Palabras pronunciadas por el señor Gonzalo Fernández
Cutiellos, previas a la proyección del documental.
Damas y caballeros, razones de fuerza mayor hicieron
imposible que nuestro presentador, Juan Bautista Yofre pueda acompañarnos en
esta tarde; de todos modos sea para él todo nuestro agradecimiento y
reconocimiento, ya que con esta hubiese sido la cuarta oportunidad en
presentarla película que es objeto de nuestra atención.
En segundo lugar siento la obligación de agradecer
profundamente al Gral. de División (R) Emilio Jorge Luis Rodríguez, quien fuera
la fuerza motora que dio impulso a lo que hoy hemos concretado en una película,
a modo de homenaje perenne a los bravos soldados ingenieros de Salta.
Gracias general rodríguez por inspirarnos. (ups… lo
escribí en minúsculas…)
Al respecto, me vino a la memoria un pasaje de un
sermón famoso de San Agustín, donde expresó: “el envidioso siente,
aunque a veces no tenga conciencia de ello, aversión, resentimiento, odio:
- Hacia los que triunfan, porque ellos han triunfado y no él.
- Hacia los mejores, porque son mejores que él y no puede igualarlos.
- Hacia los de iguales méritos, porque son iguales y no inferiores.
- Hacia quienes, por estar situados en el escalón inferior al que él
ocupa, tienen la posibilidad de igualarlo o superarlo”.
… parece que San Agustín lo conoció al señor rodriguez
este…
También queremos agradecer especialmente el Círculo
Militar y su autoridades, que nos permitieron muy amablemente el uso de sus
instalaciones para la proyección de La Escuelita de Manchalá hoy.
Y así como Sandro, el Centro de Estudios Salta y
Pacificación Nacional Definitiva coadyuvaron al logro de esta película, merecen
nuestro enorme agradecimiento todos aquellos que apoyaron, desde el aliento y
la compañía, hasta en forma de aportes monetarios privados, pasando por la
ayuda material e intelectual para que esto llegue a buen fin.
Imposible nombrarlos a todos, pero imposible también
dejar de nombrar al Centro Naval, al COFA, a la Unión de Promociones, a TLV1
Toda la Verdad Primero… muchos más y muchos de los cuales hoy vemos entre el
público; a todos muchas gracias.
“Nos volvemos valientes al realizar actos de valentía” sentenciaba Aristóteles en su Ética a Nicomano.
Esto implica que lo que hoy vamos a ver es la historia
de unos valientes.
Y entendamos que valiente no es aquel que nunca tiene
miedo… valiente es aquel que supera su temor y lo enfrenta; luego esta es la
historia de una decena de tipos muy valientes.
Atendamos como hablan, cuando lo hacen, al referirse a
su Cabo 1ro, aquel que los que los guió en su peor momento.
El carácter contagioso de una conducta valerosa puede
inspirar a todo un grupo, como el romano Horacio en el puente o Enrique V° en
Agincourt.
Pero, si bien esta es una película sobre un combate
tenemos que entender que la verdadera finalidad del soldado es la paz.
La primer idea que surge al contemplar a un soldado es
que su fin es la guerra, error; el arte de la guerra, nos dice el Dr. Habib
Estefano, “no consiste solamente en saber recibir la muerte en forma
heroica, consiste también en saber darla con valentía y con dureza. A pesar de
ello este no es el fin del militar, del soldado, no es la finalidad de los
Ejércitos derramar sangre en guerras. El fin es defender la vida.
Los ejércitos existen para defender la vida y la honra
de la Patria.
El soldado es un hombre que se prepara en el rigor, la
fuerza y la ciencia de su arte especial para que pueda defender siempre con
honra y dignidad la Bandera de su Patria y la vida de su Nación.
Su verdadero fin es defender el orden público y la
vida del país, con honra y dignidad, hasta en el sacrificio supremo.”
Observen que casualidad, que estos soldados que nos
van a hablar, eran albañiles, pintores y plomeros, arreglando escuelas rurales…
y que con su actitud espontánea y virtuosa… que chiquitos nos dejaron a la
inmensa mayoría.
Actitud virtuosa dije, actuar de virtuosos, de hombres
que practican las virtudes…ni más ni menos, pero ¿nos acordamos que es una
virtud?
Según Santo Tomas, virtud es la elevación del ser en
la persona humana; es lo máximo a que puede aspirar el hombre.
El hombre virtuoso es el que realiza el bien
obedeciendo a sus inclinaciones más íntimas. Hoy veremos ejemplos fuertísimos
de esto.
Los católicos entendemos que la primera virtud es el
amor a Dios y al prójimo;
- Que la prudencia nos muestra que el bien presupone la verdad;
- Que la justicia indica que solo el hombre objetivo puede ser justo;
- Que la fortaleza, dice San Agustín, es testigo irrefutable de la
existencia del mal en el mundo;
- Que la templanza es quien equilibra las pasiones y
- Que la fe, la esperanza y la caridad son capacidad y fuente de
energía.
Todas ellas saldrán a la luz a quien las sepa
descubrir en esta película.
Ahora también, existen unas virtudes conocidas como
virtudes militares; fortaleza, clemencia, mansedumbre, patriotismo y prudencia
militar.
Imprescindible es la fortaleza; esta es la virtud por
la cual el hombre no se deja intimidar ante las adversidades y ante el peligro
de muerte. También veremos de esto en la película.
Isabelita había sido la vice de la fórmula “Perón
– Perón” hasta el fallecimiento de líder del justicialismo, en
ejercicio de la presidencia de la República.
La fórmula “Perón – Perón”, se había hecho
cargo de la Presidencia de la Nación luego de las elecciones del 23 de
Septiembre de 1973, ganando las mismas con el 63% de los votos del electorado.
El año anterior, 1974 se caracterizó por haber sido
uno de los más intensos de nuestra historia reciente.
El terrorismo internacionalista, representado
principalmente por la organización armada Montoneros y el Ejército
Revolucionario del Pueblo, atacaba sistemáticamente a la Nación Argentina e
incrementaba día a día su intensidad y virulencia.
Tan así que el viejo General, al recibir el ataque del
ERP al cuartel de Azul, dirigió una cadena nacional, el 20 de Enero del 74,
ataviado en su uniforme, donde se lo escucho decir, por ejemplo:
“… en consecuencia, el Gobierno Nacional, en
cumplimiento de su deber indeclinable, tomará de hoy en mas las medidas
pertinentes para atacar al mal en sus raíces…
…pido a todas las fuerzas políticas y al pueblo en
general, que tomen partido activo en la defensa de la Republica…
… es preciso destruir…
… aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es
una tarea que compete a todos…
… empeñarnos decididamente en la lucha a que dé a
lugar…
… Ha parado la hora de gritar Perón; ha llegado la
hora de defenderlo.”
Claramente el presidente electo de los argentinos
sentía que era el atacado por esta fuerza castrocomunista de invasión.
Tan así que en carta fechada dos días después, el 22
de enero 1974 y dirigida al personal de la Guarnición Militar de Azul,
ordenaba:
“…que el reducido número de psicópatas que va quedando
sea exterminado uno a uno para e bien de la Patria.” JDP
En Mayo de ese año se detectó la presencia del ERP en
el monte tucumano y Perón, dándole trato de delincuentes ordenó a la Policía
Federal, en la persona del Comisario VILLAR, que inicie el Operativo
Independencia.
1 comentario:
Grande Fernandez Coutiellos, comparto todo lo expresado. Un abrazo
Publicar un comentario