jueves, 19 de junio de 2008

Los fantasmas del pasado y los vacíos del presente

Un tal Oscar Portela, de Artnovela...al pensamiento profundo
Los movimientos insurreccionales en Argentina comienzan en 1958 contra el Gobierno del Dr. Frondizi. Con la participación de Generales del Ejercito Argentino se trataba de reponer a Perón en poder. El "General Santucho" fue el primero en armarse para iniciar el largo viaje de un día hacia la noche.

Con la aparición del movimiento "tacuara" de neto corte nazi fascista, en los sesenta, queda claro que éste movimiento carecía de sólidas bases ideológicas: la aparición de la guerrilla rural del cura Camilo Torres y el primer viaje de Santucho a Cuba en los primeros años de de la década del sesenta cuando Castro y "El Che" hacen van a hacer su aparición en el escenario.

El viraje hacia la izquierda y la disolución del Movimiento "Tacuara" da a los militantes del movimiento "Uturunco" el sello definitivo de la izquierda. Todo ello –repito- con la participación sibilina de altos miembros del Ejército Argentino, que se alejaron cuando "Uturuncos" fracaso y dio otro giro al movimiento.

Los tan traídos y llevados "crímenes" - aquí y jurídicamente no se hace establecen diferencias entre el significado de la palabra crimen y la palabra "asesinato" del general Aramburu deben ser analizados.

Valle le dice a Aramburu usted me va a "asesinar". Un tremendo equivoco yace en este testimonio del General Valle. El General Aramburu jamás firmó una ejecución sumaria sin hacerse responsable de ella. Se trata si así se quiere, de un crimen, pero no de un "asesinato" preparado en el anonimato.

La revancha contra el Presidente de Udelpa en la década de los setenta nunca fue suficientemente esclarecida: pero también en esto los movimientos guerrilleros de izquierda complotaron con fuerzas del Ejército y la Policía Federal.

¿Que peligro entrañaba ya Aramburu para ningún movimiento insurreccional?

Pregunta sin respuesta o apenas hipótesis que no bastan y aquellos que sabiendo mucho prefirieron el silencio.

Se había dado el primer paso para luego enfrentar no a las dictaduras militares sino al mismísimo general Perón en el fatídico año de 1973. Incluso el intento de asesinarlo a su arribo a país, lo que no se logra por la oportuna intervención de Solano Lima - quien a sabiendas de la emboscada, aconseja no aterrizar el Ezeiza sino en Aeroparque.

Lo demás es historia conocida. Perón da el Ejercito Argentino su total respaldo cuando el intento de copamiento sanguinario del Regimiento de Azul y felicita sus hombres.

Perón expulsa a montoneros del Movimiento Justicialista y a sus mismos representantes en el Congreso.

Perón ordena la constitución de una fuerza de choque paralela al Ejército calcada de las estrategias del General Rohm conocida con el nombre de Triples A.

El desorden institucional y el caos económico avanzan. La muerte de Perón da nuevas fuerzas a los movimientos insurreccionales para atacar a un inexistente ejecutivo presidido por María Estela Martínez de Perón, encadenada al sillón de Rivadavia por sus propios esbirros.

María Estela y su Vicepresidente Italo Argentino Luder firman el Decreto Nº 261 del 5 de febrero de 1975 que ordenaba al ejército "aniquilar" la subversión.

Pongo énfasis en el termino "aniquilar" porque la palabra "exterminio" no connota aniquilamiento y si el termino "genocidio" que con la simpleza y la malevolencia de la ignorancia se utiliza hoy para calificar a los "represores" de aquellos movimientos insurreccionales.

Cito: “El exterminio está penado en el artículo 7 del Estatuto de la Corte Penal Internacional, organismo que es competente para enjuiciarlo".

No fue un gobierno de facto quien firmo ese Decreto sino un Gobierno Constitucional que sabía se había entrado en un periodo que hoy nadie se atreve a calificar como de "guerra sucia".

Quien esto escribe tuvo la oportunidad en 1975 de conversar con un amigo que contaba a la sazón con 22 o 23 años, casado y con un bebé en brazos de su esposa. El mismo fue ultimado luego de asesinar conscriptos dormidos en sus camas, (Formosa), en ese intento de toma del Regimiento que fue rechazado por las fuerzas regulares del Ejército.

En la corta nota que escribo y que no tiene ninguna intención de develar aquello oculto por quienes manejaron tras bambalinas el destino de la Nación ni realizar ejercicios de "revisionismo alguno", cabe preguntarse para terminar: ¿Se llevó a cabo el exterminio ordenado por el Gobierno Constitucional de María Estela Martínez de Perón?

