sábado, 27 de septiembre de 2008

Gol de arquero...vale doble

El fascismo no debería ser tabú"

Roma, 26 de septiembre. En una entrevista que aparecerá este sábado en Sport Week, suplemento semanal de La Gazzetta dello Sport, el guardameta italiano del AC Milan Christian Abbiati consideró que el fascismo no es un tabú.
“Soy un hombre de derecha. Comparto algunos valores del fascismo: la patria, el orden social, el respeto de la religión católica”, señaló el portero de 31 años, quien agregó: “pero no comparto sus errores: la alianza con Hitler y sobre todo la entrada en la guerra…”
En Italia, otros jugadores ya han exhibido públicamente su simpatía por la extrema-derecha, como Paolo di Canio, ex capitán de la Lazio, quien provocó un escándalo hace unos años al efectuar el saludo fascista ante los tifosi en el estadio de Roma.
Recientemente Alberto Aquilani, del AS Roma, confesó tener una foto de Benito Mussolini en su casa.

Fuente: La Jornada, México

1 comentario:

Manuel Baldomero dijo...

NEGACIÓN DEL OLVIDO
Discurso pronunciado por Julio Cortázar en París durante el Coloquio de París sobre la Política de desaparición forzada de personas. 31 de Enero - 10 de Febrero de 1981:
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“(…) Cito nombres al azar del recuerdo, imágenes aisladas de unas pocas lápidas en un interminable cementerio de sepultados en vida. Pero cada nombre vale por cien, por mil casos parecidos, que sólo se diferencian por los grados de la crueldad, del sadismo, de esa monstruosa voluntad de exterminación que ya nada tiene que ver con la lucha abierta y así en cambio con el aprovechamiento de la fuerza bruta, del anonimato y de las peores tendencias humanas convertidas en el placer de la tortura y de la vejación a seres indefensos. Si de algo siento vergüenza frente a este fratricidio que se cumple en el más profundo secreto para poder negarlo después cínicamente, es que sus responsables y ejecutores son argentinos o uruguayos o chilenos, son los mismos que antes y después de cumplir su sucio trabajo salen a la superficie y se sientan en los mismos cafés, en los mismos cines donde se reúnen aquellos que hoy o mañana pueden ser sus víctimas. Lo digo sin ánimo de paradoja: Más felices son aquellos pueblos que pudieron o pueden luchar contra el terror de una ocupación extranjera. Más felices, sí, porque al menos sus verdugos vienen de otro lado, hablan otro idioma, responden a otras maneras de ser. Cuando la desaparición y la tortura son manipuladas por quienes hablan como nosotros, tienen nuestros mismos nombres y nuestras mismas escuelas, comparten costumbres y gestos, provienen del mismo suelo y de la misma historia, el abismo que se abre en nuestra conciencia y en nuestro corazón es infinitamente, más hondo que cualquier palabra que pretendiera describirlo.
Pero precisamente por eso, porque en este momento tocamos fondo como jamás lo tocó nuestra historia, llena sin embargo de etapas sombrías, precisamente por eso hay que asumir de frente y sin tapujos esa realidad que muchos pretenden dar ya por terminada. Hay que mantener en un obstinado presente, con toda su sangre y su ignominia, algo que ya se está queriendo hacer entrar en el cómodo país del olvido; hay que seguir considerando como vivos a los que acaso ya no lo están pero que tenemos la obligación de reclamar, uno por uno, hasta que la respuesta muestre finalmente la verdad que hoy se pretende escamotear. Por eso este coloquio, y todo lo que podamos hacer en el plano nacional e internacional, tiene un sentido que va mucho más allá de su finalidad inmediata; el ejemplo admirable de las Madres de la Plaza de Mayo está ahí como algo que se llama dignidad, se llama libertad, y sobre todo se llama futuro.”