Hoy perdí un
nuevo amigo, en el devenir de una vida golpeada por hechos que no buscamos.
Tuvimos que vivir una parte de la historia de nuestro país, signado por una
violencia que no gestamos. Fuimos víctima, como país, como sociedad
republicana, por un terrorismo brutal, hoy oculto bajo el olvido de la
ciudadanía.
¿Quién reconoce
hoy que nuestro país fue víctima del terror de los años 70?
Solo quienes
defendieron la República. Ingrata sociedad frente a la acción del Soldado, a
quien hay que castigar por haber defendido el Estado de Derecho. Al Soldado que
fue enviado por su propio gobierno a defender no solo al país sino a su estilo
de vida en democracia.
Uno de ellos fue
el CN Núñez, a quien venimos a despedir solo quienes estamos en libertad. No lo
acompañamos quienes como él estamos calificados como Terroristas de Estado,
concepción que solo existe en nuestro país.
Sin embargo, no
es esa una forma de alejarnos del sentir que nos une hasta lo profundo de
nuestra mismidad.
Nunca dejaremos
de tener en nuestra vivida memoria, las largas horas que vivimos juntos, unidos
en lo más profundo de nuestro ser.
También
llevaremos consigo el olvido de la sociedad, de la Iglesia capaz de olvidar
hasta lo más sagrado por conservar su existencia. Hoy ya no recuerda que muchos
de sus miembros dieron misa con fusiles en el altar, como los Mons.
Casaldaliga y Angelelli.
De los
intelectuales nada podemos esperar, sumidos en especulaciones y conceptos solo
comprensibles per se, Karl R. Popper dixit.
Las largas charlas
durante los almuerzos en Comodoro Py, me permitieron conocer en profundidad su
hombría de bien como persona.
Señor Capitán
Núñez, despido con gran tristeza su partida, en lo esencial de mis sentimientos
y con la alegría de que siempre será el Capitán.
La existencia
misma se ha encargado de burlar la maldad de despojarlo de su condición de
militar, por acción de una justicia injusta.
Buenos vientos
en ese viaje que hoy emprende. Y estamos seguros que nos encontraremos en la
eternidad de nuestro ser.
Hasta vernos
nuevamente en el eterno devenir de la existencia del hombre en su esencia.
Tomás Carrizo
CFCPTE
1 comentario:
Sigo conservando la memoria de lo que fue y es la verdad.
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