Conozco a muchos militantes del terrorismo que pretendía fundar "otro Estado" que viven en Suiza, o en nuestro país ya convertidos en yupies.

Algunos forman parte del equipo que Gobierna la Argentina de hoy. Cuando un día antes de asumir como presidente de facto el General Videla el presidente de la U.C.R Ricardo Balbín dijo ante las Cámaras televisivas "yo no tengo ninguna solución", dio por terminado el proceso Democrático.

Lejos de la memoria como "re-unión", la Argentina a bloqueado el sentimiento de confraternidad entre los Argentinos y continúa utilizando en forma mediática los discursos del Dr. Martínez de Hoz para conseguir votos, mientras miles de niños viven en las calles desnutridos y desamparados.

Después de casi veintitrés años de Democracia continuamos enarbolando los fantasmas del pasado para llenar los vacíos de un presente que se asfixia de su propia genealogía.

Hoy la Zarina cambió abruptamente de Hegel a Marx: "la historia comienza como tragedia y termina como comedia" citó: cabe preguntarse quien escribió esa pieza oratoria.

¿Quiere volver a la tragedia la señora Cristina? Nietzsche dio por terminado tanto el principio de realidad como la apariencia y dio carta de ciudadanía a la fabula.

En realidad, la fabula de los fundamentalistas sigue presa de la tragedia y hacia esta parece conducir hasta hoy Cristina Fernández este país sin rumbo y sin legítimos conductores.

Oscar Portela
Corrientes

2 comentarios:

Anónimo dijo...

CRECIENTE ESTALINIZACIÓN DEL GOBIERNO ARGENTINO

POR OSCAR PORTELA



Ni nazismo ni fujimorismo: José Manuel de la Sota dio en el clavo y esto le dolió a la diputada Vaca Navaja por razones obvias. Creciente estalinización del gobierno. El concepto de las mayorías era el predicado del “padrecito “stalin” que desguazó el concepto leninista de constitución del Soviet y dejó en el buró del partido todo el poder que cabía en el puño de un Zar. Era lo que vinieron a realizar los kirchner y la mayoría de la dirigencia política actual se muestra o trata de hacerlo, con excepción de Rodríguez Saa.



La señora de Duhalde dijo ayer que Cristina carecía de capacidad para gestionar y consensuar, olvidando que Néstor Kirchner gobernó cuatro años sin reunir a su gabinete: a quien convence que en seis meses se pueda desguaza un Estado cuando ellos participaron de la “entrega” del poder a Mr. Néstor.



Quienes hablan de derechización solo apuntan a un costado de la cuestión: Hitler ganó las elecciones limpiamente y por mayoría abrumadora y devolvió a un país destrozado el poder de creer en un destino aunque este haya sido consecuencia de una psicosis colectiva propia de una sociedad destrozada por la tenaza de los países que rodeaban a Alemania.



A revolución contrarrevolución. Equívoco de Alberto Rodríguez Saa cuando hablo de la Revolución del 18 de octubre y citó como antecedentes a la Revolución Francesa que entregó el poder a un Emperador como Napoleón I, así como de la revolución bolchevique la que restauró el zarismo en la figura de Stalin.



Anibal Fernández es el típico personaje de la Checa. Cuando Alberto Fernández acusa de nazis a los ruralistas habría que decirle que las únicas actitudes nazis fueron las del gobierno y claramente en la figura de Moreno con la pistola acompasándolo al modo de Millan de Astray.



La situación esta dada para que una resistencia armada al gobierno se exprese. En cambio se reza y pide por la paz aunque se es consciente de que la obediencia debida triunfará y que lo que se busca – el Estado de Sitio – no fue elaborado porque Argentina quiere seguir apareciendo ante el mundo como una República Democrática.



Hitler llegó por el voto de sus conciudadanos, Stalin, por medio de una revolución, pero las metodologías gangsteriles (Ana Arendt) fueron los mismos.



Los políticos tienen miedo de pronunciar la palabra República porque esta ha muerto: se sigue hablando de democracia como si viviéramos en la Atenas de Pericles, esta allí también con limitaciones.



Los periodistas tiemblan. El pueblo sufre. Hasta cuando esperará. Hasta que la violencia genere la necesidad de un Estado de Sitio que es lo el gobierno busca.

benjaminbof dijo...

Portela, felicitaciones por las dos notas. Me hacen recordar a
Jorge Benchetrit Medina y Ricardo Leconte como a Victor Guerrero Leconte escritores e historiadores correntinos.
Un abrazo; Benjamin Bof
benjaminbof@gmail.com