viernes, 9 de enero de 2015

Así se violan los derechos humanos en Argetina




El HPC es el paupérrimo hospital del Penal Federal de Ezeiza. Allí, en la planta alta, están encerrados los huesos de un puñado de ancianos enfermos. Estigmatizados como “lesa”, el gobierno mantiene encerrados civiles y uniformados acusados de haber combatido al terrorismo en la Argentina de los años 70.
Son presos políticos a los que el Estado argentino les viola sistemáticamente todos sus derechos y le niega todas las garantías. Apenas si tienen una mínima atención médica para urgencias.
Desde 1 de enero de 2015, el Hospital no tiene servicio de agua. Los internos no pueden utilizar los sanitarios y tampoco pueden  bañarse. Son, en su mayoría, hombres mayores de 70 años con enfermedades crónicas, muchas de ellas muy graves.
A pesar de las denuncias de los familiares de los presos políticos, el problema no ha sido solucionado
Las denuncias también se ha realizado al siguiente mail: 



Es vergonzoso que un país que se vanagloria de democrático y donde sus funcionarios se enorgullecen de la política estatal de derechos humanos, tenga hacinados, sin agua y sin la apropiada atención médica, a tantos ancianos enfermos que no pueden hacer sus necesidades sin tener que convivir con sus heces durante una semana ni pueden higienizarse.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este es un claro ejemplo de la ARGENTINA que fue. Hoy argenchota, llena de argenchotos. De paso, de Bergoglio, no he escuchado ni una sola palabra sobre nuestros presos políticos, los gloriosos triunfadores de la guerra contra la subversión, de parte de los "argenchotos idealistas", hoy jueces, fiscales, diputados, senadores,etc.etc.. Si, por supuesto, recibe con gozo a Lata Rada, a la Gargalotto y sus falsos nietos. Ya llegará el tiempo de la revancha y no quedará un solo argenchoto. Buen fin de semana.

Ricardo E. Frías dijo...

Se ha reemplazado a la justicia por la venganza y fiscales, jueces, camaristas e integrantes de la Corte Suprema, por acción u omisión, son cómplices del discurso y de las directivas oficialistas con fines ideológicos y políticos. Se siguen violando los derechos humanos con los presos que lucharon con el terrorismo.