DIFERENCIAS
Como bien ha declarado SS Juan Pablo II y SS Benedicto XVI, es necesario condenar los fundamentos morales del terrorismo y comprender que sólo se restablece el orden quebrantado, conjugando entre sí, la justicia y el perdón.
Que diferencia hay, entre Santucho, Firmenich, Quieto, Abal Medina, Gorriarán Merlo y Arrostito, por una parte, y los actuales Duhalde, Bonasso, Vertbiski, Bonafini, Garré y Kunkel, sólo una, los primeros, en numerosas acciones militares del terrorismo, pusieron en peligro sus vidas, combatiendo hasta la muerte en el 90% de los casos.
Los segundos, sin arriesgar casi nada, continúan arengando a nuestros jóvenes en el enfrentamiento y, paralelamente sostienen un aparato económico financiero de cientos de millones de pesos, que contribuyen sólo a la división de la sociedad. Son tan pocos y cuanto manejan.
Años atrás el Comandante Mario Eduardo Firmenich, reconoció la violenta militancia de sus muertos, al decir…”Habrá algún que otro desaparecido, que no tenía nada que ver, pero la inmensa mayoría eran montoneros”.
Sin embargo, transformados hoy en funcionarios de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, o manejando O.N.G. y Fundaciones, subsidiadas por el Gobierno Nacional, empresas y organismos extranjeros, de nada se arrepienten, para nada ceden en sus objetivos hoy políticos- revolucionarios.
Los desaparecidos, son lamentablemente, muertos no comunicados, y ello fue exclusiva responsabilidad de las Juntas Militares y las más altas jerarquías, no de los Tenientes o los Cabos de los años 70.
Mientras tanto, esas altas jerarquías, mantienen un silencio sepulcral, desde sus departamentos o countries, y los entonces Tenientes o Cabos, sobrevivimos en cárceles comunes y privados de todo.
A su vez, reitero que un grupo de subversivos, siguen ocupando despachos oficiales, mientras los políticos, la justicia y los empresarios se hacen los distraídos.¡¡ El show continúa!!
A ello debemos sumarle el inmoral estilo de brindar asilo en nuestro País, a terroristas extranjeros, mientras la Presidente de la Nación Argentina, se disculpa en los Foros Internacionales, por las demoras en hacer “justicia” y estos también se hacen los distraídos. Siento que vivimos en un islote, sin rumbo, a la deriva.
El incremento de las pasiones, y la multiplicación de dolores, podría llevarnos, una vez más a gravísimos enfrentamientos que no nos debemos permitir. Todos nos merecemos la “conciliación”, la Patria merece que “conciliemos”, la Nación Argentina necesita de todos.
Señora presidente, ¿Cómo evitar que la tragedia vuelva a ocurrir, si se manipula la memoria, y se calla la historia?
Una vez más se apela al remanido recurso que apunta a descubrir intenciones conspirativas de los hechos históricos. Esa clase de teorías insostenibles en un plano de análisis serio, resulta sin embargo de fácil consumo en ciertos sectores de la población, sobre todo cuando se los acompaña con una descripción casi folletinesca del cuadro social, en el cual los “buenos”, se contraponen con los “malos”.
Esta absurda e ingenua línea de interpretación, alentada con relación a diferentes momentos del pasado histórico, se ha extendido a los textos escolares y probablemente se irá consolidando en las nuevas generaciones, si los argentinos no hacemos un esfuerzo por aclarar una lectura madura, responsable y equilibrada del pasado histórico nacional.
Si se trata de alentar la memoria, es un deber de las autoridades y legisladores, cuidar que la visión de los hechos del pasado, sea completa y no parcial.
Fue sin duda lamentable la ruptura del orden constitucional que se registró en 1976, pero no puede olvidarse la situación de vacío de poder y anarquía que vivía el País. Si no hay equilibrio respecto de todas las partes que intervinieron en un determinado capítulo del pasado histórico, la justicia será leída siempre como venganza.
Pero en la Argentina, entre las varias anomalías que sufrimos, el uso y abuso de la historia, para transformar al adversario en enemigo, resulta peligroso en momentos de fuerte tensión, como hoy vivimos.
