sábado, 20 de octubre de 2007

¡¡SE VA NÉSTOR!!...QUE ES KIRCHNER


LOS MUCHACHOS CONFORMISTAS
¿MERECIDOS, O PARECIDOS…?
No pienses más, echate a un lao, - que a nadie importa si naciste honrao. -Que es lo mismo el que labura - noche y día como un buey - que el que vive de los otros, - que el que mata o el que cura - o esta fuera de la ley.” (Enrique Santos Discépolo, escrito en 1935)
Estamos a un tris de las elecciones. Una calma chicha, como esas calmas mudas que suelen avisar a los gritos, las tempestades furiosas, muestra una ciudadanía fría y distante. Tal vez resignada.
Muchas veces muchas personas se preguntan si un país suele tener el gobierno que se merece. Seré sincero, a mí no me gustan estos determinismos. No comparto esa idea de la historia y sus consecuencias inevitables, sobre todo, cuando las enarbolan quienes pretenden desentenderse de las culpas de sus consecuencias.
Sí creo, y cada vez estoy más convencido, que un país tiene en cada momento, el gobierno que se le parece. Y el sistema de gobierno que más se le parece. ¡Pero cómo no entender esta resignación de la ciudadanía argentina, ante el régimen que domina los resortes de nuestra democracia! Sí en cada elección hemos tenido la posibilidad del cambio. Y hemos votado en un sentido y en otro. Y aún así, siempre apareció, más tarde o más temprano, la visión pequeña y mezquina del supuesto líder del cambio.
Tras el fracaso del gobierno de la Alianza, en un 2.001 en el que la democracia argentina perdió la pulseada ante la ansiedad infantil de una ciudadanía que dejó fogonear sus urgencias, con el combustible del peronismo peor. El de las sombras. Tras la urgencia de nuestra ansiedad, decía, otra vez tuvimos la responsabilidad de decidir. Y otra vez nos dividimos: Dos minorías casi iguales. Y una gran mayoría resignada.
Y asumió Néstor Kirchner con un 22 % de los votos, que la magia oficial de los números retocados convirtió rápidamente en un 80% de imagen positiva.
¿Fue Kirchner el presidente que nos merecíamos, o ha sido el Presidente que se nos parece? No sé si hay una respuesta para esta pregunta. De todos modos, creo que la pregunta vale como para pensar, y pensarnos. Para mantener viva la imaginación, y ejercitar a esa buena consejera que es la inconformidad.
LA IMPOSTURA AL PODERSe está yendo Néstor Kirchner. Y aunque su mandato presidencial ha vencido hace ya mucho tiempo, nadie levantó la voz ante semejante atrocidad. Nos deja el ejemplo del manoseo institucional.
Se está yendo Néstor Kirchner, con todas sus promesas sin cumplir. Viviendas, escuelas, planes de salvatajes chinos, trenes bala, hospitales…nada. Nos deja sin sacarnos del infierno en que nos metió su mentor, entre otros. “Todavía no salimos del infierno”, repite mil veces. Tantas, que imagino se ha encariñado con el diablo.
Se está yendo Néstor Kirchner. Y se van impunes todos los casos corrupción en que estuvieron involucrados sus funcionarios. Sobreprecios, bolsas misteriosas repletas de dólares en dependencias ministeriales. Extrañas valijas con drogas en empresas de aviación semi estatales. Sorprendentes valijas repletas de dólares que llegan en aviones privados con secretarios privados y empresarios bolivarianos de extraña reputación. Patotas sindicales que se tirotean frente a los restos del General que los parió, que los crió, que los echó, que los volvió a adoptar. Funcionarios que toman comisarías con pretextos insólitos. Nos deja el ejemplo de la impunidad.
Se está yendo Néstor Kirchner. Y nos deja una economía. Bueno, a decir verdad, nos deja varias. Una, la de los datos oficiales que emergen de un organismo intervenido al que nadie cree. Es la economía de los datos oficiales. La de un superávit supuestamente exorbitante, pero que nunca alcanza para el derrame. Sólo alcanza para subsidios tan caprichosos como millonarios. Nos deja el ejemplo de la mentira.
