sábado, 3 de agosto de 2013

DOS PERIODISTAS Y LA SETENTISTA DE AJUSTADOS PANTALONES

Costumbres son costumbres, decía mi abuelita y cerraba los ojos para empinarse un vasito de caña con ruda cada mañana de cada primero de agosto de cada año de su vida.




Mi abuelita, que nunca bajó la guardia frente a los agostos que detestaban viejos, se descuidó sin embargo de los gobiernos populistas. No importa abuelita, tantos años después de tu vida, a nosotros nos sigue pasando lo mismo. Pasan los años y hay costumbres y descuidos que se nos transmiten de generación en generación.
Así es, costumbres son costumbres y aunque la caña con ruda sepa a orines de cocodrilos africanos, uno se la toma con gesto severo y ojos cerrados en honor a la pachamama, porque se sabe desde siempre, que julio prepara el zarpazo que finalmente da agosto, para llevarse así a los viejos que no cumplieron con el conjuro.
Costumbres, me gustan los pueblos con costumbres. Me gustan las gentes que no reniegan de sus creencias. Sonrío, Cacho Castaña canta que le gustan las mujeres con pasado, a mí también, siempre y cuando el pasado haya sido conmigo…je.
Confieso que comulgo con todos los que están en paz con el pasado. Yo tengo la costumbre de volver seguido a la tierra donde están mis muertos. No vuelvo por los huesos de mis muertos sino que vuelvo por los recuerdos vivos de mis muertos. Que es bien distinto.
No creo en eso de llorar muertos frente a una tumba con huesos o cenizas, mucho menos en llevar flores que pronto apestarán en ruinas, sino que creo en eso de recordarlos en los sitios donde juntos amamos la vida y la concelebramos en el rito del amor.
En eso sí que creo y soy practicante.
Por eso el río me recuerda a mis seres queridos, y por eso vuelvo a los rincones del mundo donde con ellos tuve felicidad. Por eso muchas veces ando las calles del pueblo mirando hacia adelante pero “recordando hacia atrás” con la sonrisa de oreja a oreja. Que después de todo uno es uno y sus antepasados. Y los antepasados todos, se resumen en uno.
Y en una de esas vueltas al pago, me topé la semana pasada con la invitación a una charla-debate en el salón del Centro Económico de Gualeguay.
Un grupo de vecinos con inquietudes, invitaron a Mario Alarcón y a Paulo Kablan para que hablaran y pensaran en voz alta sobre El rol del Periodismo en los tiempos que corren, y el cambio que se ha producido desde el retorno de la democracia en el ejercicio del mismo, en tiempos donde el rol del periodismo se pone en tela de juicio por parte de los poderes.
En verdad me acerqué al Centro Económico con cierta inquietud. Hay temas que a uno le interesan pero no sabe si a los demás les interesan también. Llegué antes, y me sorprendió la cantidad de gente que estaba esperando en la puerta. Punto para la gente.
Mario Alarcón, el legendario periodista saludaba a viejos conocidos como en un reencuentro esperado.
Paulo Kablan accedía a sacarse fotos con la gente que lo rodeaba cámara en mano.
Mucho público. Muchos políticos. Muchos periodistas.
Arranca la charla. Comenzó hablando Mario Alarcón, con su especial y particular decir. Uno cierra los ojos y esa voz inconfundible parece salida de la radio de todos los días. Mario Alarcón afirma que estamos en una nueva era del periodismo. Ni mejor ni peor. Distinta. Épocas de la globalización tecnológica y las redes sociales. Ha habido un increíble progreso tecnológico en los últimos tiempos, tanto, que hasta hemos estado colgados de la sotana del Papa Francisco en Río durante una semana sin movernos de casa, bromeó Mario ante la sonrisa del público.
De todas maneras, “ese avance en la tecnología no ha sido acompañado por las conductas de los hombres del periodismo” sentenció el viejo periodista en lo que fue la frase más aplaudida de la noche. “Hemos avanzado en lo tecnológico, pero hemos retrocedido en la moral del periodista”.
