachemos la cabeza. ¿Anestesiados? No sé.
¿la democracia al pedo? ¿cuál es la alternativa?
Cariños.
Silvina
Al FINNNNNN!!!!
Coincidimos Palma, coincidimos!!!!
Otra que anestesiados, estamos zombificados!!!!
Vamos de acá para allá como autómatas...Se lo aseguro, si no me cree mire los tarros municipales de basura, la mayoría vacíos y la roña alrededor...
La nuestra es una democracia alla Argentolandia, un papelon que llamamos así porque quien gobierna no usa uniforme y nada más, el resto un viva la Pepa a gusto y piachere del funcionario de turno en lo que todo es comprable porque está a la venta.
Lo votaste? andá a cantarle a Gardelito! No lo votaste? También!
Silvina, la pregunta "cuál es la alternativa?" es la que nos lleva a votar obligándonos siempre a elegir entre GuateMALA y GuatePEOR. Democracia no tenemos, tenemos un engendro parecido. Aparentar, pertenecer y semejar, esos verbos que nos sintetizan. Pero como hasta el día de hoy ignoramos de qué se trata, nos callamos la boquita. No claro, la democracia no es al cuete. Pero esto que tenemos no lo es todavía ni a la distancia.
Que pobreza de reflexión denota un pretendido análisis de la democracia basado en un acontecimiento. Las cuestiones que hacen bueno o malo a un sistema tienen su origen en la estructura, porque de seguir con esa línea de pensamiento deberíamos inferir que la peor democracia es la norteamericana: la segregación racial duró hasta los años sesenta y en esa misma décasa asesinaron a un presidente electo.En nuestra democracia,ambas cosas se vienen intentando desde hace tiempo, pero no lo lograron, mal que le pese.
Muchas veces me cagué en esta democracia. En la democracia tan estupidamente generosa que le permitio colarse a Bussi, Patti, Rico y ocupar cargos importantes. Cuando pienso en eso me avergüenzo cómo argentino. Por otro lado, votantes y votados somos NOSOTROS, nuestros amigos, nuestros hermanos, nuestros vecinos, nuestros primos...NOSOTROS. A ver si vamos a creer que los corruptos son paracaidistas búlgaros.
Mirar a nuestra democracia es mirarnos nosotros, nuestra idiosincracia, nuestro ethos y nuestra cosmovisión.
A pesar de todo esto, sigo creyendo, y lo milito, que la peor de las democracias es simpre mejor que la mejor de las dictaduras.
¿Adivinen quién soy?
el que entra cuando yo quiero...¿adiviné?.
Abrazo, y gracias por seguirme!!
Dejemos de lado que los griegos siempre se toman como ejemplo sin reparar que lograron una "perfecta" democracia, gracias a que tenían esclavos y prisioneros de guerra obligados a trabajar para ellos.
En fin...
La escencia de toda democracia, asi como la entendemos con los olvidos, es lograr un crecimiento sustentable y equitativo en el país que la practica, para lo cual es imprescindible el logro de una mayor estabilidad política y una mayor inclusión política que permita una representación efectiva de los grandes sectores de la población para darles una participación igualitaria. No existe la estabilidad política democrática sin efectiva integración de todos los sectores de la población en las instancias de representación política, porque todos los sectores tienen necesariamente que influenciar en el diseño y la implementación de políticas públicas para que las mismas respondan al interés general. La inclusión debe producirse evitando lógicas que incrementen el particularismo y la volatilidad del sistema político, lo que significa el fortalecimiento de la representación basada en la búsqueda del interés general (naturalmente, aquí corrupción y otras delicatessen no encajan).
Para lograr esto los objetivos de una nación, tienen que reforzar la capacidad institucional del Poder Legislativo; modernizar el sistema electoral y de partidos; asegurar la neutralidad y objetividad de la administración pública; fortalecer los órganos de fiscalización, control y supervisión; apoyar los procesos de descentralización del poder político; fortalecer la participación de la sociedad civil en el diseño e implementación de políticas públicas, ejercer la justicia con los mismos derechos para toda la ciudadanía, garantizar el derecho a tener techo, servicios médicos y alimentos para todos y fomentar una cultura democrática en ella. Esa, que le esnseñe que la tolerancia es la base de la convivencia y que las decisiones de la mayoría se respetan. Pero, por sobre todas las cosas, que los convierta en ciudadanos, es decir, que ese pueblo sepa votar y elegir.
Entonces...?
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