Papá...

No se fue así como así. No pasó así como así. Se fue pronto, sí. Se fue tras mucho luchar. 

Pasó dejando huella. Y aquí estoy, parte de él. Y aquí estoy yo… recuerdo de él. Y aquí estoy yo… a diez años de haberle dicho mil veces adiós, para siempre. 

Inteligente, tenaz, deportista, Hombre, Esposo, Papá, Abuelo, compinche, buenazo, sufrido, generoso… hincha, fumador, gallina hasta los huesos… único y genial. 

Viviendo me enseñó con el ejemplo. Y en la muerte me enseñó Dignidad… sufrió.. sufrió demasiado para sus huesos de tan buen tipo. Su sonrisa intentaba disimular el dolor que sus ojos no podían. 

Su Gualeguay, que fue principio y que exigió sea final... Su profesión llena de números, su orgullo por su papá, su cabeza inquieta y sin descanso, Su tenis, su río, su barco, su pesca, sus asados, su ajedrez, su vinito con soda, su tecito, su “flaquita”, su “petiso”, su “piojo feo”…sus pies afuera de las sábanas, sus bigotes, su pasión por la fotografía, sus Particulares 30, sus pelis de tiros, sus carreras de autos los domingos desde la cama con su “semató semató”, sus pack de diarios La Nación y Ambito… su capacidad para ver cinco años más adelante que todos. 

Yo.. por él

No se fue así como así.. No pasó así como así… en la vida me enseñó esperanza y en la muerte, dignidad y resignación ante lo inevitable… se fue tras mucho luchar, pasó dejando huella… esa huella profunda que marca pero sin dolor, esa huella que me cruza para siempre el alma y el corazón …

Horacio R. Palma

Escribidor contumaz...