Y Mario Alarcón siguió diciendo: “Estamos en tiempos del periodismo militante, cosa que a mí no me gusta. Yo creo en el periodismo independiente antes que en el periodismo militante. Y ojo que no digo que haya periodismo objetivo, no señor, ningún periodista ni medio son objetivos. Todos hablamos y escribimos desde nuestra subjetividad, pero sí se puede ser independiente y es en eso en lo que creo yo. Yo hubiese podido progresar mucho en lo económico si hubiese resignado mi independencia ante ciertos gobiernos.”
Varias preguntas versaron sobre el poder y la independencia de los medios y los periodistas. Mario Alarcón explicó que “siempre hay intereses económicos detrás de los empresarios de los medios. Y los intereses económicos tienen intereses políticos y así el capital se apodera de la información. Pues sí, los grandes consorcios mediáticos inciden en gobiernos y periodistas. Y eso los gobiernos lo advierten y es por eso que intentan apropiarse de los medios cuando están en el Poder. Cuando esto ocurre, es la gente que desea informarse la que paga las consecuencias. Por eso creo tanto en el periodismo independiente, porque estoy convencido que la gente debe enterarse de lo que pasa y es el periodismo independiente el que tiene la obligación de informar la verdad, de decirle a la gente lo que pasa. Siempre, sin frivolizar la información.”
Y hablando de información, luego llegó el turno de Paulo Kablan, el conocido periodista gualeyo de policiales de un medio nacional.
Kablan aclaró que el “es periodista de información y no de opinión, pero ojo, pues la información también opina. A pesar de ser más joven, siguió Paulo Kablan, yo también vi y viví el cambio tecnológico portentoso que comentaba Mario Alarcón. Hoy, para hacer televisión se necesita mucho pero mucho dinero. Por eso los medios están en manos de empresarios y no de periodistas. Las megaempresas son las dueñas de los medios de comunicación.”
También a Kablan le preguntaron sobre el gobierno actual y la forma en que se maneja con el periodismo.
P.K: “No me gusta el periodismo militante… pero existe. Es también y en cierta manera una forma de periodismo. Pero ojo, pues con matices, las ideas de los distintos gobiernos para con los medios han sido siempre las mismas. Yo creo que la gente, el público, ustedes, no pueden ser engañados. Que aunque un gobierno se adueñe de todos los medios, aún así eso no gana elecciones. La gente no es tonta. Los periodistas no voltean gobiernos. Lo que terminan con los gobiernos son las circunstancias, y no los medios ni los periodistas. Todos los gobiernos han querido siempre manejar la prensa. Todos. Claro que éste gobierno se ha perfeccionado en eso pues lleva más tiempo. Pero que quede claro que los medios de comunicación son un negocio. Los gobiernos pasan, los medios quedan.”
Antes de finalizar la charla, la Profesora Norma Escolamieri tomó la palabra casi como de prepo. Contó su “militancia revolucionaria” como profesora en los años 70. Dijo que su acto revolucionario consistía en hacer leer Pablo Neruda a sus alumnos. Curioso destino el de Norma. Fue mi profe en esos años, y digo curioso destino el de ella, pues es más recordada entre nosotros por sus curvas ceñidas en apretados pantalones, que por su revolucionaria actitud de andar con un libro de Neruda entre su cartera setentista…

¡¡Destino cruel!!

Horacio Ricardo Palma
El Día de Gualeguay
Gualeguay
Entre Rios

1 comentario:

Matilde dijo...

Se Horacio Palma: Por estos años se repite la Historia y en las escuelas se enseñana los logros de Nestor Kirchner....Nuestra Historia de los proceres que supimos conseguir solo es una fantasia de una Presidente que se llevo una Asignatura pendiente...Historia la verdadera!!