Digamos que a la
primavera le está costando imponer su abrazo tibio alrededor de nuestros huesos, y que ellos salgan por los barrios para anunciar la buena nueva.
Graciela... descansa en paz...
Hay
aún en el ambiente una brisa fresca, de a ratos fría, que parece estarla atando
de manos.
Y
nosotros sin su abrazo.
Por
suerte están las flores. Que renuevan esperanzas de primavera a pesar del frío.
Que
no necesitan el relato para conocer la verdad. Y florecen desde el alma. Digan
lo que digan las calles y el viento.
Para
esta época, mi abuela ya tenía su balcón lleno de flores. Recuerdo. Allí pasaba
horas. Guantes, cuchillo y tijera. De rodillas peregrinando ante cada una de
sus macetas. Y silbaba… o tarareaba viejos valses, como evocando con alegría,
recuerdos de primaveras felices. Supongo.
Allí
está abuela de rodillas frente a su Santa Rita, apuñalando la tierra, esa
tierra negra oprimida en una enorme maceta de barro… “En un cristalino lago, de
verde y frondosa orilla… y en una de mis barquillas, una tarde…una tarde te
encontré… suelta el remo… batelera, que me altera tu manera de bogar… suelta el
remo y ven a mis brazos ven…que no temo naufragar….”
Yo,
desde adentro la miraba. El balcón era su mundo, las canciones sus recuerdos y
su conjuro, que alejaban las tristezas y acercaban las ausencias.
Abuela,
con sus manos de pianista. Con su sonrisa de todos los soles.
Hablo
de mi mundo… pero hablo de todos los mundos.
Hablo
de mis cosas… pero son todas las cosas.
“Pinta
tu aldea y serás universal” dicen que escribió Tolstoi, nombre ante el que
muchos se encogerán de hombros si no logran entrar en Google.
No
sé si lo escribió o no, pero el genial
Alfredo Veiravé me contó que Tolstoi así lo había escrito. Me lo contó en su
“Poema con color local”. Y yo le creo, porque era poeta.
Y
los poetas no mienten: “Vivo en el Chaco en la ciudad de Resistencia y conozco
el quebracho, el agodonal y el viento norte en las siestas de verano. Sus
templos sacramentales y las lluvias interminables, no obstante eso, ojeo la
enciclopedia que en fascículos llega a los quioscos y leo sobre “La infancia de
la humanidad, “La estructura de las máquinas”.
Soy
de la primera generación de Tarzán y el Tit Bits, fui Sobrino del Capitán y
ahijado de Fantomas y no veré
seguramente la colonización del planeta Marte.. no obstante eso miro los
lapachos florecidos con cierta nostalgia becqueriana…”
La
aldea del poeta genial, y el mundo.
Veiravé
pintando su lugar y al mismo tiempo pintando el universo.
Veiravé
contando sus cosas y al mismo tiempo contando las cosas de todos.
Miro
por la ventana. Un grupo de jóvenes espera para subir a un colectivo.
Ellos
están felices. Es muy temprano. Llevan carteles, banderas, mochilas y una
felicidad que los desborda.
Hoy
es 5 de octubre y van a Luján.
Belu,
mi niña que ya no lo es, la niña que me dio el diploma de papá, se fue temprano
también con su parroquia. Me dio un beso hermoso que me alegró el despertar y
dejó una carta pintando su mundo: “El caminar no es sólo por mero
"sacrificio" de hecho hay gente que sólo camina una parte, hay gente
entrenada y que llega como para volver caminando, que no le es un sacrificio.
Uno se pone en camino, para ir a visitar a nuestra mamá, y lo hacemos
caminando, porque lo hacemos en comunidad, preparándonos paso a paso (por eso
tampoco es una carrera), para visitarla, para llevarle nuestras intenciones,
para darle gracias, para compartir con los demás hermanos esta FIESTA! AHH Y
OJO! La peregrinación no lo hace sólo el que camina, la hacemos TODOS: los que
se quedan rezando principal (sin la oración no llegamos a ningún lado, acordate
de Sta Teresita del Niño Jesús), los que ayudan a que lleguemos (acordate de
San Juan de Dios), los que llegamos, los que nos esperan allá. Igual no niego
que sorprende ver TANTA gente que va caminando, cualquier tipo de gente, he
visto hasta mujeres caminando con TACOSSSSSS!! 80 KM! Y obvio, que a toda esa
multitud sólo la mueve un único objetivo, un único final, que es la Virgen...
Chcios, grandes, flias, parroquias, movimientos, gente borracha, todo el Pueblo
de Dios, ese hospital de pecadores caminando…Es cierto que Jesús hizo EL
sacrificio por nosotros, y ¡¡cuánto le debemos por eso!! En realidad no le
debemos nada, porque lo hizo gratuitamente!! Y eso es lo más grande que tiene
Él (además de su MISERICORDIA!). Por eso muchos hacen sacrificios grandes por
Él, como entregarle la vida! (entregarle la vida CADA DIA, no sólo como los
curas o las monjas) y, OJO!! no un sacrificio como lo pensamos muchas veces:
"con mala cara, o porque lo tenemos que hacer", sino un sacrificio
como se debe!: CON ALEGRÍA Y ENTREGA! Es lo que podemos hacer frente a la
gratituuuuuddddd del más grande!
¿CUESTA?
¡Obvio! Es un sacrificio! Levantarse todos los días y poner en manos de Dios la
vida,¡CUESTA! porque implica no querer controlar las cosas, no querer tener el
"control" y eso, implica desprendimiento, pobreza, sacarse el
orgullo..
Asique
ojo, el sacrificio, lo hizo Él primero, pero eso es una invitación para que lo
sigamos, y eso ES un sacrificio. Espero me haya explicado.. ¡ABRAZO! ¡¡Y REZO
POR TODOS FRENTE A LA VIRGENCITA!”.
Millones
de Belu peregrinan hoy a Luján, haciendo de sus mundos todos los mundos.
Pero
aun así la tristeza no se me quita hoy.
Graciela
ha fallecido en la cama de un hospital tras mucho batallar contra una enfermedad
tan dura como irremediable.
Graciela
no solo batalló contra su enfermedad sino además tuvo que lidiar contra la
injusticia. Contra la venganza.
A
la casa de Graciela, hace diez años que la venganza vino a tocar la puerta. El
pasado, en manos de los horribles, llegó un día para encarcelar a su marido.
Este
es pasado, el papel tiene el sello de nuestra venganza y venimos meterlo preso
para siempre.
Graciela
pidió justicia. Pero justicia voló por la ventana y se escondió colorada de
vergüenza.
Graciela
pidió humanidad. Pero humanidad se metió en un cajón oscuro, bajo cuatro llaves
que custodian los que nunca conocieron los sentimientos de la humanidad.
Graciela
postrada en una cama de hospital.
Su
Raúl de siempre, el de los brazos con los que Graciela no temía naufragar,
confinado a pagar la venganza de los que asesinaron por la espalda, y la
complicidad de los que se aliaron con el silencio para que unos pocos paguen, las culpas de los
muchos.
Graciela
muere… Raúl pide permiso a sus carceleros. La respuesta es NO. Graciela muere,
Raúl pide humanidad. Los horribles, como siempre, dicen NO.
Pero
nos quedan las flores. Y los poetas. Y los peregrinos. Y la FE.
Y
nos quedan las ganas, de seguir gritando las injusticias de nuestra aldea. Que
son todas las demás.
HORACIO R. PALMA
El Día de Gualeguay
Gualeguay
Entre Ríos
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