Se está yendo Néstor Kirchner. Y nos deja la inflación. Las inflaciones. La inflación oficial…y la que sufrimos cada uno de nosotros, todos los días en el supermercado.
Se está yendo Néstor Kirchner. El gran estadista del control del precio de la papa y del tomate. El estadista del atril grandilocuente, del abrazo protocolar con la gente para la foto, fuera de todo protocolo. El estadista que deja una hoja en blanco, ante el principal conflicto internacional, el de las pasteras con el Uruguay.
Se está yendo Néstor Kirchner. Y nos deja las calles sembradas de muertes impunes. La que siembra la política culposa de un progresismo retrógrado. Una política culposa que ve sensaciones, allí donde nosotros velamos cada día un hijo. Un padre. O un abuelo. Una política que huele conspiraciones, allí donde nosotros velamos a nuestros policías. Una política que ve justicia, allí donde nosotros sabemos que es venganza.
Se está yendo Néstor Kirchner. Y nos deja heridas abiertas que la mayoría del pueblo había empezado a cicatrizar. Una revisión histórica capciosa, que se parece mucho a un viejo trauma mal curado. Esos traumas que están en la conciencia profunda de saber que, mientras otros luchaban por sus ideales, él estaba haciéndose rico ejecutando deudas, cazando en el zoológico de la 1050. Nos deja el ejemplo del “militante inmobiliario”, como dice Nicolás, que es Márquez.
Se está yendo Néstor Kirchner. Sin haber dado una sola conferencia de prensa. Un solo reportaje. Sin haber hecho una sola reunión de gabinete. Nos deja el ejemplo de la democracia soberbia.
Se está yendo Néstor Kirchner. Y nos deja un récord de decretos de “necesidad y urgencia”, que no han calmado ni una sola de las necesidades de nuestras urgencias. Nos deja el ejemplo de la democracia autista de los superpoderes eternos.
Se está yendo Néstor Kirchner, profeta. Profeta aquí. Profeta allá. Menos en su tierra.
Se está yendo Néstor Kirchner. Y se va sin explicarnos dónde están los 500 millones que recibió, antes de que lo atacara la desmemoria de su pasado menemista.
Se está yendo Néstor Kirchner. Y nos deja la semilla “sanitarista” del aborto. Nos deja el ejemplo de la intolerancia resuelta con la muerte.
Se está yendo, y nos deja la peor matanza de policías desde los 70. Curiosamente, cuando las organizaciones terroristas se dedicaban a matar policías para adquirir rangos dentro de las “orgas”. Faltan más de dos meses para terminar el año, y ya se asesinaron en Argentina más policías que en el 2.006. El 85 % de los asesinatos han ocurrido en el conurbano bonaerense. De todos modos, el gobierno de la impostura. Del atril. De la cola de paja. De la lavada de manos…intenta por enésima vez la conspiración de la “derecha setentista”. Esa que, según el gobierno de la impostura, y los testigos falsos, y de los funcionarios con prontuario setentista de muerte… ha secuestrado a Jorge Julio López, “autosecuestrado” a Gerez y amenazado a miles de testigos intrascendentes en los “Juicios por la Verdad”, que son mentira.
Se comprende. El gobierno de la impostura debe gritar lejos de los huevos. Como el tero. Pues la historia de su militancia, lo hará en este país, eternamente sospechoso de este tipo de asesinatos. Ellos cargan la mochila ensangrentada del terrorismo.
El gobierno de la impostura se está yendo. Se va Néstor, que es Kirchner. El de la impostura del saco sin abrochar. Y se va chocho, ante una ciudadanía conformista. O resignada. El tiempo dirá si fue lo que merecimos. O si fue lo que más se nos pareció.
Se va, pero nos deja la opción femenina. La impostura de la imagen, ornamentada con un discurso hueco. Sonrío…es que justamente así, suelen ser las mayorías por estos pagos. En el 506. Y en el 2.000, también.

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