Ramos Generales...
Por Drido
Específico Pérez, hombre manso
salvo en esos días de lluvia que saben a despedida, caminó como todas las
mañanas de domingo por las veredas de su pueblo y cruzó la plaza y siguió
caminando hasta el Parque y fue así que llegó junto al río.
Las gotas de lluvia pican el agua
mansa. Los pájaros vuelan sobre un tala. Un ceibo llora su roja lágrima de terciopelo. Un pescador apura el remo apuñalando el agua. La madera de la canoa cruje
junto al corazón de Específico.
Específico Pérez mira el
horizonte. Genérico Gómez, su amigo, le palmea la espalda y lo ayuda con el
respeto de su silencio.
La lluvia le nubla a Específico
Pérez su mirada triste. Sabe que aquí terminan sus historias contadas. Que a
partir de hoy, Específico Pérez será el recuerdo de unas historias escritas con
pasión en la madrugada, debajo de unos chistes.
Mira el río, su río… siempre igual y
nunca el mismo.
Y entonces entiende cómo han
cambiado las cosas que parecen iguales. Sabe que debe partir. Dejar que las aguas corran vida abajo…
como sus lágrimas de despedida… como el recuerdo de sus tres lectores a los que
nunca olvidará.
Hasta chauuuuu!!!
1 comentario:
Estimado Horacio: espero que este sea solo el comienzo de una nueva etapa de periodista y que continue con sus escritos por este medio. Es una de las pocas formas que nos quedan para conocer las verdades de nuestra Argentina - sobre todo a los que estamos lejos (vivo en EE.UU.)!
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