Dijo el prestigioso ALAIN TOURAINE…”No es una cuestión de ir más a la izquierda o más a la derecha, la Argentina tiene que levantarse”
NORBERTO COZZANI
Que diferencia hay, entre Santucho, Firmenich, Quieto, Abal Medina, Gorriarán Merlo y Arrostito, por una parte, y los actuales Duhalde, Bonasso, Vertbiski, Bonafini, Garré y Kunkel, sólo una, los primeros, en numerosas acciones militares del terrorismo, pusieron en peligro sus vidas, combatiendo hasta la muerte en el 90% de los casos.
Los segundos, sin arriesgar casi nada, continúan arengando a nuestros jóvenes en el enfrentamiento y, paralelamente sostienen un aparato económico financiero de cientos de millones de pesos, que contribuyen sólo a la división de la sociedad. Son tan pocos y cuanto manejan.
Años atrás el Comandante Mario Eduardo Firmenich, reconoció la violenta militancia de sus muertos, al decir…”Habrá algún que otro desaparecido, que no tenía nada que ver, pero la inmensa mayoría eran montoneros”.
Sin embargo, transformados hoy en funcionarios de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, o manejando O.N.G. y Fundaciones, subsidiadas por el Gobierno Nacional, empresas y organismos extranjeros, de nada se arrepienten, para nada ceden en sus objetivos hoy políticos- revolucionarios.
Los desaparecidos, son lamentablemente, muertos no comunicados, y ello fue exclusiva responsabilidad de las Juntas Militares y las más altas jerarquías, no de los Tenientes o los Cabos de los años 70.
Mientras tanto, esas altas jerarquías, mantienen un silencio sepulcral, desde sus departamentos o countries, y los entonces Tenientes o Cabos, sobrevivimos en cárceles comunes y privados de todo.
A su vez, reitero que un grupo de subversivos, siguen ocupando despachos oficiales, mientras los políticos, la justicia y los empresarios se hacen los distraídos.¡¡ El show continúa!!
A ello debemos sumarle el inmoral estilo de brindar asilo en nuestro País, a terroristas extranjeros, mientras la Presidente de la Nación Argentina, se disculpa en los Foros Internacionales, por las demoras en hacer “justicia” y estos también se hacen los distraídos. Siento que vivimos en un islote, sin rumbo, a la deriva.
El incremento de las pasiones, y la multiplicación de dolores, podría llevarnos, una vez más a gravísimos enfrentamientos que no nos debemos permitir. Todos nos merecemos la “conciliación”, la Patria merece que “conciliemos”, la Nación Argentina necesita de todos.
Señora presidente, ¿Cómo evitar que la tragedia vuelva a ocurrir, si se manipula la memoria, y se calla la historia?
Una vez más se apela al remanido recurso que apunta a descubrir intenciones conspirativas de los hechos históricos. Esa clase de teorías insostenibles en un plano de análisis serio, resulta sin embargo de fácil consumo en ciertos sectores de la población, sobre todo cuando se los acompaña con una descripción casi folletinesca del cuadro social, en el cual los “buenos”, se contraponen con los “malos”.
Esta absurda e ingenua línea de interpretación, alentada con relación a diferentes momentos del pasado histórico, se ha extendido a los textos escolares y probablemente se irá consolidando en las nuevas generaciones, si los argentinos no hacemos un esfuerzo por aclarar una lectura madura, responsable y equilibrada del pasado histórico nacional.
Si se trata de alentar la memoria, es un deber de las autoridades y legisladores, cuidar que la visión de los hechos del pasado, sea completa y no parcial.
Fue sin duda lamentable la ruptura del orden constitucional que se registró en 1976, pero no puede olvidarse la situación de vacío de poder y anarquía que vivía el País. Si no hay equilibrio respecto de todas las partes que intervinieron en un determinado capítulo del pasado histórico, la justicia será leída siempre como venganza.
Pero en la Argentina, entre las varias anomalías que sufrimos, el uso y abuso de la historia, para transformar al adversario en enemigo, resulta peligroso en momentos de fuerte tensión, como hoy vivimos.
Dijo el prestigioso ALAIN TOURAINE…”No es una cuestión de ir más a la izquierda o más a la derecha, la Argentina tiene que levantarse”
NORBERTO COZZANI
PRISIONERO POLITICO
C.P.F.Nº 2
MARCOS PAZ
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