domingo, 23 de agosto de 2015

Presentación del documental: La Ecuelita de Manchalá


Palabras pronunciadas por el señor Gonzalo Fernández Cutiellos, previas a la proyección del documental.

Damas y caballeros, razones de fuerza mayor hicieron imposible que nuestro presentador, Juan Bautista Yofre pueda acompañarnos en esta tarde; de todos modos sea para él todo nuestro agradecimiento y reconocimiento, ya que con esta hubiese sido la cuarta oportunidad en presentarla película que es objeto de nuestra atención.

En segundo lugar siento la obligación de agradecer profundamente al Gral. de División (R) Emilio Jorge Luis Rodríguez, quien fuera la fuerza motora que dio impulso a lo que hoy hemos concretado en una película, a modo de homenaje perenne a los bravos soldados ingenieros de Salta.

Gracias general rodríguez por inspirarnos. (ups… lo escribí en minúsculas…)

Al respecto, me vino a la memoria un pasaje de un sermón famoso de San Agustín, donde expresó: “el envidioso siente, aunque a veces no tenga conciencia de ello, aversión, resentimiento, odio:

  • Hacia los que triunfan, porque ellos han triunfado y no él.
  • Hacia los mejores, porque son mejores que él y no puede igualarlos.
  • Hacia los de iguales méritos, porque son iguales y no inferiores.
  • Hacia quienes, por estar situados en el escalón inferior al que él ocupa, tienen la posibilidad de igualarlo o superarlo”.
… parece que San Agustín lo conoció al señor rodriguez este…

También queremos agradecer especialmente el Círculo Militar y su autoridades, que nos permitieron muy amablemente el uso de sus instalaciones para la proyección de La Escuelita de Manchalá hoy.

Y así como Sandro, el Centro de Estudios Salta y Pacificación Nacional Definitiva coadyuvaron al logro de esta película, merecen nuestro enorme agradecimiento todos aquellos que apoyaron, desde el aliento y la compañía, hasta en forma de aportes monetarios privados, pasando por la ayuda material e intelectual para que esto llegue a buen fin.

Imposible nombrarlos a todos, pero imposible también dejar de nombrar al Centro Naval, al COFA, a la Unión de Promociones, a TLV1 Toda la Verdad Primero… muchos más y muchos de los cuales hoy vemos entre el público; a todos muchas gracias.

“Nos volvemos valientes al realizar actos de valentía” sentenciaba Aristóteles en su Ética a Nicomano.

Esto implica que lo que hoy vamos a ver es la historia de unos valientes.

Y entendamos que valiente no es aquel que nunca tiene miedo… valiente es aquel que supera su temor y lo enfrenta; luego esta es la historia de una decena de tipos muy valientes.

Atendamos como hablan, cuando lo hacen, al referirse a su Cabo 1ro, aquel que los que los guió en su peor momento.

El carácter contagioso de una conducta valerosa puede inspirar a todo un grupo, como el romano Horacio en el puente o Enrique V° en Agincourt.

Pero, si bien esta es una película sobre un combate tenemos que entender que la verdadera finalidad del soldado es la paz.

La primer idea que surge al contemplar a un soldado es que su fin es la guerra, error; el arte de la guerra, nos dice el Dr. Habib Estefano, “no consiste solamente en saber recibir la muerte en forma heroica, consiste también en saber darla con valentía y con dureza. A pesar de ello este no es el fin del militar, del soldado, no es la finalidad de los Ejércitos derramar sangre en guerras. El fin es defender la vida.

Los ejércitos existen para defender la vida y la honra de la Patria.

El soldado es un hombre que se prepara en el rigor, la fuerza y la ciencia de su arte especial para que pueda defender siempre con honra y dignidad la Bandera de su Patria y la vida de su Nación.

Su verdadero fin es defender el orden público y la vida del país, con honra y dignidad, hasta en el sacrificio supremo.”

Observen que casualidad, que estos soldados que nos van a hablar, eran albañiles, pintores y plomeros, arreglando escuelas rurales… y que con su actitud espontánea y virtuosa… que chiquitos nos dejaron a la inmensa mayoría.

Actitud virtuosa dije, actuar de virtuosos, de hombres que practican las virtudes…ni más ni menos, pero ¿nos acordamos que es una virtud?

Según Santo Tomas, virtud es la elevación del ser en la persona humana; es lo máximo a que puede aspirar el hombre.

El hombre virtuoso es el que realiza el bien obedeciendo a sus inclinaciones más íntimas. Hoy veremos ejemplos fuertísimos de esto.

Los católicos entendemos que la primera virtud es el amor a Dios y al prójimo;

  • Que la prudencia nos muestra que el bien presupone la verdad;
  • Que la justicia indica que solo el hombre objetivo puede ser justo;
  • Que la fortaleza, dice San Agustín, es testigo irrefutable de la existencia del mal en el mundo;
  • Que la templanza es quien equilibra las pasiones y
  • Que la fe, la esperanza y la caridad son capacidad y fuente de energía.
Todas ellas saldrán a la luz a quien las sepa descubrir en esta película.

Ahora también, existen unas virtudes conocidas como virtudes militares; fortaleza, clemencia, mansedumbre, patriotismo y prudencia militar.

Imprescindible es la fortaleza; esta es la virtud por la cual el hombre no se deja intimidar ante las adversidades y ante el peligro de muerte. También veremos de esto en la película.

Isabelita había sido la vice de la fórmula “Perón – Perón” hasta el fallecimiento de líder del justicialismo, en ejercicio de la presidencia de la República.

La fórmula “Perón – Perón”, se había hecho cargo de la Presidencia de la Nación luego de las elecciones del 23 de Septiembre de 1973, ganando las mismas con el 63% de los votos del electorado.

El año anterior, 1974 se caracterizó por haber sido uno de los más intensos de nuestra historia reciente.

El terrorismo internacionalista, representado principalmente por la organización armada Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo, atacaba sistemáticamente a la Nación Argentina e incrementaba día a día su intensidad y virulencia.

Tan así que el viejo General, al recibir el ataque del ERP al cuartel de Azul, dirigió una cadena nacional, el 20 de Enero del 74, ataviado en su uniforme, donde se lo escucho decir, por ejemplo:

“… en consecuencia, el Gobierno Nacional, en cumplimiento de su deber indeclinable, tomará de hoy en mas las medidas pertinentes para atacar al mal en sus raíces…

…pido a todas las fuerzas políticas y al pueblo en general, que tomen partido activo en la defensa de la Republica…

… es preciso destruir…

… aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos…

… empeñarnos decididamente en la lucha a que dé a lugar…

… Ha parado la hora de gritar Perón; ha llegado la hora de defenderlo.”

Claramente el presidente electo de los argentinos sentía que era el atacado por esta fuerza castrocomunista de invasión.

Tan así que en carta fechada dos días después, el 22 de enero 1974 y dirigida al personal de la Guarnición Militar de Azul, ordenaba:
“…que el reducido número de psicópatas que va quedando sea exterminado uno a uno para e bien de la Patria.” JDP

En Mayo de ese año se detectó la presencia del ERP en el monte tucumano y Perón, dándole trato de delincuentes ordenó a la Policía Federal, en la persona del Comisario VILLAR, que inicie el Operativo Independencia.

1 comentario:

Jorge Gustavo Taboada dijo...

Grande Fernandez Coutiellos, comparto todo lo expresado. Un abrazo